24 noviembre 2024

De escándalo: El 98% de la energía producida en el mundo se desperdicia

El Índice de Prosperidad Económica y de Productividad Energética 2015 es el primer informe global que clasifica a los países por su productividad energética en función de su rendimiento económico por unidad de energía consumida. Fue encargado por Royal Philips y elaborado por The Lisbon Council, Ecofys y Quintel Intelligence.

Sus resultados revelan que un 98% de la energía producida en el mundo se desperdicia, lo que se condice con la baja tasa actual de mejora de la productividad energética de 1,3% a nivel mundial. En el informe se explica la situación comparándola con el proceso de hervir un huevo, donde solo el 2% de la energía consumida se ocupa en generar el huevo duro, mientras que toda la energía restante se desperdicia.

El índice da cuenta del enorme potencial de las sociedades para elevar el desempeño económico y extender los beneficios ambientales y socialesmediante la mejora de la productividad energética. Al respecto, hoy la empresaPhillips afirmó en un comunicado que tan solo un pequeño aumento en la productividad podría impulsar  la economía, crear empleos y contribuir a salvar el medio ambiente.

Según el informe, el solo hecho de pasar de 1,3% a 3% en la tasa de productividad energética mundial reduciría la factura global de combustibles fósiles en más de 2 billones de dólares en 2030 y crearía más de 6 millones de puestos de trabajo en 2020. 

Pero ¿cómo lograrlo? La solución está al alcance de nuestras manos: una mayor inversión tecnología energética, aplicada por ejemplo a construcciones con dispositivos de ahorro energético, iluminación LED y el aislamiento de espacios, ayudarían a reducir en un tercio el total de una cuenta de energía.

10 consejos para ahorrar energía si no tienes una casa ecológica:

Apague las luces innecesarias en lugar de dejarlas encendidas. El uso de televisores y aparatos en standby puede desperdiciar la electricidad también.

Utilice burletes para puertas, ventanas y chimeneas.

Aumentar el aislamiento del desván y de las cajas de persiana para limitar el calor que se escapa.

Cuando se utiliza un hervidor de agua, simplemente hervir la cantidad de agua que necesita en lugar de llenar hasta arriba.

Programe la lavadora para funcionar a una temperatura más baja

Cambia tus bombillas por otras de bajo consumo.

Para una ducha que toma el agua caliente de una caldera, reemplazar el cabezal de la ducha por uno más eficiente del agua.

Sube el termostato sólo un grado.

Aproveche la oportunidad de mucho viento para secar ropa en el exterior en lugar de en una secadora.

Considere la posibilidad de mejorar el aislamiento de paredes, puertas y carpinterías para mantener el calor mejor

El Índice de Prosperidad Económica y de Productividad Energética 2015 clasifica a los países en función del PIB que producen para cada unidad de energía que consumen. Esto difiere de eficiencia energética, que significa usar menos energía para ofrecer el mismo servicio.

Hong Kong encabezó la lista con una productividad de la energía de 456 mil millones de euros de PIB por hexajulio (un quintillón – 1018 – julios) consumido. Colombia quedó en segundo lugar con 330 mil millones de euros PIB por hexajulio; y le siguen Singapur, Suiza y Perú.

Por su parte, el Reino Unido está en el puesto 26, detrás de países como Sri Lanka, República Dominicana, Gabón, Filipinas, y Albania. Otras naciones líderes se quedaron más atrás con Alemania colocada en puesto 35, Holanda en el 40, Japón 51, Francia 56 y la India 72.

En el caso de Estados Unidos, que se ha comprometido a duplicar su productividad energética para el año 2030, está en la posición 87. China ocupa en el lugar 111 y Rusia en el 114 – ambos países con la productividad energética muy por debajo del promedio mundial de 143 mil millones de euros.

El informe advierte que la actual tasa de mejora de la productividad de la energía – alrededor de 1,3% cada año globalmente – es demasiado lenta para mantener el ritmo de la creciente demanda de energía.

Así mismo, la mayoría de las ganancias de productividad energética tendrán que venir de mejoras en los edificios residenciales y no residenciales.