Los asesores del Gobierno abogan por aplazar el regreso a las aulas a septiembre

Los expertos defienden un retorno escalonado y con cautelas, según la situación de la epidemia en ese momento

Septiembre es el nuevo horizonte para la vuelta a las aulas, si el Ministerio de Sanidad sigue las recomendaciones del grupo de expertos que la Asociación Española de Pediatría ha convocado para asesorar al Gobierno. Ello supondría que los 8,2 millones de estudiantes estén más de cinco meses sin pisar las clases. Este comité se constituyó después de que el miércoles pasado el ministerio encargara un informe a la asociación sobre las medidas a tomar con la población menor de edad. La opinión entre los ocho especialistas que lo forman —plasmada en un informe todavía en proceso de elaboración— es que los colegios no están preparados para reanudar las clases con las cautelas necesarias antes de septiembre. Entre los expertos hay un psiquiatra infantil, un especialista en enfermedades infecciosas, expertos en ética del ejercicio pediátrico y atención primaria, entre otros. “No es prudente abrir los centros escolares en las actuales circunstancias y damos lo que queda de curso por perdido”, dicen desde la comisión.

El epidemiólogo del grupo, Quique Bassat, profesor de investigación ICREA en la organización ISGlobal, explica que la vuelta a las clases no es una prioridad: “El desconfinamiento no empezará hasta avanzado mayo, y dado que sería casi a final de curso, hay consenso en que no merece la pena el riesgo. Se retrasará hasta septiembre”. Eso si la evolución de la enfermedad en España va bien y la experiencia de China, donde ya han vuelto a clase tras cuatro meses de aislamiento, es positiva. Pero Bassat añade que el grupo de expertos no ha fijado una fecha, ya que debe decidirla el Gobierno.

El coordinador del equipo de trabajo, el psiquiatra infantil José Luis Pedreira, ya advirtió a este diario que la reapertura de los centros escolares no podría ser normal porque había que tomar las medidas de distanciamiento físico adecuadas. “No se va a volver a los coles antes de septiembre porque es imposible cumplir el distanciamiento social de 1,5 metros. Habría que multiplicar por tres el espacio en los centros educativos para poder reabrirlos”, afirma.

Para los expertos, la vuelta a la normalidad de los niños solo podrá ir en paralelo a la de los adultos, y deberá tener los mismos condicionantes. Por eso, José Ramón Repullo, jefe del Departamento de Planificación y Economía de la Salud de la Escuela Nacional de Sanidad, cita los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el desconfinamiento. Seis puntos que podrían resumirse en control de la epidemia, sobre todo en lugares concurridos, y la educación de la sociedad.

Horarios flexibles

“El cuadro que se podría dibujar para la vuelta al cole con seguridad en España sería en septiembre, con mascarillas, escalonando la asistencia, primero los cursos superiores de bachillerato y secundaria, combinando clases presenciales y virtuales, y flexibilizando los horarios en los centros educativos”, explica Repullo.

Bassat coincide. “La vuelta será a medio gas. Se harán recomendaciones generales de separación e higiene, pero habrá que adaptarlas. No es lo mismo un colegio de 300 alumnos que uno de 3.000. Al principio habrá que mantener la distancia física, no se podrán formar grupos de más de tres o cuatro personas, y habrá mucha clase online y poca presencial”, añade. Y ello si todo va bien. “Si China se desmorona, se creará un pánico global”, afirma.

Aulas cerradas de un colegio en Sevilla
Aulas cerradas de un colegio en SevillaPACO PUENTES / EL PAÍS

Para todo el mundo esta situación es nueva y única, por lo que hay que aprender sobre la marcha. Tanto es así que el presidente de la Sociedad Española de Epidemiología, Pere Godoy, dice que “van a tener una reunión para estudiarlo”, porque admite que “no hay experiencias sobre las que basarse”.

Repullo añade que los criterios de la OMS “permiten también ajustar estrategias por áreas geográficas”, en función de la evolución de la pandemia. Eso podría llevar a diferentes normas en diferentes comunidades autónomas. Y apunta algunas ideas más: “En infantil y primaria el distanciamiento físico es impracticable; podría reducirse con turnos por días de la semana”, pero esto desmontaría la conciliación familiar y laboral. “No imagino a niños pequeños (ni a adolescentes o jóvenes) usando mascarillas o evitando tocarse en los juegos, abrazos y peleas habituales; y tampoco sería imaginable el confinamiento en aulas o patios, ya que ambas instalaciones son parte de la vida escolar habitual”, dice el epidemiólogo. En cambio, secundaria y bachillerato podrían organizarse para que coincidieran menos alumnos en el mismo espacio.

Y añade que debería priorizarse: “La escolarización de niños con desventaja social y hacinamiento doméstico, y con ausencia de recursos informáticos y familiares de apoyo”.

Otra de las inquietudes de las familias es cómo gestionar si deben volver al trabajo con los colegios cerrados y que sean otros familiares los que tengan que llevar los niños al cole. “No deben ser sus abuelos y los colegios deberían considerar franjas horarias más amplias y flexibles para dejar que los padres recojan a sus niños cuando salgan de los trabajos”, apunta Repullo. Y señala también que los colegios refuercen las medidas higiénicas, como el lavado de manos y que los profesores “han de estar particularmente protegidos, especialmente si tienen alguna condición de salud que les haga vulnerables”.

FOTO:Dos adolescentes observan el patio cerrado de un colegio de Vitoria durante el confinamientoEndika Portillo / Europa Press

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