Creo que soy un hombre pacífico, pacifista y conciliador. Incapaz de hacer daño a nadie. Si de algo soy enemigo es de la mentira, que con tanta velocidad se ha propagado estos días por las redes sociales.

Por eso no entendía la retórica de la pandemia, a la que se ha dotado de un carácter épico y envuelto en un lenguaje bélico. En la carta que me publica Ideal manifiesto mi desacuerdo con ello y expreso las razones de este desacuerdo. Seguidamente os la inserto:

EL CARACTER ÉPICO DE LA PANDEMIA

Sr. Director de Ideal: a la pandemia se la ha querido dotar de un carácter épico y envolverla en un lenguaje bélico. “Estamos en una guerra”, “Resistiremos y venceremos al enemigo común”, “No nos doblegaremos”, “Nuestros sanitarios, un ejército de profesionales que libra la contienda en primera línea” han sido términos usados habitualmente por el presidente del gobierno en sus ruedas de prensa.

Debíamos tener claro que librábamos una guerra contra un enemigo invisible y, además, en condiciones muy desiguales, sin armas para combatirlo y sin escudos de protección para defendernos de sus ataques. Salimos adelante, entre otras causas, por el heroísmo de nuestros profesionales, principalmente los sanitarios, que pagaron un precio demasiado alto por ello.

Personalmente creo que algo va mal en un país cuando, para resolver sus problemas o conflictos, necesita del comportamiento heroico de sus ciudadanos. Y, por ello, no me gustó el lenguaje bélico usado en las ruedas de prensa. En primer lugar, porque está más asociado a los regímenes totalitarios que a las democracias. En segundo, porque, de alguna forma, las víctimas de una guerra son inevitables, y creo que, en esta, muchas podrían haberse evitado. En tercero, porque la verdad es la primera baja en cualquier conflagración. Lo hemos comprobado fehacientemente. En cuarto, porque una guerra, además de muertos y heridos, causa la destrucción de los inmuebles e infraestructuras de un país. Algo que no ha ocurrido en el nuestro. Y, en quinto, porque me trae a la memoria la más cruel de las guerras, la incivil de 1936 que tanto dolor causó.

Aunque este tipo de lenguaje también lo han usado otros líderes europeos, como Macron y Johnson, no así Merkel, confieso que a mí me causa repulsa. Aunque estemos en una situación tan complicada, hay que dejar claro que no estamos en guerra con nadie. Y que saldremos de ella unidos y en paz.

publicado en facebook y EN IDEAL DEL 15 DE JUNIO

FOTO: Recogida de cadáveres (imagen: venetostoria.net)

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