50 AÑOS DEL IES ILIBERIS por José Enrique Granados

A lo largo de estos cincuenta años se han producido muchos cambios en la sociedad que de forma inevitable han repercutido en el ambiente del instituto

Es imposible reseñar todo lo acontecido durante cincuenta años en el instituto Ilíberis: es un espacio de tiempo muy largo en el que se han sucedido diversos equipos directivos, a la vez que han ido cambiando las leyes educativas y se han aplicado diversos proyectos y reformas de distinto signo. Gran parte del edificio antiguo fue demolido para construir en su lugar uno nuevo, de más capacidad para albergar a un alumnado cada vez más numeroso.

A lo largo de estos cincuenta años se han producido muchos cambios en la sociedad que de forma inevitable han repercutido en el ambiente del instituto. En el presente libro, como no podía ser de otro modo, se recogen los hechos más significativos de este amplio periodo, con los cuales se ha pretendido dar cuenta de la evolución que se ha seguido. Son hechos en los que ha primado siempre el factor humano, pues no hay que olvidar que el objetivo principal de la enseñanza es la formación de individuos. Casi podría decirse que lo que se ha escrito es la intrahistoria de este medio siglo, con anécdotas y testimonios que pueden ser muy ilustrativos de cada una de las etapas en el que ha estado dividido.

Es evidente que el instituto Ilíberis tuvo una importancia capital para la comarca de la vega granadina, pues en él estudiaron alumnos procedentes de diversos pueblos, como Atarfe, Albolote, Pinos Puente, Maracena, Calicasas y Colomera. Durante muchos años fue un Centro de referencia, pues ha contado con un profesorado muy cualificado que ha sabido dar una gran formación a sus alumnos, como así demuestran los resultados académicos que durante varias décadas se han obtenido.

El instituto, como todos sabemos, fue inaugurado en el año 1968 por don Federico Mayor Zaragoza, entonces rector de la Universidad de Granada. Por eso no está de más recordar unas palabras suyas, tomadas de un artículo que publicó en un blog personal el 9 de diciembre de 2016: «Educación es lograr que se esté en condiciones de ejercer plenamente las cualidades distintivas de la especie humana: pensar, imaginar, anticiparse, ¡crear! Consecuentemente, la filosofía y las enseñanzas artísticas son imprescindibles para facilitar que toda persona educada sea capaz de diseñar su propio futuro, inventarlo, reflexionar y actuar en virtud de sus propias decisiones y no al dictado de nadie ni de dogma alguno. Son ellos, los así formados, los que pueden ahora adquirir conocimientos, destrezas y habilidades. Son educados capacitados, frente a los capacitados maleducados que resultan del proceso inverso, que tan peligrosamente promueven quienes educan para tener y no para ser.»