23 noviembre 2024

Imaginamos que muchos de vosotros habréis recibido algún mensaje de phishing durante la cuarentena y alguna que otra mala experiencia al comprar por Internet.

El terreno online también es hostil para las compras: no tienes a alguien que se tirará de los pelos contigo por una bandeja de palitos de cangrejo pero sí que puedes esperarte que haya ciberdelincuentes aprovechándose de enlaces infectados y del desconocimiento sobre el funcionamiento de las páginas web.

De ahí que nos hayáis preguntado por medidas que podemos tomar para protegernos a nosotros y a nuestros dispositivos a la hora de completar compras online. Empezaremos por deciros que los casos de phishing están a la orden del día con el tema de las ofertas y las promociones estrellas, así que aquí te dejamos algunos consejos para hacer frente a esta práctica concreta.

En cuanto al proceso de búsqueda de productos y compra en sí, la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) del INCIBE tiene todo un repertorio de artículos con los que equiparse para hacer transacciones de este tipo en Internet. Desde cómo hacer pagos con el móvil a cómo gestionar reclamaciones por productos defectuosos.

En qué fijarse cuando accedes a una página web de compra o «marketplace»

En cuanto a las medidas a tomar para protegernos de fraudes y posibles ataques a nuestros dispositivos, la OSI recomienda fijarse en puntos clave de la página web: buscar el Aviso Legal y la Política de Privacidad de la empresa (que normalmente se listan abajo del todo), así como su Número de Identificación Fiscal (NIF) y un sello de confianza. También hacer caso a nuestro sentido común: ¿es normal que un producto que cuesta 100 euros en todas partes de repente lo encuentres por 20?

Página principal de Amazon, uno de los marketplace más populares y conocidos del mundo.

Hemos preguntado por algunos consejos, además, a una de nuestras malditas del campo de la ingeniería informática, Mar Arribas, quien además es cibercooperante del Instituto Nacional de Ciberseguridad. Arribas nos da cuatro pistas básicas que van en línea con las pautas de las guías de la OSI:

  1. Asegurarse de que la web utiliza HTTPS. En caso de que no lo haga, cualquier navegador actual nos avisará en la barra de dirección. Usar HTTPS no implica que la tienda sea segura pero si que es un punto necesario.
  2. Comprobar si la tienda tiene un local presencial. Esto no es un requerimiento, algunas tiendas online legítimas no tienen local presencial, pero suele ser una garantía que haya uno. Tener un local suele implicar estar registrado como comercio, mientras que cualquiera puede tener una web.
  3. Comprobar la antigüedad de la web. Normalmente las webs hechas como estafa son nuevas y se eliminan cuando ya han picado suficientes personas y se ha destapado que es una estafa. Si la tienda tiene ya una larga vida, es más probable que sea legítima. Para ello podemos buscarla en redes sociales, donde podemos comprobar cuándo fueron creados los perfiles, cuántas publicaciones tiene y lo más importante: qué han escrito los usuarios.
  4. Comprobar las críticas de otras compradoras. Estas críticas no deben estar en la propia web del comercio, donde es fácil falsificarlas. Debemos buscar en redes sociales, foros y otras webs de terceros que opina la gente que ha comprado.

ArribaInfografía en la que se explican los diferentes métodos de pago existentes con sus pros y sus contrass avisa de que aún quedaría otro punto importante en el que fijarse: las garantías de pago. Si tenemos dudas de la tienda, nos aconseja usar un intermediario de pago, como es el caso de PayPal, que al menos puede ofrecernos garantías de que si hemos sido víctimas de una estafa, podemos tratar de recuperar el dinero.

Infografía sobre los métodos de pago de la Oficina de Seguridad del Internauta.

Primera fecha de publicación de este artículo: 13/07/2020.

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