23 noviembre 2024

La ‘Fuente de las Adelfas’ de Lanjarón atrajo la atención a Pedro Antonio de Alarcón, Federico García Lorca y Manuel de Falla

En 1933, el pilar primitivo de un solo caño situado donde se encuentra a varios metros el restaurante ‘La Casita de Papel’, fue ampliado por Obras Públicas.

Lanjarón posee muchas fuentes y pilares pero la más famosa de todas es ‘La Fuente de las Adelfas’ situada en la zona de ‘La Casita de Papel’. Federico García Lorca, su familia y varios amigos de Lanjarón la frecuentaron durante muchos años. El poeta de Fuente Vaqueros se hospedaba con su familia en el Hotel España. La antigua fuente en aquellos tiempos era de un solo caño y mucho más pequeña. También solía acercarse a esta fuente Manuel de Falla y su hermana María del Carmen, que se hospedaban en el Andalucía Palas.

Cuando el escritor, autor de teatro, reportero de guerra…de Guadix, Pedro Antonio de Alarcón, visitó La Alpujarra en 1872 al llegar a la altura de ‘La Fuente de las Adelfas’ exclamó, y una parte ha quedado reflejado en cerámica de San Isidro, lo siguiente. «¡Alto y parada! Dejemos la pluma y tomemos los pinceles, olvidemos las enfermedades físicas y morales que se curan en esta villa y volvamos a la Madre Naturaleza ante el edén que se presenta a nuestra vista». De Lorca también reza lo siguiente, aunque en este caso no se indica su autor, quizás porque durante la dictadura estaba prohibido hablar del poeta universal asesinado por los franquistas: «Más la canción del agua es una cosa eterna».

«En 1933, Obras Públicas disfrazó de pilar la gracia primera del chorro saltarín. Ya los asiduos al ‘Barranquillo de las Adelfas’ acudían en incesante cordón vespertino. Y surgió frente al pilar, al filo del abismo, el rústico chambao: cuatro rodrigones sustentadores de la delgada sombra que proyectaba el zarzo de juncos y retamas. Varias mesas rodeadas de sillas toscas, para el saboreo deleitoso del paisaje y las bebidas refrescantes. Tiempo después –año 1940-, al ‘Barranquillo’ le nació una placeta, y a ésta, un merendero, abierto al caminante, donde Dios talló la luz el primer día de la Creación», relata en su precioso e interesante libro ‘Lanjarón Historia y Tradición’ el padre Juan Gutiérrez Padial, de Lanjarón, quien llegó a conocer a Lorca y Falla.

Al poeta granadino Manuel Benítez Carrasco también le encantaba ir a tomar agua en uno de los tres caños de la ‘Fuente de las Adelfas’. Él se hospedaba en la ‘Placeta Santa Ana’, en la casa que adquirió la escultora María Isabel, hija única del célebre pintor granadino, Gabriel Morcillo Raya. Este artista veraneaba en Lanjarón, en el Hotel Nacional con su mujer, Encarnación, su hija y su inseparable perro. María Isabel Morcillo perteneció a la Asociación Literaria Poeta Manuel Benítez Carrasco y llegó a ser su presidenta de honor. Esta institución de Lanjarón rindió un homenaje póstumo y descubrió una placa para recordar al pintor Gabriel Morcillo Raya. Estuvo presente, entre otras personalidades, el por entonces alcalde de Lanjarón, Mariano Ruiz, los miembros de la asociación, vecinos del pueblo y familiares y amigos de la familia Morcillo. La hermana de Gabriel, la ilustre bordadora, Trinidad, también solía acudir a Lanjarón.

Otras personas famosas solían pasear hasta la altura de ‘La Fuente de las Adelfas’ como, y por ejemplo, Manolete y Lupe Sino, Gitanillo de Triana, Antonio Machín, Juanito Valderrama, Gonzalo Queipo de Llano, Agustín Muñóz Grandes, Eugenia de Montijo antes de convertirse en emperatriz de Francia. Ella se hospedaba en la Pensión Gálvez’.

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