22 noviembre 2024

He perdido la cuenta de las veces que la he visto, hace unas noches volví a disfrutar de una pelicula que no envejece con el tiempo, al contrario,me pareció de una dolorosa actualidad. Película del año 62 en blanco y negro de una calidad y variedad de matices extraordinarios.

El personaje que interpreta Gregory Peck , (Atticus Finch y por el que recibió un Oscar )es de los que se quedan grabados como un referente moral por su alto grado de compromiso social  y por su decencia. Su ejemplo de vida le convierte en el líder natural de una sociedad cerrada , excluyente, racista y puritana , marcada por una crisis económica que apenas permite sobrevivir. 
 
En este entorno hostil Atticus decide hacerse cargo de la defensa de un chico negro , lo que le pone en una posición muy delicada y peligrosa (a él y a sus hijos) frente a sus vecinos. 
 
Este diálogo entre el abogado y su hija el primer día de colegio, en el que se pelea a golpes con un chico , es una lección de respeto , tolerancia y consenso , valores de los que andamos bien escasos.
 
“ATTICUS. Anda, escúchame un momento… (Acerca a Scout a su lado y la abraza) Si consigues aprender una sola cosa te llevarás mucho mejor con todos tus semejantes. Nunca llegarás a comprender a una persona hasta que no veas las cosas desde su punto de vista.
SCOUT. ¿Cómo?
ATTICUS. Hasta que no logres meterte en su piel y sentirte… cómodamente…
SCOUT. Pero, si continúo yendo a la escuela, no podremos leer juntos.
ATTICUS. Scout, ¿sabes lo que significa «transigir»?
SCOUT. ¿No hacer caso de la ley?
ATTICUS. (Divertido) Mmm… no. Es un acuerdo al que se llega por consentimiento mutuo. Ahora te explicaré en qué consiste: tú consientes en ir a la escuela, porque es necesario, y yo consiento en que cada noche continuemos leyendo juntos, como hemos venido haciendo, ¿trato hecho?
“Matar a un ruiseñor”
 
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