Esta redacción ha acudido a seis voces expertas para tratar de encontrar esas causas. Todos ellos coinciden en que se ha dado un cóctel de circunstancias.
Ignacio J. Molina. Catedrático de Inmunología, Centro de Investigación Biomédica, UGR «No encuentro una explicación clara a este descontrol»
Ignacio J. Molina, en su laboratorio del Centro de Investigación Biomédica de la UGR. / Ramón l. Pérez
Ignacio J. Molina es el autor de un artículo que ha corrido como la pólvora en los últimos días en el que explica por qué el virus tiene ahora mayor contagiosidad. Un resumen muy rápido sería apuntar a que ha mutado y el ‘nuevo’ virus tiene dos aminoácidos que le confieren una mayor infecciosidad, aunque no mayor virulencia una vez que infecta a un individuo. Esa mutación es la que ya se ha propagado por todo el país. Sin embargo, ante la exposición a un mismo virus, distintas zonas geográficas han ‘reaccionado’ de diferente forma, y Granada es, actualmente, la que ostenta los peores datos de toda España. «Honestamente no tengo una respuesta a por qué se propaga tan rápidamente. Es evidente que en algún momento se descontroló todo, entre finales de septiembre y principios de octubre» , apunta Molina. Explica el investigador que no hay evidencias de que factores ambientales –como la contaminación– puedan contribuir a la expansión del virus. «Se apuntó a la población universitaria, pero las clases llevan tres semanas cortadas y muchos se han ido, pero los datos no han parado de subir. Parece una hipótesis poco factible que la llegada de los estudiantes fuera el origen del descontrol», apunta Molina. Cree el experto que el puente del Pilar, fecha en la que la ciudad se llenó de gente, pudo favorecer el aumento de contagios . «Estuve en la calle ese sábado y me preocupó la cantidad de gente que había». A estos dos hitos, en cuanto a oleadas de gente nueva en la ciudad, añade que «está claro que los mecanismos de control no funcionaron, han faltado rastreadores». Llegados a este punto, este investigador apunta que solo queda restringir al máximo la movilidad social.
Joan Carles March. Profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, experto en Medicina Preventiva y Salud Pública «A este virus no lo puedes dejar solo, que coge carrerilla»
Joan Carles March, en la Escuela Andaluza de Salud Pública. / González Molero
Joan Carles March resopla, como casi todos, al oír la pregunta. No hay una única respuesta, sino un amargo cóctel para explicar la delicada situación de Granada. «Creo que hay factores ligados a la pandemia, otros de la gestión que se ha hecho y también características de la ciudad y su entorno que pueden explicar juntos esta situación», arranca el experto de la Escuela Andaluza de Salud Pública. «Es cierto que Granada tiene 60.000 estudiantes universitarios que generan mucha movilidad, también es muy atractiva para el turismo y para otros grupos de personas que viven por temporadas aquí y además la ciudad se configura de forma que viene mucha población de los alrededores a la capital cada día», arranca March. Pero el experto añade a esto la masificación de los transportes públicos como el metro y el autobús en hora punta como factores de riesgo . «No se han tomado medidas sobre los interiores, tanto en el transporte como en la hostelería, y tenían que haberse cerrado bares y restaurantes por dentro. Se pueden dejar abiertas las terrazas. Y la desescalada fue demasiado rápida».
Y, a su juicio, el puente del Pilar fue un punto de inflexión. «Hubo que tomar medidas días antes, a este virus no lo puedes dejar solo, que coge carrerilla . Se tenían que haber tomado medidas, porque las que se anunciaron de cerrar UGR y limitar colegios mayores ya se ha demostrado que no son eficaces», apunta March. El experto señala que, probablemente, el hecho de que en Granada haga más frío por las mañanas y por la noche ha podido contribuir porque la gente opta por juntarse bajo techo, algo que propicia la expansión.
«Un cóctel de varios factores y una mala gestión nos ha traído hasta aquí. Y estamos preocupados porque aún estamos iniciando el otoño y, en teoría, la segunda ola debía haber llegado iniciado ya el invierno», advierte el experto. Ante esta situación, cree que la única medida que puede frenar esta expansión es un confinamiento domiciliario, porque la situación de la sanidad es límite. Y, al margen de las restricciones, March apuesta por seguir llevando a cabo labores de rastreo y por reforzar la Atención Primaria.
José Martínez Olmos. Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y ex secretario general de Sanidad «Granada debía llevar ya días confinada»
José Martínez Olmos. / Fermín Rodríguez
La cautela marca la respuesta de este médico especialista en Salud Pública. «No hay una sola causa, se puede apuntar a muchos factores», apunta José Martínez Olmos. El gran atractivo turístico de la ciudad «como vimos en el Puente de octubre», la falta de rastreadores para poder encontrar el origen de los brotes o el incumplimiento de los confinamientos de personas positivas o en contacto «porque no pueden permitirse dejar de trabajar o no tienen una vivienda apropiada para aislarse» son, a su juicio, algunos de esos motivos que han provocado que los contagios se escapen a cualquier control.
Martínez Olmos hace hincapié en que no se ha evaluado la vuelta a las aulas «tanto en los colegios como en la Universidad», de forma que no se conoce el impacto real que ha tenido sobre los contagios . Y apunta, además, a una cuestión ambiental, porque han empezado a bajar las temperaturas hace unos días y «hemos estado más tiempo en interiores que en exterior». Todos estos factores combinados son los que, a su juicio, han propiciado ese aumento de casos. Llegados a la situación actual, este médico apunta que «Granada debía estar confinada en casa hace ya diez días, tenemos una tasa de incidencia muy alta y sobre todo una presión hospitalaria muy amplia» . El que fuera secretario de general de Salud ratifica que las medidas que se han tomado y que se plantean son «importantes» y seguro que tendrán efecto en que crecerán menos los casos. Pero considera que se va a tardar mucho tiempo en liberar hospitales, lo que repercute negativamente en la atención a la población y el cansancio de los sanitarios. Y lanza un aviso, sobre la ‘desescalada’. «No hay que tener prisa en levantar las medidas cuando lleguemos a una tasa de 250 positivos en 15-20 días, porque entraríamos en una tercera ola» .
Aurora Bueno. Catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Granada «La gente no cumple las medidas porque ya no confían en las autoridades»
Aurora Bueno, en su despacho de la UGR.
Aurora Bueno, experta en salud pública, cree que hay que dar un giro a la gestión de la pandemia. «Esta es una enfermedad que se transmite de persona a persona y no se están guardando las distancias de seguridad. Los mensajes preventivos no llegan a la población, porque no confían en las autoridades, los han visto dar bandazos y ya no se fían» . Bueno considera que sería necesario comunicar con la mayor transparencia y cambiar de portavoces tanto en el ámbito nacional como en el regional y local, porque están ‘quemados. «No tienen credibilidad, la gente no se los toma en serio y tampoco entienden las cifras», abunda. Apuesta incluso por contar cómo está la situación en los hospitales como medida eficaz. «Se están suspendiendo las operaciones oncológicas y eso es muy grave; hay que responsabilizar a toda la población» .
Esta relajación en el cumplimiento de las medidas de prevención sería uno de los factores, unido en el caso de Granada a la movilidad de personas, tanto por la población universitaria como por la relacionada con el turismo. Incide la experta en que en las últimas semanas se han tomado medidas que serán eficaces, pero que entiende que hay que combinarlas con cuidar de la economía. «Tiene que ser posible que la gente respete las medidas, hay trabajadores precarios que no pueden cumplir las cuarentenas», desvela Bueno. «En esta pandemia hemos visto que todo el que opina se equivoca, pero hay una evidencia en cuanto a los espacios cerrados, da igual la hora, hay que evitarlos» , resume. Propone restringir al máximo los aforos en centros comerciales y supermercados y apuesta por medidas razonables. «Cerrar los parques o las clases de la UGR, donde se cumplían todas las medidas no tiene sentido», remata.
Jorge Fernández Parra. Presidente del Colegio de Médicos «Granada es una gran metrópoli con mucha población»
El presidente del Colegio de Médicos, Jorge Fernández Parra.
El presidente del Colegio de Médicos apunta, antes de responder, que no hay evidencias claras, bajo el método científico, que expliquen por qué Granada está sufriendo un impacto mayor que Málaga o Almería. Dicho esto, el galeno apunta que Granada es una metrópoli, con muchos pueblos alrededor con los que tiene mucha movilidad. Esto, unido al atractivo de la UGR, que provoca que haya muchos estudiantes de fuera, ha podido echar gasolina a esta pandemia al inicio de curso. El clima, en este caso, no cree que haya sido un factor determinante aún, puesto que todavía no ha empezado el frío. «Pero no hay todavía ninguna certeza a la que agarrarnos», advierte. El médico coincide con el resto de expertos en que ahora mismo no quedan muchas más alternativas para frenar esta subida de casos que un confinamiento de la población, aunque con diferencias respecto a marzo, porque considera que se podrían mantener abiertos los colegios. «Parece que se están cumpliendo bien los protocolos y no ha habido grandes brotes», resume. Esta segunda ola está afectando con dureza al sistema sanitario, pero Fernández Parra aporta un dato positivo: «En esta segunda ola no nos faltan los equipos de protección individual y está habiendo altas más precoces porque se sabe mejor qué tratamientos funcionan» .
Federico García. Jefe de Microbiología del Hospital Universitario San Cecilio «Obedece a aspectos epidemiológicos, demográficos o sociológicos»
Federico García, en el Hospital Universitario San Cecilio. / IDEAL
La explosión de casos que asola Granada no encuentra explicación mirando por el microscopio. Así lo apunta el Jefe de Microbiología del hospital San Cecilio. «Desde el punto de vista microbiológico, es difícil encontrar una respuesta. Con mucha probabilidad las causas obedecen más a aspectos epidemiológicos, demográficos o sociológicos que a factores virológicos», apunta el médico a este periódico, en relación a la interacción de las personas. «En este sentido, los datos disponibles hasta el momento no han demostrado que el SARS-CoV-2 pueda mutar hacia una variante con mayor transmisibilidad , e incluso parece que el virus no tiene la misma capacidad para mutar que otros virus como el de la gripe», señala el experto.
M. VICTORIA COBO