La familia Arenas organiza el ‘funeral’ de su pavo de Navidad con 25 invitados, el aforo permitido en Granada por el coronavirus
A pesar de las restricciones, la empresa de alimentación mantiene su previsión de vender 50.000 animales criados y sacrificados para estas fechas
La familia Arenas Guerrero, conocida por su dedicación al sector de la alimentación y especialidad avícola en Granada, tiene un protocolo firmado ante notario hace muchos años, que vincula a todos sus miembros, abuelos, hijos y nietos, entre otras cosas, para reunirse cada Navidad y degustar algunos de los miles de pavos que su empresa cría, sacrifica y vende especialmente para estas fechas. Este año no habrá celebración. Estarán de luto por la muerte del pavo y tendrán que asistir al velatorio previsto en la capilla ardiente durante la noche del 24 y al posterior funeral del día 31 de diciembre.
Con un poco de humor ante las adversas circunstancias que este año se presentan y que, en realidad y como en casi todas las casas, obligará a la familia a permanecer separada, por primera vez desde que tienen memoria, uno de los cinco hermanos mayores, Ramón Arenas, ha enviado a todos sus parientes, además de a los trabajadores y personal de la empresa, un mensaje en el que les anuncia que «el pavo de Navidad no va a sobrevivir debido a la pandemia más allá del día 23 de diciembre próximo», por lo que todos quedan convocados al funeral. Según la normativa vigente en Granada, está permitida la asistencia a este tipo de reuniones a 50 personas al aire libre y 25 si es a cubierto.
«La capilla ardiente tendrá lugar en la tarde/noche del 24 de diciembre y durará hasta 0:30 horas de la noche para cumplir con el toque de queda y poder estar cada uno en su casa a las 1:00, al objeto de poder pasar el máximo tiempo con el difunto Pavo de cuerpo presente y rememorar así todos los recuerdos que nos deja. Tras este día de tantas emociones dejaremos pasar una semana de vigilia y el día 31 a las 20:00 tendrá lugar su funeral. Tras el mismo nos reuniremos para cenar a su salud, apoyarnos y recordar todo lo vivido a su lado. Gracias de antemano en su nombre, que descanse en paz. PD: Traeros vino y viandas para que no falte de ná«.
Así concluye el mensaje que desde ayer circula entre todos los familiares y empleados del Grupo Arenas, empresa que esta Navidad (desde el próximo 12 de diciembre) tienen previsto vender 50.000 pavos, criados desde el verano especialmente para estas fechas navideñas. «No vamos a cambiar casi nada nuestras previsiones porque es un producto que se consume en las casas«, explica el autor del mensaje, que al margen de las bromas, también pone de relieve las especiales dificultades que están atravesando este año las empresas de hostelería y restauración, que son sus habituales clientes.
El pavo de Navidad es algo medular en la tradición familiar y empresarial del Grupo Arenas, cuyos fundadores (padres y tíos de los actuales directivos) ya vendían estas aves en la Plaza de la Trinidad de Granada hace casi un siglo, además de sus conocidos huevos y pollos.
En el ámbito más íntimo, el pavo también es importante. La fallecida Angustias Guerrero, madre de los cinco hermanos mayores que actualmente, junto a sus respectivos hijos y nietos suman casi medio centenar de miembros de la familia, instauró la tradición de las «pelotas de pavo», unas albóndigas que cada Navidad sigue cocinando el mayor de los hijos, Miguel Arenas, para las reuniones que están protocolizadas, incluyendo también (y sobre todo) la de Reyes. Ésta es también una fecha clave, porque Arenas participa en la cabalgata de Granada con una carroza llena de pavos y pollos de todas las edades y al ritmo de charanga.
Las autoridades no han fijado aún las normas y restricciones a aplicar en esta Navidad de pandemia en Granada, pese a que el Gobierno ya ha anunciado su intención de limitar a seis personas el aforo. A pesar de que la broma sobre el funeral del pavo está siendo un éxito y ya circula por grupos de whatsapp y redes sociales, y aún sin conocer con certeza las medidas concretas que se aplicarán, la familia Arenas es consciente de que tendrá que pasar una Navidad como todo el mundo y los brindis con familiares no convivientes, a la salud del pavo, se harán por internet.