Si el comercio electrónico sube, los precios bajan (según el Banco de España)
El ‘ecommerce’ ha incrementado su peso del15 al 22% tras la llegada de la pandemia, según el último informe del Banco de España, lo que hace que exista mayor competencia empresarial y, por tanto, presiona los precios a la baja.
En su informe Efectos del comercio digital sobre los precios y la competencia empresarial el Banco de España analiza cuál es el impacto en el tejido empresarial y en los precios al consumo de incremento del peso del comercio electrónico frente al tradicional. Antes de la pandemia, las compras online suponían un 15% del total; después, esa cifra se ha incrementado hasta el 22%. Se trata de una evolución que, según el regulador, y dado el bajo coste de entrada en el mercado y la mayor difusión de la información, favorece la entrada en el mercado de nuevas compañías, lo que conlleva un aumento de la competencia empresarial. Al haber más competencia, además, según este análisis, los precios también bajan. Sin embargo, este descenso en lo que paga el consumidor final no está repercutiendo en el margen de beneficios de las empresas porque se traduce, a su vez, en una reducción de los costes fijos, especialmente de aprovisionamiento.
Diferencias mínimas de precios
Además, el informe indaga en si es más barato comprar en línea o hacerlo de la forma tradicional y concluye que los precios son muy similares: en un 72% de los casos analizados -a nivel global- la cuantía a pagar es exactamente la misma, aunque este porcentaje varía entre países: en algunos como Brasil, el precio es el mismo en el 42% de las ocasiones, en otros como Canadá, el 92%.
Sí señala una diferencia, sin embargo, en las modificaciones de los precios de los productos: en el canal online estas se producen más habitualmente, pero son menos bruscas. «La magnitud del cambio de los precios online es menor que la de los precios en el establecimiento físico -10 %, aproximadamente-, y los cambios de precios son más frecuentes en las tiendas online -en torno a una vez cada tres semanas- que en los establecimientos convencionales -una vez cada cuatro o cinco meses-» señala el informe.