El Supremo revisa el 17 de febrero el recurso de Juana Rivas contra su condena a prisión
En su recurso, la defensa alega que actuó para «proteger a sus hijos» y alude a «la falta de coordinación entre la Justicia italiana y la española».
El Tribunal Supremo ha fijado para el 17 de febrero la deliberación y fallo sobre el recurso presentado por Juana Rivas contra la sentencia que la condena a cinco años de prisión por dos delitos de sustracción de menores, después de que se llevara a sus dos hijos de Italia -país en el que tienen fijada su residencia habitual- a España y de que en verano de 2017 pasara un mes en paradero desconocido con ellos incumpliendo las resoluciones judiciales que le obligaban a entregárselos al padre, al que acusa de malos tratos.
Rivas ha defendido en su recurso ante el Supremo que actuó por una «causa justificada» como fue «proteger a sus hijos» y no para perjudicar al padre, incidiendo en la denuncia que presentó contra él en julio de 2016, tras abandonar Italia con los niños, por presunto maltrato.
Su defensa alude a «la falta de coordinación entre la Justicia italiana y la española» y mantiene que «si no se ha acreditado una situación de maltrato continuado (…) no ha sido por la falta de diligencia de Juana Rivas, sino por el hecho de que las denuncias interpuestas por ella no han obtenido una respuesta judicial firme».
La defensa de Rivas ha pedido su libre absolución o que, en su defecto, se le rebaje la pena como autora de un único delito de sustracción de menores y no de dos, extremo que ha apoyado la Fiscalía del Supremo, lo que reduciría la pena de cárcel a la mitad.
Una vez se pronuncie el Supremo, y siempre que no se la absolviera, el Juzgado de lo Penal 1 de Granada, que la condenó en primera instancia, pediría la ejecución de la condena y el ingreso en prisión, al ser una pena superior a los dos años, lo cual sucedería, en su caso, una vez se posicionaran las partes e independientemente de que ella iniciara los trámites para solicitar un indulto.
La justicia italiana archivó en febrero de 2020 las ocho denuncias que Juana Rivas había presentado por maltrato contra su expareja, el italiano Francesco Arcuri, incluyendo la que realizó en julio de 2016 por violencia de género tras salir de Italia con sus hijos y en la que se basó para no devolver a los niños al padre incumpliendo las resoluciones que le obligaban a hacerlo.
Este archivo afectó tanto a las denuncias que esta madre de Maracena presentó en Italia como en España y que fueron derivadas posteriormente al país alpino por haber sucedido supuestamente allí los hechos. El archivo del tribunal se basó en la ausencia de pruebas y la «inconsistencia» del relato, según expuso la jueza, que también aludió a la «manipulación» de los dos hijos contra el padre, quien actualmente ostenta la custodia en exclusiva de los niños. Juana Rivas puede verlos en cumplimiento del régimen de visitas que fijó el juzgado.