22 noviembre 2024

Llame a la Policía y prepárese para un proceso largo y tedioso

Hace poco más de dos semanas, saltó la alarma en Bakio, una localidad de la costa vizcaína donde miles de personas del entorno tienen su casa de veraneo. «Una mujer con una niña pequeña ha ocupado un piso de la urbanización Toloño», decía el mensaje, que corrió como la pólvora entre los vecinos y propietarios de segundas residencias en el municipio costero. Muchos de ellos incluso se fueron hasta el pueblo nada más enterarse de lo ocurrido para comprobar que no había entrado nadie en su casa. Unos se apresuraron a poner puertas blindadas, otros directamente instalaron alarmas de seguridad. El caso es que ninguno de los propietarios quería verse en el trance de tener que recurrir a la vía judicial para desocupar su piso de veraneo, como le pasó a su vecina.

«La regla número uno del ‘okupa’ es no meterse en sitios de los que le puedan sacar rápido, por lo que la vivienda habitual suele estar a salvo de este tipo de prácticas. La cosa cambia cuando se trata de segundas residencias, locales cerrados, pisos vacíos, fincas alejadas…», admite la portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Ileana Izverniceanu recuerda que la ocupación es un fenómeno que le puede afectar a cualquiera que se ausente un rato de su propiedad, aunque no es el caso más frecuente. «Los ‘okupas’ modernos se han profesionalizado mucho. Basta con un par de ‘clics’ en internet para encontrar decenas de manuales de ocupación en los que se explica con todo lujo de detalles cómo procurarse una estancia larga y exitosa en casa ajena aprovechando todos los resquicios legales en contra del propietario. Por no hablar de las mafias dedicadas a colocar ‘okupas’ de pago», alerta la portavoz de la OCU.

Los manuales detallan desde cómo detectar casas fácilmente ocupables hasta cómo planear la entrada sin que se juzgue como un robo sin fuerza, por lo que resulta imprescindible «ponérselo lo más difícil posible. El primer consejo y a la vez el más obvio es preguntarse si esa propiedad por la que teme no estaría mejor vendida o alquilada», plantea Izverniceanu. Si aún así prefiere mantenerla vacía, los expertos aconsejan invertir en su protección: puerta blindada, cerraduras de seguridad, ventanas antirrobo, alarma, cámaras… «También puede pedirle a una persona de confianza que visite regularmente el inmueble, recoja el correo del buzón o que suba y baje las persianas de vez en cuando para que la vivienda no parezca desocupada. Es muy importante que le avise de inmediato si detecta el más mínimo problema», añaden en la Asociación Española de Empresas de Seguridad (AES).

Tres opciones

Si pese a todas estas medidas, ocupan su casa, tiene tres opciones para recuperarla. La primera es llamar a la Policía, «sobre todo si los pilla ‘in fraganti’ –explican en la OCU–. Los agentes pueden actuar sin necesidad de orden judicial en los casos considerados de flagrante delito». Es decir, mientras se está cometiendo la ocupación, según recuerda una reciente instrucción del Ministerio del Interior, dictada hace apenas seis meses. «Ahora bien, es muy improbable que los agentes intervengan sin un mandato del juez a no ser que el delito se cometa delante de sus narices. En cualquier caso, avíselos de inmediato porque aunque no lleguen a desalojar a los ‘okupas’, al menos los identificarán y recogerá datos muy importantes para la denuncia».

La segunda opción es la vía judicial. Si pone una denuncia por usurpación (ocupación de inmuebles que no son la morada de nadie) o allanamiento (ocupación ilegítima de la morada de otro, incluidas las segundas residencias), «y tiene suerte», apostilla Izverniceanu, el juez iniciará un procedimiento en el que se incluirá el desalojo rápido entre las medidas cautelares. Pero no todo es tan sencillo. «Si los ‘okupas’ consiguen demostrar que llevan meses instalados en la vivienda o que el propietario conocía el caso pero hacía la vista gorda, es poco probable que se inste a un desalojo rápido, salvo que se pueda alegar que existe un perjuicio claro para la convivencia vecinal».

La tercera opción es demandar a los ‘okupas’ por la vía civil al considerar que el demandante «no puede ejercer plenamente sus derechos como propietario», una alternativa a la que recurren algunos abogados cuando el caso se atasca en lo penal. «De esta manera, la persona que está ocupando la vivienda solo puede alegar ciertas razones en su defensa y además solo lo puede hacer tras depositar un dinero en el juzgado», explican en la Organización de Consumidores y Usuarios.

 

¿’Okupa’, allegado o inquilino?

¿Quién se niega a salir de su casa?
El tipo de procedimiento para echar al intruso variará en función de la relación que el propietario guarde con las personas que se han instalado en el inmueble. Es decir, no se actúa igual con un ‘okupa’, que con un familiar al que se le ha cedido la vivienda temporalmente y se niega a abandonarla o un inquilino que no paga el alquiler. En el primer caso, tiene tres opciones. Llamar a la Policía, poner una denuncia por allanamiento o recurrir a la vía civil. Si se trata de un familiar o conocido al que le ha dejado gratis la casa por una temporada y no quiere marcharse, «lo habitual es instar un desahucio por precario», explican en la OCU. Es decir, se trata de «desalojar un inmueble cuando una o varias personas se encuentran residiendo en él sin tener la propiedad ni pagar ninguna compensación a cambio». Por último, si un inquilino deja de pagarle el alquiler o se niega a abandonar la casa una vez finalizado el contrato, puede iniciar un procedimiento de desahucio por impago o expiración del contrato.
Ni les corte la luz, ni los amenace.
En general, «lo más recomendable es que no se dirija directamente a los ‘okupas’ y mucho menos que recurra a métodos poco ortodoxos que puedan volverse en su contra», advierten los expertos. Mucho cuidado con cortar suministros como el de la luz o el agua. Tampoco los amenace. «Los ‘okupas’ pueden denunciarle por coacciones y el proceso se alargará todavía más». Ahora bien, «si por casualidad el propietario posee licencia de armas y hay algún arma en la casa ocupada, puede presentar una denuncia contra los ocupantes por tenencia ilícita de armas. En este caso, la Policía podría actuar de inmediato».
FOTO: carmen casado