La oportunidad para hacer mejores ciudades
Los consistorios quieren aprovechar los fondos europeos para cambiar el modelo actual y con la innovación y la tecnología crear otro más sostenible que asegure el bienestar de los ciudadanos. ¿VEREMOS ALGO DE ESTAS INICIATIVAS EN ATARFE?
Evitarse la cola para visitar la Giralda de Sevilla. Respirar un aire más puro en Barcelona. Estrenar piso y barrio en Zaragoza. O decidir en Gijón qué hacer con el dinero ahorrado en iluminar las calles y plazas.Son algunas de las mejoras que los ayuntamientos de estas cuatro capitales persiguen con los planes que han presentado para captar fondos europeos y hacer más inteligentes sus ciudades. Políticas transversales con las que será más fácil encontrar ese dinero.
No en vano encajan en varios de los capítulos del plan enviado por el Gobierno a Bruselas. Movilidad sostenible, rehabilitación de vivienda, red 5G o modernización del turismo son algunos ejemplos.
Barcelona, Gijón, Sevilla y Zaragoza impulsan con sus planes una gestión más eficiente
Sevilla Smart Community es un ejemplo: 39 millones para instalar sensores, recoger datos, convertirlos en información útil y digitalizar la Administración. “La base de cualquier smart city”, señala Gaspar Llanos, gerente del Plan Estratégico Sevilla 2030. Con solo consultar el móvil, el turista sabrá qué día y hora son los mejores para visitar la catedral. O el sevillano conocerá al momento si tendrá caseta en la Feria de Abril.
En Barcelona buscan reducir la contaminación generada por el reparto de mercancías. Usar furgonetas eléctricas, construir 22 centros de distribución y desde aquí utilizar solo vehículos sostenibles son los hitos del plan. “El objetivo es acortar hasta un 10% estos gases”, dice Xavier Patón, gerente de la Agenda 2030.
734 millones de euros es el presupuesto al que ascienden los planes de estos municipios
Zaragoza apuesta por implicar a los vecinos de Balsas de Ebro Viejo, una zona construida hace más de 50 años, en la rehabilitación integral de sus viviendas y de todo el barrio. Balsas Positivo es el nombre de un plan que pretende convertir los edificios en cero emisiones, usando energías renovables, renovando las infraestructuras y el espacio público.
El nuevo Gijón surge del internet de las cosas (IoT). Se trabaja en el despliegue de una red interoperable, abierta y neutra de sensores en 45.000 puntos, 185 edificios municipales, 100 hogares y 150 comercios, comenta Fernando Álvarez, jefe de servicio del ayuntamiento. Energía, luz y edificios inteligentes. El dinero ahorrado en agua, luz y gas se destinará a lo que los vecinos decidan.
Un concepto que se extiende como una mancha de aceite por todo el país
Lo que empezó siendo una idea que se aplicaba solo a las grandes urbes ha evolucionado y ahora se implanta en cualquier localidad. Cuando se buscan ciudades más eficientes, sostenibles y confortables, el tamaño no es lo importante. Estos son algunos proyectos que ayuntamientos de toda España quieren financiar con fondos europeos.
Vinaroz (Castellón): van a actualizar el plan de movilidad urbana para hacerlo sostenible, centrado en el núcleo urbano y en las playas.
Alcoy (Alicante): harán comunidades energéticas locales y fomentarán del autoconsumo. Colaboración público-privada para crear una red, generar energía renovable y repartirla entre sus miembros.
Zahara de la Sierra (Cádiz): disponen de un presupuesto de 8,5 millones para soterrar el cableado municipal, desarrollo de suelo industrial, infraestructuras de turismo activo, puesta en valor de senderos y construcción de un museo de historia y un albergue.
Ávila: ha solicitado 20 millones para actuaciones en movilidad sostenible, eficiencia energética y economía circular.
Rota (Cádiz): cuenta con un proyecto de regeneración urbana de 30 millones para el despliegue del 5G y gestionar el alumbrado, el consumo de agua y la recogida de basuras.
Punta Umbría (Huelva): tiene plan de movilidad sostenible con una zona de bajas emisiones en el casco antiguo.
Hacer que las personas vivan mejor
El objetivo que persigue la ciudad del futuro para sus habitantes no difiere mucho del de la tradicional. “Se trata de entender qué quiere la gente y hacerle la vida más fácil”, sostiene Miquel Martí, consejero delegado de Barcelona Tech City, una asociación privada que pretende consolidar a la capital catalana como un centro tecnológico internacional.
La novedad procede de la innovación y de los avances tecnológicos que de manera horizontal persiguen la transformación digital de las ciudades del mañana. “Estas son más sostenibles, más centradas en el ciudadano, con una movilidad integrada, más sanas y con un espacio más habitable”, explica Martí. Antes es fundamental “definir con el mayor consenso posible qué modelo de urbe queremos”.
“Una ciudad es el lugar donde vive la gente, con independencia de su tamaño. Solo cambian las necesidades”, dice Mariano Barroso, presidente del clúster Smart City, una entidad que impulsa este concepto en localidades más pequeñas.
Cristina Mateo, vicedecana de la Escuela de Arquitectura y Diseño en IE University, cita el protagonismo de los ciudadanos: “Lo que está sucediendo tiene consecuencias para ellos respecto a una mejora potencial de servicios integrados. Temas que les afectan en el día a día. Eso también significa un rol mucho más activo. Tienen que avanzar hacia esa nueva responsabilidad más activa”.