La OCU desvela los 3 únicos alimentos que se pueden comer si les quitamos el moho
La mayor parte se deben tirar a la basura, aunque hay tres excepciones
De acuerdo con la OCU, los típicos mohos verdes, blancos o negruzcos que invaden los alimentos son hongos que los colonizan y se nutren a su costa, llegando a penetrar profundamente en su interior a través del micelio, unas finas ramificaciones difíciles de percibir a simple vista. Los riesgos del moho son básicamente dos. El primero es que puede producir micotoxinas, sustancias tóxicas capaces de inducir cáncer y alteraciones genéticas. Además, junto a los hongos pueden crecer bacterias patógenas indetectables por el ojo humano.
No obstante, como apunta la OCU, hay tres excepciones de alimentos que sí se pueden comer aunque presenten moho, siempre y cuando sigamos los pasos adecuados para retirar la parte contaminada.
En el jamón, la cecina o el salchichón, es normal que aparezca algo de moho si tardan en consumirse. Raspa el moho y toma el resto.
Los quesos duros, es decir, aquellos que tienen poca humedad, como el manchego, el emmental o el gouda, se pueden comer después de quitar con un cuchillo toda la parte que rodea el moho, con una propina de 2 centímetros alrededor y por debajo de la zona afectada.
Los vegetales de carne firme, como la zanahoria, el pimiento o el repollo, se pueden comer tras quitar con un cuchillo toda la zona alrededor del moho, incluido el mismo margen de seguridad de 2 centímetros alrededor y por debajo.