La capital y el Área Metropolitana tendrán un plan de calidad del aire antes de 2023
Las consejeras de Desarrollo Sostenible y Fomento reúnen a 22 alcaldes granadinos para acordar una estrategia contra la polución.
La capital nazarí y los municipios del entorno dispondrán de un plan de calidad del aire metropolitano antes de 2023. Ese es el compromiso alcanzado por la Junta de Andalucía y los ayuntamientos del Cinturón en la primera reunión de la Estrategia Andaluza de Calidad del Aire, que tuvo lugar ayer en el centro de Granada.
Las consejeras de Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, y Fomento, Marifrán Carazo, además del alcalde de la capital, Paco Cuenca, y el delegado de la Junta, Pablo García, presidieron el encuentro, que congregó a otros 21 regidores del Área Metropolitana con el objetivo de abordar una estrategia coordinada contra la polución.
Según explicó Crespo, el del Área Metropolitana de Granada es uno de los 13 planes abordados por la Junta, un documento que debe nacer de un diagnóstico de la situación actual en el que trabajan ya los técnicos de la consejería. Parte de los datos recabados son ya conocidos. El entorno de la capital superó en 2019 los límites permitidos de dióxido de nitrógeno, aunque en 2020, con motivo de las restricciones por la pandemia, y lo que va de 2021 los indicadores «están por debajo».
Las esperanzadoras noticias de los últimos dos años «da algo de tiempo», en opinión de la consejera, para que los expertos estudien la casuística y diseñen un conjunto de acciones para evitar que la contaminación atmosférica vaya a más.
El plan acordado por los intervinientes pasa por mantener una nueva reunión de carácter técnico en febrero del año que viene para analizar la información y establecer medidas «a corto y largo plazo». Esas actuaciones deberán ser recogidas en un decreto que, como remarcó Crespo, debe estar listo para finales de 2022. El motivo es que tanto la Junta como los ayuntamientos pretenden emplear parte de los fondos que la Comisión Europea ha puesto a disposición de los estados para financiar estas iniciativas y «solventar un problema histórico».
Carazo promete ayudas específicas para renovar las calderas
La consejera de Fomento, Marifrán Carazo, se comprometió ayer a impulsar una convocatoria específica de ayudas destinadas a la renovación del parque de calderas de Granada. La responsable hizo este anuncio después de que el alcalde de la capital nazarí, Paco Cuenca, recordara que, de acuerdo a los datos que maneja el Ayuntamiento, el 15% de las partículas contaminantes que afectan a la ciudad y al Área Metropolitana provenga del uso de estos dispositivos antiguos.
La responsable prometió públicamente que iniciaría trabajos técnicos con carácter inmediato para que se pueda sacar adelante una convocatoria de ayuda en el menor plazo de tiempo posible. Como señaló, la consejería tiene una línea de fondos destinada a edificios con este tipo de sistema de calefacción. En su opinión, los datos municipales «reflejan las circunstancias especiales de Granada», por los que abogó por que la consejería piense en una fórmula para tratar de revertir la situación. «Agarro el guante, alcalde, y voy a definir la convocatoria de ayudas porque hay una oportunidad de avanzar en este sentido», aseguró a Paco Cuenca.
En su intervención, la consejera de Fomento destacó la importancia de foros como el celebrado ayer para poner en común estrategias en pos de «un objetivo que nos une, que Granada deje de ser la ciudad más contaminada de Andalucía». Carazo agradeció a los regidores presentes su «implicación» por abordar un problema que, como recordó, tiene un impacto directo en la salud de los ciudadanos.
«Firmeza»
La responsable pidió «firmeza» y «coordinación» para «tomar medidas a corto y medio plazo». En su opinión, dichas iniciativas deben ir encaminadas a «favorecer el transporte público» y destacó propuestas como el intercambiador sur o la renovación de los accesos con una plataforma reservada y carriles ciclopeatonales.
La dirigente solicitó a los alcaldes presentes que trabajen para «recuperar usuarios» y llamó a «sensibilizar a los vecinos». Como recordó, los sistemas públicos de transporte «han sufrido un retroceso con motivo de la pandemia» y «tenemos que cambiar la tendencia». El motivo no es otro que «mejorar la salud y la calidad de vida de los granadinos».
El alcalde de Granada, que habló en representación de los regidores, recordó que «ya no hay margen» e impelió a los asistentes «a tomar medidas urgentes» para no negar «el futuro a nuestros hijos». Paco Cuenca remarcó que es «clave» saltar de la visión «localista» a la «metropolitana» porque «la vida de un granadino» revela que «somos una gran ciudad más de medio millón de habitantes».
El responsable agradeció a la Junta que «recoja el guante» de la reunión de regidores celebrada dos meses atrás y abogó por la «colaboración» entre todas las administraciones». Como recalcó, «la mala calidad del aire no tiene colores políticos ni límites geográficos», por lo que «las medidas tienen que ser de ámbito metropolitano y ahí no puede faltar nadie».
Cuenca aprovechó para solicitar a la Junta «una apuesta por el transporte público» y la renovación del POTAUG y del plan especial de la Vega, iniciativas que, junto con la limitación de la quema de rastrojos en la trabaja la Diputación, pueden poner freno a uno de los problemas más acuciantes del territorio.