11 discursos feministas que todo hombre debería escuchar
Porque quizás te ayuden a comprender su causa
A todos se nos puso un nudito en la garganta cuando escuchamos hablar a Oprah Winfrey en la ceremonia de entrega e los Globos de Oro. Vimos a toda la flor y nata del cine y la televisión hollywoodiense con los ojos anegados de lágrimas, conteniendo la respiración, mientras la diosa del showbusiness arremetía con su discurso directo contra “los hombres poderosos y brutales” que durante tanto tiempo han dominado el cotarro. “Su momento ha llegado. Se acabó el tiempo”, sentenció. Su impacto fue tal que hasta se habló de que acabaría en la Casa Blanca. Sería todo un cambio tras los desvaríos del presidente machista, racista y cenutrio que gobierna el país, y a mí me haría muy feliz, aunque solo fuera por ver qué cara pone Trump al enterarse de que su reemplazo es una mujer negra nacida en la más abyecta pobreza.
Pero el discurso de Oprah no es el único que merece la pena destacar. Ha habido y hay mujeres (y hombres) que han dejado bien claro, sin pelos en la lengua, que ya es hora de acabar con la supremacía machista y empezar con la auténtica igualdad, a través de unos discursos que todo hombre que se precie debería escuchar. En el ámbito laboral, en el hogar, en las relaciones de pareja, cuando salimos de juerga… los hombres y las mujeres somos iguales, con las mismas obligaciones y derechos, se nos debe juzgar siempre por el mismo rasero, y premiar por las mismas cualidades. Como bien defienden en estos once discursos feministas.
Madonna en la entrega de los Billboard (2016)
La diosa del pop lloró y nos hizo llorar a todos mientras relataba los episodios de sexismo y de misoginia, de intimidación constante y de abuso implacable que tuvo que soportar al inicio de su carrera, la violación que sufrió a punta de pistola, los repetidos actos de violencia. La cantante explicó además que feminismo y sexualidad no son conceptos antagónicos, como algunas personas pretenden hacernos creer. Dudo que las intelectuales francesas encabezadas por la Deneuve tengan a Madonna como ejemplo de puritanismo, aunque, después de lo que he leído en su manifiesto, quién sabe lo que piensan. Como prueba del acoso que ha sufrido la cantante, tenemos la entrevista que le hicieron en 1992 Martes y Trece para RTVE. Da vergüenza ajena.
Chimamanda Ngozi Adichie en su charla TED (2012)
La novelista nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie nos habla de feminismo, de cómo enseñamos a nuestras hijas a tener ambición, pero no mucha. A aspirar al éxito, pero no demasiado… pues eso a los hombres les parece una amenaza.
Su mensaje es positivo, nos pide que comencemos a soñar y planificar un mundo diferente, más justo, de hombres y mujeres más felices y más auténticos.
Puedes verla aquí.
La respuesta de Helen Mirren al sexista Michael Parkinson (1975)
No es un discurso, pero merece la pena echarle un vistazo. El periodista Michael Parkinson se atrevió a sugerir a Helen Mirren en una entrevista televisada que su “equipamiento” podía no ser bueno para que se la considerase una actriz seria. Mirren, atónita, le interrumpe. “Me gustaría que explicaras qué es para ti “mi equipamiento”. “Tus atributos físicos”, suelta Parkinson. “¿Mis dedos? ¿O acaso sugieres que las actrices serias no pueden tener pechos grandes?”, pregunta directamente Mirren. En lugar de disculparse o evadir el tema a Parkinson solo se le ocurre añadir: “Creo que pueden distraer al espectador de tu actuación”. No, hombre, no. Cuando estás en la mierda, no te muevas. Aunque en inglés todo suene más pomposo y más fino, en realidad las palabras de Parkinson eran un zafio “Vaya par de aldabas”. Y habrá quien se crea que eso es un cumplido.
Emma Watson en su discurso de la campaña HeForShe, en la ONU (2014)
Para mí es una heroína con cara de ángel y voluntad de hierro. El 20 de septiembre de 2014, la actriz y filántropa dio un emotivo discurso en el que defendió la igualdad política, económica y social de los sexos, y en donde exhortó a hombres y mujeres a luchar por la libertad y la igualdad. No entiendo por qué tiene tantos detractores, cuando su discurso es una llamada a la justicia y a la colaboración, y su labor, como embajadora de buena voluntad de la ONU, la lleva a dejarse la piel en los países más remotos del mundo para acabar con la desigualdad.
Taylor Swift en los Grammy (2016)
La artista country no desperdició la oportunidad al recoger su Grammy como mejor artista de 2016 para plantarle cara a Kayne West, mediante este este mensaje reivindicativo: “Quiero decir a todas las mujeres jóvenes: habrá gente en el camino que tratará de despreciar vuestro éxito o llevarse el crédito por vuestros logros o vuestra fama. Pero si te centras en el trabajo y no dejas que esa gente te confunda, algún día llegarás a tu destino, mirarás a tu alrededor y sabrás que fuiste tú y la gente que te quiere los que te colocaron aquí arriba, y será el mejor sentimiento del mundo”. La bronca entre West y Swift se remonta al año 2009 cuando el rapero interrumpió el discurso de agradecimiento de la cantante en la ceremonia de los MTV para decir que el premio que se llevaba Swift se lo merecía Beyoncé y no ella
Natalia de Molina en los Goya (2016)
La desigualdad salarial fue lo que denunció Patricia Arquette cuando fue a recoger la estatuilla por su interpretación en Boyhood. Dedicó el premio a todas las mujeres “que dieron a luz a cada contribuyente y ciudadano”. Recordó que a pesar de que las mujeres han luchado por apoyar otros muchos colectivos, había llegado el momento de “luchar por los suyos propios y conseguir la igualdad salarial de una vez por todas”.
La actriz cree que su discurso le costó muy caro, pues pasó mucho tiempo después de la ceremonia sin recibir ofertas laborales. Al final en 2017 trabajó en Permanent, una comedia juvenil que no se ha estrenado en nuestro país, y ahora mismo presta su voz en Toy Story 4. Esperemos que esa inactividad se debiera solo a una mala racha que ya pasó.
Barack y Michelle Obama, respectivamente
Con motivo de su 55 cumpleaños, el (entonces) presidente de los Estados Unidos, Obama habló sobre cómo sus dos hijas le hicieron comprender la importancia de la igualdad de género y darse cuenta de que aún existe un largo camino para que las mujeres consigan las mismas condiciones laborales que los hombres. Pero a la que realmente hay que escuchar es a su mujer Michelle, que en 2016, en plena campaña electoral, arremetió contra Donald Trump, contra su falta de respeto, a hombres y mujeres, por sus continuos comentarios machistas. “Siento esto de manera personal. Los comentarios vergonzosos sobre nuestros cuerpos, la falta de respeto a nuestras ambiciones y a nuestro intelecto, la idea de que puedes hacerle cualquier cosa a una mujer. Es cruel. Da miedo. Y la verdad es que hace daño”. Estoy de acuerdo: eso es lo que más rabia da de Trump; por más sandeces que suelte, la verdad es que duelen. Me hieren sus estúpidos comentarios contra las mujeres, los inmigrantes, los pobres, me hace daño su socarronería, su desprecio y su estulticia.
Justin Trudeau, siempre
Este hombre nos hace suspirar a todas, yo, cada vez que abre la boca, lo encuentro más sexy. En sus discursos deja siempre claro algo que todos deberíamos saber, que feminismo no es lo contrario del machismo, feminismo no aboga por la supremacía de la mujer sobre el hombre, sino por la igualdad entre sexos. Yo soy feminista, mi marido es feminista, mis hermanos son feministas, Ricky Gervais es feminista, Alan Alda, Antonio Banderas: todos deberíamos serlo.
Ricky Gervais en los Globos de Oro (2016)
Se declara feminista y lo es, activamente. Cuando presentó los Globos de Oro en 2016, tres veces denunció, con esa cáustica acidez suya, las diferencias salariales entre hombres y mujeres.
También se metió con los estúpidos clichés que parece ser que circulan por Hollywood sobre el fracaso comercial de las películas con protagonistas femeninas. Es de los discursos más suaves de Gervais, consigue lanzar sus pullas, pero esta vez resultan hasta amables. Aun así, merece la pena un visionado.
https://youtu.be/-gltjeoFnWs
Clara Campoamor (1931)
No podemos ver en televisión el discurso que en 1931 dio Clara Campoamor en la Cámara de Diputados en defensa del voto de la mujer, pero sí que podemos leerlo. Su transcripción muestra un discurso valiente y sincero. Debió de calar en el hemiciclo, formado en su gran mayoría por hombres, pues consiguió ese mismo año que por primera vez en España la mujer pudiera acudir a las urnas, mucho antes que en otros países europeos como Francia, Italia y Suiza.