Tienen muchos recursos ‘adictivos’, como el ‘cliffhanger’, ese final en suspense que deja al protagonista en una situación extrema para asegurarse de que el espectador seguirá ahí cuando emitan el próximo capítulo

Escuchamos un disparo en la oscuridad, silencio, fundido a negro y aparecen los títulos de crédito. Entonces maldices por lo bajo. Sí, tú también estás enganchado. Los adictos a las series se cuentan por millones, personas pegadas a una pantalla capaces de tragarse un maratón de seis, ocho o más horas, que todas parecen pocas. ¿Qué tienen las ficciones que provocan semejante enganche? Pues tienen muchos recursos ‘adictivos’, como el ‘cliffhanger’, ese final en suspense que deja al protagonista en una situación extrema para asegurarse de que el espectador seguirá ahí cuando emitan el próximo capítulo.

Convocamos a cuatro guionistas con mucha experiencia y títulos de éxito en su currículo para desentrañar el enigma.

Los personajes

Todos coinciden en que el requisito fundamental para lograr este efecto de ‘seriemanía’ es la creación de sólidos personajes. «Si construyes individuos con muchas capas, que comuniquen por sí mismos, con bondades y fallos, surge la necesidad de seguirlos», explica Marta Sánchez, guionista de ‘Allí abajo’ o la reciente ‘Supernormal’, para quien un buen dibujo psicológico atrae, indefectiblemente, la atención de los espectadores.

¿Buenos o malos?

Los caracteres planos y sin aristas, incapaces de sorprender, no resultan atractivos, coinciden los especialistas. «Los buenos son contradictorios. Sin embargo, los malos de ‘Juego de Tronos’ acababan cayéndote bien en la cuarta temporada porque George Martin, su creador, consigue que su conducta sea comprensible», señala su colega Javier Holgado, responsable de ‘Los misterios de Laura’ o ‘Presunto culpable’, entre otros títulos.

La trama

La trama, dicen, es otra cuestión esencial. «Hablamos de algo parecido a un puzzle que hay que ir montando poco a poco, con cierto ritmo. Hay que ir planteando interrogantes y dando soluciones que sorprendan», advierte Virginia Yagüe, responsable de series diarias como ‘Amar en tiempos revueltos’. Y Marta Sánchez coincide en la apreciación. «Resulta muy difícil enganchar desde el primer momento, necesitas algo más para que vaya interesando».

¿Comedia o drama?

Hablando de géneros, no es igual una comedia que un drama. La primera «provoca una sensación estupenda, pero no atrapa necesariamente», alerta Yagüe. «Hay menos series de humor que antes con tanto éxito universal, como fueron ‘Friends’ y ‘Frasier’, y pocas arrastran grandes audiencias. Las buenas comedias son casi objetos de culto minoritario», sostiene Holgado, y menciona el tirón, en los últimos años, de ‘La que se avecina’, que ha roto con la hegemonía norteamericana. «Es que no se me ocurre ninguna que tenga ahora tanto tirón como las de antes», insiste. Y rescata la reciente ‘The White Lotus’, una serie dotada de una ironía descarnada. «Los personajes son tan miserables que destrozan todo lo que tocan, como si se tratara de una revisión contemporánea de Monty Python».

Los actores y actrices

La presencia de actores con pedigrí es otro recurso para convertir a espectadores en adictos. «Se han roto los prejuicios de las figuras estelares, que privilegiaban el cine porque lo asociaban con mayor calidad». El caso de Kate Winslet, protagonista de ‘Mare of Easttown’, una serie que ha obtenido excelentes críticas y buenas audiencias, evidencia que la fama del actor o la actriz protagonistas puede impulsar el proyecto. Y la necesidad es mutua. «En la coyuntura en la que estamos, o se implican en series o no les queda otra opción que aceptar un superhéroe de Marvel».

La temporada entera

La emisión de golpe de toda la temporada es otro reclamo importante y propicia esos maratones de fin de semana. Aunque tiene sus desventajas. «Parece que te quedas más a gusto viéndola entera, pero también implica que la historia se quede vieja a los dos días y se olvide pronto, mientras que la emisión de un capítulo semanal da lugar a una experiencia más duradera», abre el debate Holgado.

Para Alberto Macías, guionista de la longeva ‘Cuéntame’, este modelo sustituye al ritual de la espera y facilita el acceso, «pero con lo laborioso que es el proceso que va desde que se escribe a montar, que el producto se consuma en una tarde lo puede hacer insostenible», advierte.

SEIS DE LAS SERIES MÁS ADICTIVAS

 

 

‘The Crown’

«A diferencia de otras series, en esa lo sabes todo sobre ellos»

Javier Holgado: «Todas las temporadas me las consumo del tirón. Me enganchaba, en gran medida, por los personajes. En otras producciones quieres ver lo que va a suceder y aquí sucede a la inversa, lo sabes todo de ellos porque has crecido leyendo sobre la familia real inglesa y la incertidumbre radica en cómo abordarán cuestiones conocidas. A ese respecto, me sorprende su forma de enseñar intimidades, siempre lo hacen desde una perspectiva muy inteligente».

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‘Breaking Bad’

«Me fascina ver cómo el protagonista se va ‘oscureciendo’»

Marta Sánchez: «No puedes dejar de ver la serie porque te sorprende su manera de mostrar la realidad, de contar y desarrollar la trama. Me fascina contemplar cómo el personaje principal, un profesor de química, se va ‘oscureciendo’, cómo se convierte en un capo de la mafia y le gusta el poder que adquiere. Los actores son magníficos y los guiones carecen de artificios, no hay giros porque sí a la manera de ‘Perdidos’, donde se hacía de todo para enganchar al público. Aquí prima un argumento que te seduce muy inteligentemente».

‘Los Soprano’

«Te plantea un reto, tolerar a un asesino»

Alberto Macías: «Te plantea un reto, tolerar a un personaje que es un asesino. ¿Hasta dónde le voy a seguir?» Y, al final, te dejas embaucar por un protagonista fabuloso, interpretado de una forma brutal por James Gandolfini. El resultado es cierta mirada distante del mundo mafioso, ajena al punto de vista tradicional, como si se tratara de seres familiares, combinando de una forma magistral cuestiones como el tráfico de drogas y el problema íntimo de una hija embarazada. El trabajo de los guionistas me parece magnífico».

‘Mad men’

«El protagonista está tan bien traído que te arrastra consigo»

Alberto Macías: «El creador de esta serie es el escritor, director y productor Matthew Weiner, también productor de ‘Los Soprano’, y eso se nota. El diseño de producción es soberbio, te conduce a los años 50, su moda y costumbres. El publicista, el protagonista absoluto, está tan bien construido que te arrastra consigo, es sencillamente magnético, incluso creo que el actor no era tan bueno como el propio personaje. Su capacidad de seducción es tremenda, hasta el punto de que, a pesar de estar rodeado de otros muy atractivos, él sustenta toda la historia».

 

«Me encanta su frescura, algo difícil de encontrar»

Virginia Yagüe: «Destaco su frescura, una característica que suele ser difícil de encontrar en las series. Yo tenía noticias de los monólogos de Phoebe Waller-Bridge, pero me asombró ver su capacidad para llenar la pantalla. La actriz rompe la cuarta pared, lo que no es completamente original, pero me asombra su interpelación frontal y directa. Resulta subyugante este relato original de una mujer que nos habla francamente desde su experiencia y, asimismo, el reflejo en el contexto».

‘Happy Valley’

«El punto de vista es el de una mujer policía de 59 años, qué maravilla»

Virginia Yagüe: «Que el punto de vista sea el de una mujer policía de 59 años en una pequeña población ya me parece orgásmico. ¿Dónde puedo presentar yo algo así en España y que me lo compren? ¡Qué maravilla! Me encantaría hablar con los autores para saber cómo lo hacen. La trama no tiene lugar en Londres, pero representa bien el sistema inglés de producción con sus parámetros de calidad».

GERARDO ELORRIAGA

https://www.ideal.es/vivir/ocio/enganchan-series-20210920140130-ntrc.html

 

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