«Su sombra va creciendo y quien no es morentiano hoy lo será mañana, a veces sin saberlo, a veces sin reconocerlo»

Diez años ya que nos dejó. Diez años que ha seguido creciendo. ¡Cada día canta mejor!, dijo aquel. No solo se impone su cante, también su sabiduría, su aura, su carisma, su huella, su impronta. No hay cantaor actual que no haya crecido bajo su ala, lo conociera o no. El flamenco es un arte vivo y como tal medra. Los flamencos de cualquier disciplina, cante, toque y baile, desean innovar, aportar algo nuevo, hallar un lenguaje propio. Y quién mejor que fijarse en Enrique Morente, que fue libre, que abrió las puertas y las ventanas de un flamenco estanco, que fue pionero, como contados flamencos en la historia del género. Pudo haber una historia Silverio; y otra Chacón y Torre; y Vallejo; y Pastora; y Carmen Amaya; y, más recientemente, Camarón y Paco de Lucía; aunque también, de manera innegable, la era de Enrique Morente.

Su sombra va creciendo y quien no es morentiano hoy lo será mañana, a veces sin saberlo, a veces sin reconocerlo. En el panorama nacional –dicho con orgullo por ellos mismos— están influidos por él entre otros Carmen Linares, Mayte Martín, Segundo Falcón, Miguel Poveda o Arcángel (que giró con las voces Búlgaras, como lo hizo el maestro). En este mundo más cercano, como es Granada, más fácil sería contar los que escapan de su abrazo que los que están de alguna forma arropados por él.

Arcángel y Miguel Poveda, dos de los múltiples artistas en los que ha influido la figura de Enrique Morente. / IDEAL

En primer lugar, como es lógico, habría que hablar de su familia, Estrella, Soleá y Kiki, que han heredado su voz y sus formas y dignifican su apellido allá donde vayan. Pero también los Carbonell, familia de Aurora, que extienden su eco tanto en el cante como en la guitarra. Tras ellos, sin ningún orden y con la pena de dejar a muchos en el tintero, podemos hablar de Pedro ‘el Granaíno’ que, con su inigualable timbre, navega entre Morente y Camarón; Sergio ‘el Colorao’, que remeda sus maneras delicadas; Juan Pinilla, que prosigue su labor investigadora musicando cualquier texto o poema; Álvaro Rodríguez, que grabó la soleá ‘Al maestro Morente’ en su primer disco; a Alicia Morales y a Esther Crisol, que rezuman Morente a cada paso; a Manuel Lorente que estuvo con él; a las Mujeres Mediterráneas que siempre lo recuerdan; a Miguel Ochando, Juan Habichuela o los hermanos Cortés que lo acompañaron a la guitarra; a Antonio Gómez ‘el Turry’ que compuso ‘Eco de Morente dibujado’ que también canta José Enrique; a Manzanita de Santa Fe y Pepe Luis Carmona que lo acompañaron en los coros; a Alfredo Tejada que metió a Morente por fandangos en ‘Los sentidos del alma’; a Antonio Campos que tituló una soleá con su fecha de nacimiento en ‘Escribiendo en el Alfar’; a David Sorroche, que enseña con su cante; a Jesús Hernández, Sergio Pamies y Alberto Raya, que lo tienen entre las teclas de sus pianos; a Eva Yerbabuena y Belén Maya; a Israel Galván y Andrés Marín a los que inspira su baile; a Ana Mochón, Joni Cortés, Aroa Palomo, Ana Sola, Rudy Fernández, José el de la Porrona e Iván Centenillo que crecieron con él…

Por otro lado están las formaciones que han nacido de su memoria, para interpretar o reinterpretar sus temas, como los recientes M de Puchero (Antonio Fernández, Fernando Rodríguez y Salvador Fernández), que están grabando su primer disco; Qüasar, compuesto por dos exmiembros de TNT, una de las bandas pioneras del punk rock en España, Ángel Doblas y Jesús Arias; o Los Evangelistas, con componentes de Los Planetas y Lagartija Nick que llevan a Soleá Morente entre sus filas.

Además, su influencia se deja ver también en el mayor éxito de la banda granadina 091, ‘La vida qué mala es’, inspirada en un estribillo que le escucharon a Enrique Morente. En la misma línea, Morente ha influido en grupos como Fausto Taranto, ‘Exquirla’ (con El Niño de Elche) o Mariola Membrives, quien hiciera el ‘Omega’ en versión jazz. Incluso el genio albaicinero ha dejado huella en otros estilos, como ocurre con Domestic (electrónica) y 5Duros (blues).

Para terminar (o para empezar de nuevo) no podemos olvidarnos del tema ‘A Morente’, que Javier Ruibal ha cantado tantas veces con Estrella; ni a Jorge Pardo que le da paso por fandangos con el saxo; ni a Jorge Drexler que compuso ‘Cuando cantaba Morente’ el día que se homenajeó al artista en 2014.

Enrique sigue dejando huella con sus botas gastadas.

JORGE FERNÁNDEZ BUSTOS 

ESPECIAL DE IDEAL COORDINADO POR MARIA VICTORIA COBO

https://www.ideal.es/culturas/musica/recordando-enrique-morente/legado-20201213232106-nt.html

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