23 noviembre 2024

Muchos tutean ya en todos los ámbitos. El usted parece condenado a desaparecer o a presentar merma significativa. (…) Siempre es más aconsejable pecar de formalista que de mal educado aconsejan los expertos

Cuando el joven camarero de la cafetería donde desayuno y leo el periódico me trae el platillo con la vuelta de haber cobrado la consumición, lo deposita en la mesa al tiempo que con suma cortesía me dice: «Toma». ¿Es que no valora la edad madura del cliente? Sí la considera y actúa en consecuencia con toda su afectividad; lo que ya no distingue, en modo alguno, es la posibilidad del doble uso del tú-usted en función de ciertas situaciones sociales.

El tuteo se ha convertido en un fenómeno imparable o en modalidad única en ciertas circunstancias y si no se da por hecha la muerte del usted, sí al menos, su ámbito futuro va quedando para ambientes familiares cuidados, relaciones muy formales, jerárquicas o protocolarias. Algunas amigas de una peluquera que conozco le comentan que cuando la oyen hablar de usted a sus clientas, consideran que a ellas nadie les ha enseñado que hay que hablar de usted a las personas mayores; puede ser que ni lo hayan aprendido de manera sistemática ni el contexto lo haya ofrecido con asidua frecuencia.

Se observa que el uso del usted ha quedado reservado a situaciones en que se mantiene un respeto protocolario por el interlocutor al igual que también se constata que diferentes personas mayores se sienten halagadas si las tutean. Siempre es más aconsejable pecar de formalista que de mal educado aconsejan los expertos para resolver las dudas que la generalización del tuteo suscita en algunas personas a la hora de dirigirse a un desconocido o de entablar una relación en un ámbito diferente al habitual. En realidad, los niños y los jóvenes no tienen dudas, tutean a todo el mundo; son los veinteañeros y treintañeros los que se sienten inseguros y fluctuantes.

El usted es más neutral e implica, sabido es, cortesía, formalidad y distancia entre el emisor y el receptor del mensaje. En cambio, tutear indica familiaridad, cercanía y acarrea ya un cierto nivel de confianza o camaradería con la persona con la que se está hablando o no tener conciencia de la diferencia. Hay hablantes que eligen modalidad deliberadamente según el contexto y otros que producen su discurso espontáneamente. La diferencia entre tutear y hablar de usted es significativa. El usted es más objetivo e implica separación entre el emisor y el receptor del mensaje. En cambio, tutear indica conciencia de proximidad o un cierto nivel de confianza con la persona con la que estás hablando o no valorar que estas apreciaciones son relevantes. Uno no es mejor que otro, simplemente son dos formas de cortesía diferentes que se utilizan en nuestro ámbito de relación y que marcan puntos de vista bien diferenciados. Algunos son más ventajosos pero el tuteo ha avanzado de modo extraordinario y ha dejado al usted en uso minoritario aunque ante la duda, hay menos riego de equivocarse con el usted.

El uso del usted ha quedado reservado de un tiempo a esta parte a contextos muy formales donde se mantiene una especie de respeto protocolario por el interlocutor. Y esto no era así hace unas décadas. Una investigación sobre el uso del tú y del usted en el lenguaje publicitario a finales de los 80 evidenciaba un uso mayoritario del usted y que solo el 11% de los anuncios analizados recurría al tú. La evolución ha sido descomunal. En España hemos reaccionado de forma tan virulenta a abrazar el tú como panacea de los conflictos relacionales que ahora ya el fenómeno es imparable; la gente joven, educada en el tuteo, arrasa con el tú, y como en la sociedad domina el valor de la juventud –en la publicidad, en la televisión, en los medios, etcétera– muchas personas mayores se sienten halagadas si las tutean y se rinden a la causa del tú.

Tú, vos y usted son tres formas pronominales de nuestra lengua. No se trata de una forma castiza y otra menos castiza de hablar ni de una forma moderna y otra menos moderna o arcaica, se trata simplemente de que en español hay tres formas para dirigirse o referirse al interlocutor en singular: tú, vos y usted, y otras dos para el plural: vosotros y ustedes. Tampoco hay un español de España y un español de América (aunque se usen estas expresiones de manera poco estricta), sino más bien un español de cada región de cada país donde se habla nuestra lengua; pero a la vez una sola lengua: unidad en la diversidad. Y hay zonas de España en las que se usa ‘vosotros’ y otras en las que se usa ‘ustedes’, como hay zonas de América en las que se usa ‘vos’, otras en las que se usa ‘tú’ y algunas (Colombia) en las que se usa solo el ‘usted’.

En la sociedad actual se tiende al tuteo generalizado. Pero hay que diferenciar a los jóvenes de las personas mayores. Entre los jóvenes está más admitido el tuteo, aunque no está de más esperar a que nos digan que prefieren que se les tutee. Si no quieren, pronto lo dirán. Pero recordamos que lo más prudente es, siempre, empezar por el tratamiento de usted; no se entra en situación conflictiva y se suele ganar una cierta estima por parte de nuestro interlocutor.

ANTONIO UBAGO

https://www.ideal.es/opinion/dime-dame-toma-20220523182710-nt.html