¿Qué es lo que se enseña en las escuelas sobre educación sexual?

La actual ley educativa no recoge qué se tiene que enseñar en los colegios sobre salud y educación sexual. Los alumnos de Secundaria dan la parte más científica en la asignatura de Biología pero no hay nada más. Con la LOMCE desapareció la única materia que abordaba mínimamente el tema, Educación para la ciudadanía, así que todo depende de la buena voluntad y el interés de comunidades, directores, profesores o de las asociaciones de padres. En los institutos se organizan charlas normalmente con personal externo —desde enfermeras a sexólogas o asociaciones— pero aparte de eso en general ahora mismo no hay nada más.

Los adolescentes echan de menos más información sobre sexo en clase. Preguntadas por la SER, unas alumnas de 3º de la ESO de 15 años de un instituto público de Madrid, cuentan que este curso dos enfermeras les han dado «una charla sobre cómo poner un condón» pero creen que «una charla al año no es suficiente». Al menos en casa dicen han empezado a hablar de sexo con sus padres —o más bien con sus madres— aunque para resolver dudas cuentan que sobre todo recurren a los amigos, a las redes sociales y al final a la pornografía que reconocen —ellos y ellas— que no es la mejor fuente de información: «Acabamos pensando que es la vida real», dice un joven.

¿A qué se debe el repunte de las violaciones grupales y las agresiones sexuales entre menores?

 

Los profesores insisten mucho en que la educación sexual no puede dejarse únicamente en manos de la escuela. Gemma Pérez Gimeno da clase en el Instituto Padre Vicente de Alcoy y recalca esa idea: «La educación tiene que ser una cosa compartida entre las familias y obviamente nosotros pero la responsabilidad única de darles educación creo que es un error. Creo que tenemos que trabajar familias, centros educativos y administración todos de una para intentar paliar este incremento de agresiones». Esta profesora cree que este aumento de abusos entre menores no tiene una única causa y dice que hay que tener en cuenta que, a pesar de todo, los jóvenes tienen más información que antes y piensa que hay cosas que ya no se dejan pasar: «Ahora son más conscientes de lo que está pasando. Yo creo que ha pasado siempre pero ahora hay más información». Cree también que es fundamental que haya más formación pero para todos: chavales, docentes y también familias porque hablar de sexo con los hijos sigue siendo un tabú.

Los padres reconocen preocupación. Rosa es madre de un chico y una chica, y ella ve cierta banalización del sexo y a edades muy tempranas: «Cada vez me doy más cuenta de cómo se utiliza el sexo para hacer cualquier tipo de broma en contexto familiar, incluso para películas que son para menores de 12 años». Rosa coincide con la profesora Gemma en que la educación sexual debe abordarse en el colegio y también en casa, y aunque reconoce que aún no lo ha hecho abiertamente cuenta que aprovecha películas, series o hasta el telediario para lanzar mensajes a sus hijos.

A partir de septiembre entra en vigor la nueva ley que sí que trata la educación afectivo sexual de forma trasversal en distintas asignaturas y en materias específicas como las de Valores Cívicos y Éticos que van a ser obligatorias para todos los alumnos en Primaria y en la ESO.

«La pornografía la consumen chicos y chicas pero el mensaje es totalmente diferente»

La socióloga Carmen Ruiz Repullo, experta en violencia de género, cree que tras el repunte de agresiones sexuales entre menores ocurre lo mismo que tras los casos de violencia de género, «que seguimos viviendo en una cultura patriarcal con una socialización muy sexista» y defiende que no se trata solo de falta de información sino de qué información se está trasladando. La influencia de la pornografía es tremenda porque no estamos educando. Estamos dejando en la pornografía que nuestras criaturas vayan aprendiendo y esa pornografía lo que hace es erotizar la violencia hacia las mujeres y nos está diciendo a las chicas, «oye, aunque esto no os guste, esto es lo que les gusta a ellos y vosotras lo único que tenéis que hacer es aceptar» y esto conlleva muchos riesgos y muchos peligros que no queremos ver como sociedad».

Carmen Ruiz incide en que «la pornografía la consumen chicos y chicas pero el mensaje es totalmente diferente»: «El mensaje a los chicos es que ellos tienen el derecho a expresar, a pedir y a exigir lo que desean en la sexualidad y estamos hablando de prácticas violentas», recuerda.

Retroceso en las aulas «por miedo»

Esta experta en violencia de género lleva muchos años impartiendo charlas sobre educación sexual en igualdad en las aulas y ha visto un claro retroceso: «Toda la sociedad deberíamos ponernos a ello y con mucho cuidado también las Administraciones Públicas intervenciones como la de determinados políticos y políticas lo que hacen es legitimar la cultura de la violación, que es lo que intentamos frenar en los talleres. Es fundamental la formación del profesorado y ha habido un parón durante los últimos años. Hoy hay como mucho miedo de que te digan algo las familias, de trabajar determinadas cosas dentro del aula… por eso tiene que haber un respaldo de la Administración».

Carmen recuerda que ha entrado en un aula donde un joven le dijo que tuviera cuidado con la información que iba a dar porque su padre era abogado. Sin nombrar a la ultraderecha, recuerda que las redes legitiman determinados discursos «desde determinados ámbitos políticos» que lo que hacen es reforzar la idea de que lo que hacen es «adoctrinar», y vuelve a pedir respaldo de las administraciones para poder seguir impartiendo sus charlas en igualdad como antes.