29 noviembre 2024

Almeida empequeñece la ciudad de Madrid con su ausencia en el homenaje de Almudena Grandes

El alcalde de Madrid convierte la ciudad en un lugar donde solo caben los que piensan como ellos, donde la diversidad está mal vista y donde los diferentes es mejor esconderlos, en sintonía con lo que hace la ultraderecha

Almudena Grandes es, desde ayer, hija predilecta de Madrid. No voy a entrar, no vale la pena, en la ausencia del alcalde en el acto de homenaje, aunque vale la pena recordar cómo Almeida utilizó a Almudena como moneda de cambio para aprobar sus presupuestos, pero sí quiero entrar en el Madrid que Almudena amaba. Lo recordó Joaquín Sabina recordando, a su vez, el pregón que la propia escritora pronunció en unas fiestas de San Isidro, un Madrid de todos. Por experiencia propia les diré que llevo más años en Madrid de los que puedo recordar, pago aquí mis impuestos, tengo aquí a mi médica, aunque cada vez sea más difícil verla, tengo aquí a muchos de mis amigos, mi trabajo, buena parte de mi vida. Y cada vez es más difícil reconocer en Madrid esa ciudad grande y abierta que era.

El alcalde Almeida, con sus políticas y sus ausencias, empequeñece la ciudad, la convierte, igual que hace Díaz Ayuso con la Comunidad, en un lugar donde solo caben los que piensan como ellos, donde la diversidad está mal vista y donde a los diferentes ya no solo no se les reconoce, sino que casi es mejor esconderlos. Una ciudad exclusiva para los suyos, para los que defienden lo mismo que ellos.

De hecho, están en sintonía con lo que hace la ultraderecha. Si alguien defendía que la entrada de Vox en los gobiernos autonómicos no tendría consecuencias, que se lo pregunten a la gente de Castilla y León. La ultraderecha tampoco quiere una sociedad donde quepan los que no piensen como ellos.

El deseo de ser nube, por Luis García Montero

‘La mirada’ más íntima del poeta tras el acto homenaje a Almudena Grandes.

En Castilla y León, el Gobierno de PP y Vox ha anunciado el recorte de 20 millones de euros en las subvenciones a los agentes sociales, dinero destinado a cursos de formación o a integración social y laboral de inmigrantes. Y esto después del paseo de Vox por la campaña electoral andaluza de la mano de la heredera del fascismo italiano, Giorgia Meloni, que pronunció un encendido discurso defendiendo, precisamente, las bases ideológicas del fascismo.

El lunes, en el segundo y último debate de los candidatos a las elecciones andaluzas, la candidata de Vox, Macarena Olona, volvió a repetirle al candidato del PP, Juanma Moreno, que si quiere su apoyo va a tener que ser formando un gobierno de coalición. Y ahora ya hay ninguna duda de quién es Vox, de quien se acompaña Vox, o de lo que hace Vox cuando llega a los gobiernos