Todo está en el aire
El resultado de ayer deja muchos interrogantes sobre la composición del próximo gobierno, hasta el punto de que la expresión «dejar en el aire» se repite en los titulares de esta mañana; pero también deja una certeza…
«Los españoles vamos a dar la bienvenida a 2016 sin saber qué gobierno nos espera: si Mariano Rajoy conseguirá repetir mandato, o si será una coalición de izquierdas liderada por el PSOE, o si tendremos que volver a las urnas el próximo mes de mayo. Son nada menos que tres escenarios, todos ellos sumamente complejos de construir, los que se abren después de un 20D en el que la única certeza es que este país ha roto con su pasado».
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Esta es la conclusión a la que llega Montserrat Domínguez en El Huffington Post. Así que El País señala la necesidad de alcanzar «cambio y estabilidad». Cambio, porque el nuevo «Parlamento de minorías» es un importante cambio, y «estabilidad» porque es necesario encontrarla a través de «un instrumento que ha brillado por su ausencia en los cuatro años de la pasada legislatura: el diálogo político».
De lo contrario, señala Cinco Días en su editorial, el país se enfrenta al «fantasma de la ingobernabilidad», y por eso considera que «es exigible que las negociaciones que llegan se hagan con rapidez y sin inútiles estridencias. Los mercados y los inversores van a estar muy atentos».
Desde luego, unos y otros, fuera de España, están muy atentos, a la vista de los titulares de la prensa internacional…
Hasta la prensa china destaca esta mañana el cambio político que supone para España la elección de ayer. Pero más cerca y con una mayor influencia, el Financial Times considera que «España se dirige a la agitación tras unas elecciones que arrojan un parlamento fragmentado», y el Times sitúa el visor en esta misma mañana, al advertir que «los mercados se preparan para la agitación por el giro de España a la izquierda».
Tampoco están muy tranquilos en la poderosa Alemania, donde hasta el progresista Süddeutsche Zeitung considera que «existe el peligro de que el próximo gobierno no vaya a ser muy estable, aunque España haya ganado en democracia». Leo Wiland en el Frankfurter Allgemaine, no duda en calificar lo sucedido como «el lío español», y no llega a descartar que Pablo Iglesias pueda ser primer ministro».
El diario de izquierdas en Francia Libération destaca, de hecho, «el vuelo de Podemos». La posibilidad de un gobierno de izquierdas a la portuguesa es apuntada por el New York Times, tras constatar que «el partido del gobierno pierde la mayoría parlamentaria», y en Portugal, Rui Tabares en Público considera que una España a la portuguesa sería la mejor noticia para Europa.
Así lo ven desde fuera, pero aquí, en España, también se analiza cómo quedan partidos y líderes. Empezamos por Rajoy…
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Que deja una endiablada herencia, a juicio de José Antonio Zarzalejos en La Vanguardia, porque su pérdida es de tal calibre que ni siquiera Ciudadanos la enjuga. En ABC, hasta Ignacio Camacho considera que «el desplome del marianismo es indiscutible».
Lucía Méndez, en El Mundo, ironiza: «Ahora sí, Rajoy tiene un lío. Ha llegado la hora de comprobar si el líder del PP es el genio de los tiempos del que hablan sus hooligans, el estratega bajo cuyo mando el ejército del PP avanza seguro de victoria en victoria» porque «Rajoy tiene que conseguir encandilar a 53 diputados para ser investido».
Pedro Sánchez sale bien parado, pese al resultado…
«El 20D aprieta pero no ahoga a Sánchez», considera Esther Palomera en el Huffington, quien, no obstante, augura que el cisma aún no se ha superado. No lo considera así José María Brunet en La Vanguardia, porque «los hombres de negro iban a venir de Sevilla, pero el 20D no hace de Susana Díaz la Merkel del PSOE». Antonio Elorza, en El Correo, cree que «los resultados son malos para el PSOE , pero pueden ofrecerle, por el rechazo al PP, la presidencia del Gobierno».
Una de las claves de ese eventual gobierno de izquierdas es el triunfador de la noche, Pablo Iglesias…
«El señor de las mareas», como le bautiza Rubén Amón en El País, porque ha conseguido navegar «entre las mareas políticas como un condotiero que ha cuestionado la hegemonía nacionalista del País Vasco, Cataluña y Galicia, más allá de haber echado sus redes en Madrid en un órdago a La Moncloa».
Cataluña, de hecho, va a ser una de las claves en la formación del nuevo gobierno, a juicio de Lluis Bassets, para quien ahora «más vale Mas que marzo», en alusión a una eventual repetición de los comicios. La Vanguardia, en cualquier caso, señala que el independentismo ha sumado sólo 17 escaños de los 47 posibles y que, por tanto, la «tercera vía» gana terreno.
En cuanto a Ciudadanos, queda la frase lapidaria de Manuel Jabois en El País sobre el motivo de su resultado menor: «Ciudadanos siempre se esforzó por dar la impresión de ser el cambio con profiláctico: no hay enfermedad pero tampoco hijos».
Y el tuit de esta mañana es una especie de deberes para el nuevo Parlamento…
Y los catedráticos que imponen la tarea son Fernando Vallespín, de Ciencia Política, y José Luis García Delgado, de Economía. Consolidar el respeto por las reglas de juego, configurar un Gobierno estable, y poner en marcha la renovación constitucional son tres pasos sucesivos e inevitables.
http://www.huffingtonpost.es/2015/12/21/revista-de-prensa-20d-aire_n_8851806.html?utm_hp_ref=spain
