Ley Trans y debate sereno
La aprobación por el Consejo de Ministros de la Ley LGTBI-Trans, que será remitida al Congreso antes del receso veraniego, debe dar paso en la Cámara baja a un debate sereno que en ningún momento pierda de vista el objetivo fundamental del proyecto de norma: garantizar la protección efectiva de los derechos de un colectivo que quiere liberarse de un desgarro emocional, psicológico y físico que en no pocas ocasiones sus miembros padecen desde la infancia.
Es el caso del niño de Ourense que acaba de ver reconocido el cambio de la indicación de sexo en el Registro Civil, en una resolución judicial que atiende a la identidad verdaderamente sentida una vez acreditada la suficiente madurez del solicitante. El de la autodeterminación de género es el punto más discutido de la futura ley, hasta el punto de dividir inicialmente a los socios del Gobierno y al movimiento feminista.
Ahora llega el momento de que los grupos parlamentarios se apliquen con voluntad de entendimiento a mejorar incluso, como animó la ministra Irene Montero, unas disposiciones que, entre otros avances, facultarán a los cónsules españoles a celebrar matrimonios homosexuales si el país anfitrióno no se opone expresamente.
IDEAL GRANADA
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