La mitad de los universitarios hace un uso problemático del móvil
Casi siete de cada diez admite usar el teléfono para sentirse mejor. Un 30% emplea este dispositivo más de cinco horas en un día laborable
En 49,3% de los universitarios españoles realiza un uso problemático del móvil. Es el dato más llamativo del informe “Uso del móvil, estilo de vida y bienestar psicológico en estudiantes universitarios. Influencia de la pandemia», realizado por la REUPS, una red integrada por 57 universidades españolas, con el apoyo de la Fundación Mapfre.
Para llegar a esa conclusión los autores han hecho preguntas como si sentían perdidos sin el móvil, se angustiaban si no podían cogerlo o mirar los mensajes o si en su entorno les reprochaban que estaban demasiado pendientes del teléfono. Ese uso problemático está relacionado con otro dato que también revela este estudio: la mitad de los universitarios tiene nomofobia, terror a quedarse sin teléfono o sin internet. Casi un 30% lo utiliza más de 5 horas en días laborales. Un porcentaje que sube al 34% los fines de semana. Un 31% de los estudiantes se ha gastado más de 500 euros en un teléfono.
El uso excesivo del móvil es mayor en mujeres que en hombres. Los autores creen que ellas están más enganchadas porque lo usan » para redes sociales para comunicarse y los hombres para juegos», ha explicado Antoni Aguiló, presidente de REUPS y el responsable del estudio. «Esto puede ser una explicación por el que la mujer tenga más uso problemático». Un 62,8% de los universitarios usan el móvil para sentirse mejor, un 74% cuando se sienten solos y seis de cada diez reconocen que están más pendientes del teléfono de lo que les gustaría. El móvil afecta también al descanso: más del 60% dice que descansa peor si usa el móvil antes de ir a la cama.
Mala dieta
El estudio, que se basa en una muestra de 16.574 personas con una media de 23 años, analiza otros hábitos de salud y también el impacto que la pandemia ha tenido en los universitarios. Se podría decir que los universitarios se alimentan mal. La mayoría no sigue la Dieta Mediterránea: el 64,3% admite que tiene baja adherencia a ese tipo de dieta y come menos de dos veces a la semana verduras, legumbres y pescado. Las mujeres presentan una mejor adherencia que los hombres, un 36,7% frente a un 33,7%. Por ramas de conocimiento los alumnos de Ciencias de la Salud son los que mejor adherencia a la Dieta Mediterránea tienen, 40,7%. Casi un tercio asegura que ha mejorado su dieta a consecuencia de la pandemia. En cuanto al deporte, el 48,5% del alumnado ha realizado actividad física 3 o más veces a la semana durante el confinamiento, incrementándose en un 39% en el caso de las mujeres y en un 34,5% de los hombres.
Alcohol y tabaco
Casi uno de cada cinco universitarios (el 19,7% ) presenta riesgo medio de adicción al alcohol y un 4,4% riesgo alto o posible adicción. A la mayoría, sin embargo, (73,6%) no le afectó la pandemia en el consumo de alcohol aunque casi un 9% admitió que bebió más. Los autores dicen que son porcentajes similares a los de la población general. Un 14% es fumador, menos que en la población general, y un 12% ex fumadores. La pandemia ha influido en que un 8,1% haya empezado a fumar o fuma más y hay una dependencia media o alta en el 16,9% de los casos.
Pandemia y salud mental
Durante la pandemia la mitad sufrió ansiedad o sintomatología depresiva, un 21% tuvo miedo de morir de COVID y uno de cada diez sufrió la perdida de algún familiar por esta enfermedad. E impacto de la pandemia fue significativamente mayor en las mujeres que en los hombres que sufrieron mucho más emocionalmente.
En general, los universitarios tienen una buena percepción de su estado de salud. El 74% considera que es bueno o muy bueno pero el 46% dice que ha empeorado con la pandemia. Las mujeres tienen una peor percepción del estado de salud (7,3% más ) y de cómo les ha afectado la pandemia (95% más).