GRANADA Y LAS LLUVIAS CAIDAS

Granada ve la luz del sol tras la semana en la que varios frentes, coronados por la borrasca Efraín, ayudaron a mitigar algo la situación de sequía que sufre la provincia. Una vez despejados los cielos, se puede hacer balance de la intensa semana en lo meteorológico que, fundamentalmente, ha afectado a los núcleos de población de Ízbor y Los Acebuches.

Dos carreteras de la red provincial siguen cortadas a causa de los desprendimientos que provocó la lluvia de los últimos días. Así, en las proximidades del Cubillas, en la N323a la carretera está afectada por un corrimiento de la ladera entre los kilómetros 112,65 y el 113,88, indica la Dirección General de Tráfico (DGT). Fuentes de la Guardia Civil indicaron que posiblemente se tarde varios días en recuperar la normalidad en esta vía.

Otra carretera afectada es la A4132, en Los Caballeros. A consecuencia de esta incidencia se ha activado un recorrido alternativo entre Trevélez y Cástaras. A causa de los desprendimientos sólo se puede circular por un carril de la A432 entre los kilómetros 41 y 34, vía en la que hay restricciones para los vehículos pesados desde el pasado jueves.

cogidos por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en la semana de lluvias se han recogido hasta 219,4 litros por metro cuadrado en Víznar, 161,6 en Lanjarón y 135,3 en Loja, como valores más destacados en una provincia necesitada de estas lluvias. Otros registros notables se dieron en Válor, con 123,4 litros recogidos a lo largo de la larga semana de lluvias, los 122 en Castell de Ferro; los 108,8 reflejados en el balance de Granada capital o los 90,8 recogidos en el aeropuerto de Chauchina. Los datos son inferiores en otros puntos: así en Motril se han recogido a lo largo de los últimos días 85,2 litros por metro cuadrado, 49,2 en Dólar y 47,8 en Salobreña.

Embalses

La primera consecuencia de estas intensas lluvias fueron balsas de agua, desprendimientos en carreteras o anegaciones, incidencias que provocaron decenas de llamadas al teléfono 112. Las incidencias más destacadas se localizaron en Ízbor, donde hubo arrastres de lodo y cenizas de la zona que ardió este verano en Los Guájares.

El lado positivo, la mejora de los datos de los embalses de la provincia, muy necesitados de aportaciones después de dos años en los que ha llovido menos de lo esperable. Así, de media, los embalses de la provincia gestionados por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) -todos menos Béznar y Rules, que dependen de la Junta de Andalucía- están al 23,37% de su capacidad. Atesoran 234,9 hectómetros cúbicos de agua, 25,6 hectómetros más que a primeros de este mes de diciembre. Pese a los aportes, el nivel de los embalses sigue lejos del promedio y la amenaza de sequía persiste.

Uno de los embalses más beneficiados es el de Portillo, que ha pasado de estar al 36,7% de su capacidad a subir hasta el 66,5%, según los datos del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH).  Todos los embalses han mejorado sus niveles. Así, Quéntar y Canales están al 70% (estos dos embalses son pequeños, lo que explica que la mejora de sus porcentajes sea muy rápida); Cubillas, al 42%; Bermejales, al 15%; o Negratín al 19%.

Los datos de pluviometría de los últimos días indican que en El Molinillo han caído 121,1 litros por metro cuadrado; en Sierra Nevada, 133,6; en Quéntar, 141,5 litros por metro cuadrado; o en el Río Monachil, 120,1.