21 noviembre 2024

Un 30% de los españoles ya utilizan el smartphone para abonar sus compras

Uno de los hábitos que más ha cambiado con la pandemia es la forma de pagar. Hoy en día, poca gente lo hace con dinero en efectivo. Según la encuesta ‘Nuevos hábitos en métodos de pago en España’, realizada por PaynoPain, la mitad de los ciudadanos ya van por la calle sin apenas efectivo y la inmensa mayoría (el 92,5%) considera que es más cómodo pagar todo con tarjeta. No solo eso, un 2,2% destaca que le parece poco higiénico usar monedas o billetes. Encuestas de este estilo hay muchas, y todas arrojan conclusiones en la misma dirección: caminamos hacia la desaparición (o casi) del dinero contante y sonante en el bolsillo.

Quienes van sin efectivo encima utilizan la tarjeta de crédito y cada vez son más los que la llevan asociada a su smartphone. Según el último ‘Barómetro de uso de tarjetas de particulares’ de Mastercard, el 30% de los españoles utiliza el móvil como forma de pago, lo que supone un 10% más que en 2020.

Las tarjetas bancarias tradicionales se identifican mediante 16 dígitos, que pueden estar grabados en un soporte físico (de plástico) o digital. Actualmente, utilizan tecnología contactless NFC, con lo que pueden usarse simplemente acercándolas a un datáfono, TPV o cajero.

Para pagar con el móvil se genera un token asociado a esa tarjeta. Jordi Nebot, CEO y cofundador de PaynoPain, una empresa española especializada en el desarrollo de herramientas de pagos ‘online’, explica que cada vez que se realiza un pago se genera un código diferente, que es el que se comunica al datáfono e indica a qué cuenta bancaria debe hacerse el cargo para que en el pago mediante TPV no se transmitan los datos de la tarjeta. El móvil tiene en la memoria varios códigos y los va renovando cada cierto tiempo para mayor seguridad.

El pago mediante el teléfono o reloj inteligente requiere que el dispositivo tenga la tecnología NFC y se realiza a través de una aplicación de pagos como Wallet o la correspondiente al banco del usuario. Solo hay que configurar la ‘app’, activar el NFC y ya se puede pagar en un TPV o datáfono ‘contactless’. Cuando aparece el importe que hay que pagar se desbloquea la pantalla del móvil o smartwatch, se acerca el dispositivo al TPV y, si la compra es superior a 20 euros, hay que introducir el PIN de la tarjeta.

Imposible de clonar

Nebot explica que pagar con el móvil es más seguro porque una tarjeta física, recuerda, «tiene la seguridad de un PIN de cuatro dígitos que tendemos a no cambiar». Sin embargo, «cuando pagamos con una aplicación es más difícil clonar la tarjeta porque en ningún momento se envían sus datos. Además, en el caso de la ‘app’ la forma de autenticar esa operación es con los rasgos biométricos».

Susana Rubio, directora de pagos digitales e innovación en Mastercard, explica que las transacciones realizadas con tarjeta y a través del teléfono «tienen las mismas garantías en cuanto a seguridad, agilidad y sencillez». Para garantizar esa seguridad, se utiliza la biometría del propietario del teléfono para confirmar el pago «porque es imposible clonar elementos como la huella dactilar o el reconocimiento facial, lo que aumenta la seguridad exponencialmente», añade Rubio. De esta manera, si alguien robase el teléfono, no podría utilizarlo. En cualquier caso, es conveniente contactar con la entidad emisora de la tarjeta en caso de pérdida o robo del smartphone para que bloquee el token asociado.

Si al pagar se marca la cantidad incorrecta, no debería haber más problema que con una tarjeta física: «Si en el extracto de la tarjeta aparece un cargo no reconocido se puede iniciar un proceso de reclamación del mismo a través de la entidad emisora de la tarjeta», afirma Rubio. En caso de fraude, el cliente está protegido, ya que la empresa «aplica la responsabilidad cero, que significa que el consumidor tiene la total tranquilidad de que no se le harán los cargos de transacciones no autorizadas»

¿Y si te acercan un datáfono al bolsillo sin darte cuenta?

Una de las mayores preocupaciones que suscitan las tarjetas contactless es que realicemos el pago de pequeñas cantidades sin darnos cuenta, simplemente con acercarnos a un datáfono. Esto en el pago con teléfono se aplicaría a aquellos casos en los que lo llevemos desbloqueado.

«Es un poco leyenda urbana –afirma Nebot–. No es que no se pueda, pero es difícil que alguien pueda hacer esto. Por varios motivos. El primero es que para pagar, el móvil debe estar preparado para ello. Con Android podría ser más fácil que te hayas dejado el teléfono desbloqueado en el bolsillo y lo tengas configurado para que pague solo con desbloquearlo. Ahora, hay que tener en cuenta que detrás de un TPV existe una empresa o un autónomo identificado y una trazabilidad total a la cuenta a la que se va a enviar ese dinero. Sabemos quién ha hecho ese cargo y, si de verdad se ha dedicado a ese tipo de estafa, hay varias herramientas para devolver rápidamente el dinero a los usuarios si el pago no ha sido voluntario, y denunciar a la empresa o autónomo en cuestión».

En los teléfonos de Apple, el cliente siempre debe acercar la cara al teléfono para que el aparto le identifique, lo que ya refuerza al máximo la seguridad de la transacción comercial.

En los terminales Android, explica Nebot, «lo único que recomendaría a todo el mundo es que cambiaran la forma en la que se desbloquea el teléfono, que eviten utilizar siempre los mismos patrones, el uso de PIN y, a poder ser, que activen una huella dactilar, rasgos biométricos de la cara o una contraseña más segura».

SARA BORONDO 

https://www.ideal.es/vivir/tecnologia/pago-seguro-tarjeta-20230124144219-ntrc.html