25 noviembre 2024

Cinco mandamientos que (mal)educan a las mujeres (PARTE 3) NO GOZARÁS

No gozarás

“Hay hombres en internet diciendo cosas como que el orgasmo o la eyaculación femeninas no existen”, Tiffany Kagure Mugo, Sudáfrica

La ghanesa Nana Darkoa Sekyiamah (45 años) no recuerda cuándo experimentó su primer orgasmo, pero sí cuándo mantuvo su primera conversación sin tapujos sobre sexo. Fue el día que celebraba su 30 cumpleaños. La combinación de vacaciones en la playa, la compañía adecuada y unos cócteles hizo su magia. “Personas sin prejuicios estábamos compartiendo nuestros deseos, experiencias y fantasías. Pensé ¿cómo es que no he tenido este tipo de charla antes?”. No se sintió juzgada. Fue liberador.

En aquel viaje, se quitó el peso de los prejuicios y las burlas. Ni mojigata porque en sus 20 no mantenía relaciones con hombre alguno, ni viciosa por experimentar con otras niñas en el colegio. Ni el sexo es sinónimo de “riesgo”, como siempre le habían dicho —a quedarse embarazada, de contraer enfermedades—, ni está reservado a las mujeres casadas y heterosexuales.

Después de aquella revelación, Nana no quería dejar de hablar de sexo “en positivo” nunca más y planeaba escribir un blog. Ambos propósitos confluyeron y dieron origen, en 2009, a Adventures from the Bedrooms of African Women (Aventuras desde las habitaciones de mujeres africanas), que creó junto a su amiga Malaka Grant para que otras también compartieran sus historias más íntimas sin reservas. Una liberación colectiva de ataduras sociales. El espacio se ha convertido en uno de los más brillantes y galardonados proyectos en el continente africano, contracorriente del discurso dominante: el sexo es malo, dañino, exclusivamente heterosexual, para gozo y alivio del varón.

Nana Darkoa Sekyiamah posa junto a sus libros.
Nana Darkoa Sekyiamah posa junto a sus libros.D-Zone/Photography

“Las mujeres somos educadas para pensar en negativo sobre el sexo. Se nos dice que es para el placer del hombre”. Un relato además plagado de advertencias y mitos que excluye la satisfacción femenina y que ella todavía está en proceso de desaprender. “Esto es, en realidad, en gran medida una construcción colonial. Parte de la investigación para mi próximo libro está buscando formas precoloniales de transmisión de conocimientos en torno a la sexualidad. Y está muy claro que eran más abiertos”. Nana ya prepara su segundo título, después de haber publicado La vida sexual de las mujeres africanas en Reino Unido (Dialogue books) y Estados Unidos (Astra House), lo que ha dado proyección internacional a su mensaje.

Su vida sexual ha mejorado “absolutamente” desde que inició su propia exploración. “Creo que los hombres también necesitan preocuparse más por el placer de las mujeres. Como sabemos, un montón de mujeres experimentan orgasmos principalmente a través de su clítoris, y si solo se concentran en relaciones de penes y vaginas, muchas no experimentarán ese placer nunca”.

“El placer sexual sigue ligado al tabú y la vergüenza, y permanece estigmatizado y silenciado dentro de los discursos públicos y las discusiones privadas”, confirma Kylia Marais en su investigación Calls for Pleasure: how African feminists are challenging and unsilencing women’s sexualities (Llamada al placer: cómo las feministas africanas cuestionan y hablan de la sexualidad de las mujeres). Aunque la sexualidad femenina “se ha estudiado ampliamente en el Norte Global, el placer sexual sigue sin estudiarse lo suficiente, especialmente en contextos africanos donde las sexualidades femeninas siguen estando mal representadas a través de lentes coloniales”, opina la experta sudafricana.

La bloguera y escritora ghanesa no se arroga el mérito. Su reivindicación del placer femenino no es nueva, otras la precedieron, otras comparten hoy su propósito, pero en realidad han sido sus aventuras las que han prendido la mecha en los círculos de la élite feminista del continente hasta encender los dormitorios de las africanas. Y allí, Nana no está sola. Mujeres como las sudafricanas Tlaleng Mofokeng, autora de Una guía de salud sexual y placer, o Tiffany Kagure Mugo, fundadora de HOLAAfrica, un portal sobre sexualidad inclusiva, son algunas de las impulsoras de esa nueva ola feminista que ha convertido la búsqueda de la satisfacción en una fuente de la que emana una emancipación femenina completa.

“Las mujeres africanas somos socializadas en torno a la idea de cómo nuestros cuerpos pueden ser usados. Nos preparan para ser buenas amas de casa, madres y esposas. No hay espacio para hablar sobre el placer”, razona Kagure. Hasta las reuniones tupper sex en Zambia se han convertido en una lección de técnicas para complacer a los maridos, lamenta. “Incluso en los espacios feministas del continente, se dice que las mujeres africanas tienen cosas más importantes en las que pensar”.

Frente a ese activismo feminista segmentado, muchas veces liderado por organizaciones internacionales, enfocado en las grandes luchas como frenar la mutilación genital femenina, el VIH o los embarazos adolescentes, Kagure quiere hablar de placer como un aglutinador de todas las batallas. “El sexo y el placer no se pueden separar de la idea de la autonomía corporal de las mujeres, que tiene que ver con el consentimiento más básico. No es una conversación distinta. No es sólo la conversación sexy que tenemos con unas copas de vino”. Un buen ejemplo lo encuentra en la ablación. “Es salvaje. Se basa en la idea de que, si no se corta el clítoris, la mujer se pasará el día jugando consigo misma y se distraerá de ser buena madre y esposa, por lo que hay arrebatarle el placer de su cuerpo para asegurarse”.

Pese a las resistencias, Kagure empieza a ver cambios. “No voy a mentir, la marea contra la que estamos empujando es enorme”. Ríe al mencionar que Facebook ha cancelado su cuenta 15 días por los contenidos que difunde, pero se toma muy en serio su batalla contra la desinformación. “Hay hombres en internet diciendo cosas como que el orgasmo o la eyaculación femeninas no existen. Que el placer y el clítoris son inventos del feminismo. Y no estamos en 1964, sino en 2023″. Sus armas son su página web, sus podcasts, sus libros, sus conferencias. “Me encantan las historias y creo en su poder. Por eso creé HOLAAfrica, para que la gente pudiera contar las suyas. Pero contenían muchas incorrecciones, así que empecé a publicar material didáctico: desde cómo actuar en una primera cita a como realizar una felación”. Dos charlas Ted, la nutrida audiencia de sus programas y la publicación de dos títulos son su prueba de que está transformando el continente. “Aunque suene engreída como un hombre blanco por decirlo”.

Quiere para todas, el cambio que ha experimentado en carne propia. “Mi vida ha mejorado. Y no solo en habilidades sexuales, sino en cuanto a la comprensión de dónde me encuentro”. Tal es su autoconocimiento que ha aprendido a escuchar su cuerpo, que le ha dicho que pare: “Si no quiero tener sexo, aunque esté en una relación larga, es mi prerrogativa. Y me he tomado un año sabático de trabajo. Te lo recomiendo”.

POR ALEJANDRA AGUDO

FOTO: CINTA ARRIBAS

https://elpais.com/planeta-futuro/2023-03-07/cinco-mandamientos-que-maleducan-a-las-mujeres.html?prm=ep-app-articulo

Créditos

Textos: Patricia R. Blanco, Beatriz Lecumberri, Alejandra Agudo, Lucía Foraster Garriga y Paula Herrera.
Coordinación: Ana Carbajosa y Patricia R. Blanco.
Ilustraciones Cinta Arribas
Diseño: Ana Fernández
Dirección de arte: Fernando Hernández
Desarrollo: Alejandro Gallardo