Las rentas muy altas de Madrid y Andalucía se ahorrarán entre 3.000 y 6.000 euros en el IRPF
Los recientes cambios fiscales suponen una rebaja para los contribuyentes de casi todas las autonomías. Los ingresos bajos se benefician más en términos relativos; los medios, los que menos
En los dos últimos años, los impuestos sobre el trabajo han entrado en una coctelera llena de ingredientes: deflactaciones, rebajas de tipos, ampliación en la reducción de los rendimientos de trabajo, destope de cotizaciones… El resultado es una reducción generalizada de la cuota a pagar de IRPF. Los más beneficiados en términos absolutos por esta receta son los contribuyentes que residen en Andalucía y Madrid y tienen sueldos muy altos, superiores a los 600.000 euros. Los primeros se ahorraron más de 6.000 euros en la declaración de 2022, a los que se suman los 153 de este año. Los segundos, casi 3.300 euros en total en los dos ejercicios. Los ganadores en términos relativos, en cambio, son los ciudadanos con salarios más bajos, de entre 16.000 y 20.000 euros: su factura fiscal se reducirá en más de un 3% entre 2022 y 2023. No es lo mismo para las rentas medias, que registran rebajas muy inferiores en comparación con todos los demás tramos.
Estos datos han sido elaborados por el Registro de Economistas Asesores Fiscales del Consejo General de Economistas (REAF-CGE), y están disponibles en su último Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2023, publicado este martes, en el que se realiza una comparativa del impuesto sobre la renta en 2021, 2022 y 2023 en todas las comunidades. Los tramos analizados son 16, y van desde los 9.500 euros anuales hasta los 600.000. En Andalucía, el ahorro medio entre los 110.000 y los 600.000 euros es de unos 2.700 euros por ejercicio. En Madrid, por su parte, es de 1.780 euros.
En casi todas las autonomías, los contribuyentes con salarios hasta los 16.000 euros experimentarán los mayores ahorros entre 2022 y 2023 en porcentaje sobre el total, de cerca del 3%. En términos absolutos, la media ronda los 500 euros. Los únicos territorios que presentan anomalías son los forales. En el País Vasco, la rebaja de este año no compensará la subida del pasado. En Navarra, el neto entre el incremento de este año y la bajada del anterior se queda en un ahorro de tan solo 67 euros.
Estos resultados se deben a las numerosas modificaciones que se han aplicado en el IRPF en los últimos dos años, tanto a nivel regional como estatal. Entre las más importantes están las rebajas en los tramos autonómicos, que se han generalizado con la crisis inflacionaria aunque con fórmulas distintas. Andalucía, por ejemplo, implementó de forma retroactiva en 2022 la reducción que tenía previsto implementar en varios ejercicios; Madrid aplicó el año pasado una rebaja de 0,5 puntos para cada tramo; Murcia también bajó tipos. Además, se han introducido deflactaciones en siete comunidades: Andalucía, Canarias, Castilla y León, Galicia, Madrid, Murcia y la Comunidad Valenciana.
En la mayoría de los casos, los Gobiernos regionales han deflactado solo los primeros tramos de la tarifa autonómica —salvo Madrid, que ha aplicado la misma rebaja: del 4,1%, a todos—. Esto no implica, sin embargo, que las rentas más altas no se beneficien de ello. El IRPF es un impuesto progresivo, por lo que se paga por el tipo asignado a cada intervalo a medida que los ingresos crecen. De hecho, en hasta cuatro autonomías los contribuyentes que ganan más de 600.000 euros conseguirán un descuento considerable, superior a los 1.000 euros: 6.300 en Andalucía, 3.200 en Madrid, 1.500 en Murcia y 1.450 en el País Vasco. Solo la Comunidad Valenciana y Aragón, a la vez que han reducido los tipos para los sueldos más bajos, han ampliado la escala y elevado los tipos máximos en 2023 para evitar distorsiones.
Rentas medias
Además de los cambios en las tarifas regionales, el Gobierno ha ampliado la reducción por rendimientos del trabajo hasta los 21.000 euros. Se trata de un beneficio fiscal decreciente, que antes iba reduciéndose hasta alcanzar los 18.000 euros, mientras que ahora se extiende a los 21.000. Por ello, los tramos más bajos registran las mayores reducciones en todas las comunidades, por lo menos en términos relativos. El Gobierno estimó un ahorro de 1.881 millones para estos contribuyentes cuando aprobó el cambio. La Comunidad Valenciana y Madrid son las autonomías donde los sueldos más bajos menos pagarán en IRPF este año. La primera también tiene las tarifas más elevadas para los salarios más abultados; la segunda, las menores.
Fuera de esta rebaja diseñada por la Hacienda estatal se quedan los contribuyentes que ganan por encima de los 21.000 —aunque sí lo notarán en las retenciones—. En concreto, los sueldos entre los 30.000 y los 45.000 experimentarán los menores descuentos en el IRPF en estos dos ejercicios, desde los 9 euros de La Rioja o Cataluña hasta los 150 de Madrid y los 180 euros del País Vasco —que, por otra parte, es la comunidad donde estas rentas menos están gravadas—. A partir de los 45.000 euros los ahorros empiezan a ser más consistentes. “La Seguridad Social ha aumentado el tope máximo de las cotizaciones, y se va a notar en el rendimiento neto”, explica Rubén Gimeno, director del servicio de estudios del REAF-CGE. “Esto se suma a las reducciones en los tramos autonómicos y a la ampliación de la reducción por rendimientos del trabajo. Se verá todo de golpe en el impuesto”.