Pedro Sánchez confirma la voluntad de reeditar la coalición de Gobierno tras cambiar a las ministras de Industria y Sanidad

El anuncio ayer a primer ahora por parte de Pedro Sánchez de los relevos en las carteras de Industria y Sanidad no ha sido una sorpresa dadas las candidaturas de las actuales ministras a las alcaldías de Madrid, en el caso de Reyes Maroto, y de Las Palmas de Gran Canaria, en el caso de Carolina Darias. El nombramiento de sus dos sustitutos, Héctor Gómez en Industria y José Manuel Miñones en Sanidad, se traduce en una apuesta políticamente continuista y de confianza personal del presidente. En particular en el caso del canario Héctor Gómez, significa el rescate para la primera línea política del que fuera responsable de la promoción exterior del turismo desde Turespaña y de quien fue hasta julio del año pasado portavoz del grupo parlamentario socialista en el Congreso —sustituido en el cargo en menos de un año por un perfil más beligerante y conocido, Patxi López—. Vuelve a ser un indicador de que no siempre los relevos de personas de confianza de Sánchez comportan una efectiva pérdida de confianza. Al frente del Ministerio de Sanidad figura ahora el actual delegado del Gobierno en Galicia, José Manuel Miñones, en lo que cabe interpretar como la voluntad de mejorar la proyección pública a medio plazo del nuevo ministro y las expectativas electorales del partido socialista en una comunidad donde los resultados en las últimas convocatorias autonómicas han sido pobres. En ambos casos hay guiños en clave interna socialista, pero también a Canarias y a Galicia, mientras la sustituticón de dos mujeres por dos hombres rebaja la paridad del Gobierno a un 54%. El reducido alcance de los cambios obvia las críticas de algunos sectores socialistas contra el socio minoritario de la coalición, traslada un gesto de normalidad institucional y evita interferir en el ámbito de Unidas Podemos.

Tanto el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo como obviamente el de Sanidad han figurado a la cabeza de los más afectados para combatir los efectos de la pandemia y las graves consecuencias económicas de la guerra en Ucrania. Reyes Maroto abandona el ministerio con el pacto de Estado por la industria pendiente pero habiendo puesto las bases para la primera gigafactoría de Volkswagen en Sagunto, mientras Carolina Darias fue responsable con las comunidades autónomas de una excelente campaña de vacunación contra el coronavirus. Héctor Gómez tendrá por delante la compleja gestión de un importante paquete de fondos europeos de más de 4.200 millones de euros destinados al PERTE del coche eléctrico y otro de más de 12.000 millones para la fabricación de microchips.

El otro mensaje del presidente, tras haberlo expresado de forma directa en el debate de la moción de censura, va dirigido a reiterar su explícita voluntad de reeditar el Gobierno de coalición. La reivindicación que ofreció Sánchez de la gestión de Reyes Maroto y de Carolina Darias subraya la estrategia que Moncloa desgrana desde hace semanas en defensa de la acción del primer Gobierno de coalición de la democracia y la esperanza de que los resultados en las elecciones generales permitan una reedición. Sánchez volvió a aprovechar la comparecencia para explicitar el que será el eje de su campaña electoral: su alianza con Yolanda Díaz frente a Alberto Núñez Feijóo y la ultraderecha de Vox. El mar de fondo sobre una crisis que podría desbaratar al Gobierno y hasta llevar a un adelanto electoral se ha visto rebajado al discreto ruido de un relevo continuista de nombres al frente de dos ministerios.

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