«EDUCACIÓN E INTELIGENCIA ARTIFICIAL» por José Vaquero Sánchez
Como profesor que he sido de matemáticas me interesa el modo en que este tipo de tecnologías puede afectar al mundo educativo.
La inteligencia artificial representa un potente desarrollo tecnológico pero su consecuencia puede ser un retroceso social y educativo. ChatGpt es un sistema de inteligencia artificial construido para imitar por manipulación al ser humano. ¿Deberíamos implementar programas de IA que inviten a ese tipo de engaño? Cuando interconectas con el programa te das cuenta de lo fácil que es engañarle o hacerle caer en fallos, tales como errores en problemas matemáticos sencillos, pero también tiene una gran habilidad para elaborar información falsa. Y ahí radica el peligro, que esta información sea usada por personas sin escrúpulos para adecuarla a sus propios intereses. Podría usarse tanto para desacreditar a quien nos interese como para amañar elecciones o inventar historias falsas sobre un determinado tema. Producidas a escala masiva y en un lenguaje convincente.
Como profesor que he sido de matemáticas me interesa el modo en que este tipo de tecnologías puede afectar al mundo educativo. Microsoft ya ha anunciado que podría introducirlo en programas elaborados ad hoc para adaptarlos al ritmo de aprendizaje de cada alumno. Ello implica que los colegios e institutos tendrían que repensar como enseñan y evalúan los contenidos que imparten. Si dejamos que el mundo de ChatGPT monopolice la educación las consecuencias podrían ser nefastas. Estos algoritmos, imitando el comportamiento humano, hacen el trabajo que deberían hacer los alumnos. Escriben por ellos. Pero la escritura ha de ser algo personal. Con ella no sólo expresamos ideas, sino que aprendemos a pensar. Imaginemos el daño que podemos hacer a los estudiantes si una máquina expresa las ideas y piensa por ellos. Habríamos acabado con el pensamiento crítico.
A otra faceta que pueden afectar estos algoritmos es a la creatividad, tan importante en edades tempranas. Esta caerá en declive, ya que estamos sustituyendo la poderosa imaginación de cualquiera de estos niños o niñas por los resultados que aparezcan al interactuar con esos programas. Si terminamos cediendo es posible que cada vez seamos menos capaces de pensar de una forma original. Particularmente pienso que jamás ninguna máquina podrá sustituir a un buen maestro.
En definitiva, los estados deben implicarse no sólo en regular este tipo de tecnologías, sino que deben asegurar que van a garantizarse todos los derechos fundamentales. La educación es uno de ellos.
FOTO: https://ianetica.com/la-inteligencia-artificial-en-la-educacion/