Que sí, que hay muchas gentes con opiniones rotundas sobre los sindicatos, y sobre lo del Primero de Mayo y sobre eso de manifestarse por conseguir mejores salarios, mejores condiciones laborales, mayor reparto de la riqueza que produce con su trabajo, mayor seguridad en el tajo.

Ya sé que hay quien defiende a los patrones a capa y a espada porque son los que pusieron su capital, que lo pudieron conseguir luchando solos contra los elementos o por herencias venidas. Es cierto que aún hay quien cree que cuando le suben la nómina, cuando le rebajan la jornada laboral, al cuidar mejor las condiciones laborales son las sociedades anónimas quienes han pensado en ese bien y lo han aplicado por obra y gracia de que pretenden que todo esté más seguro, mejor y la gente trabaje en armonía y sosiego pagando más, además; que el trabajo sea una adenda de la vida y no la misma vida.

Lo sé porque lo he visto y escuchado, a gentes que anteponen lo mejor para el patrono antes que lo mejor para quienes hacen que esa empresa pueda levantar cada día las persianas y obtenga beneficios. Esas gentes que no acuden a votar porque esto de los sindicatos es de tiempos pasados y además los sindicalistas son una panda.

Esas gentes que luego, cuando se logran las mejoras salariales, son los primeros en reclamarlas y quienes se suman a los avances laborales y usan las mejoras con todas sus extensiones. Aun así, el lunes pasado nos seguimos echando a la calle para recordar, también a esas gentes, que sin los sindicatos no habría derechos, por ejemplo, para esas gentes que miran desde la acera, tampoco.

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