No pagues por tener una cuenta corriente, pudiendo tener una que no te cobre comisiones. Te explicamos hasta qué punto hay cuentas gratuitas, qué te pedirán los bancos a cambio y cómo hacer la combinación más ventajosa entre cuenta y tarjeta

Las cuentas que llamamos «gratuitas» son aquellas que no cobran comisiones por los conceptos básicos y las operaciones corrientes. Con ellas te ahorrarás estas comisiones:

  • Las de mantenimiento y administración de la cuenta.
  • Las de emisión y renovación de al menos una tarjeta de débito.
  • Las de realizar transferencias, siempre que sean online.
  • Las de ingresar cheques.

Lo ideal, por lo tanto, es tener una cuenta bancaria que no cobre por las operaciones habituales, que cobre poco por las menos frecuentes e incluso, que remunere de alguna manera a sus clientes. Vayamos por partes.

¿Hay cuentas gratuitas? Sí, si cumples los requisitos

Tus posibilidades de disfrutar de una cuenta gratuita, al menos para el mantenimiento y las operaciones más corrientes, dependen por lo general de tu nivel de ingresos y de tu vinculación con el banco.

La tendencia actual en la mayoría de los bancos es ofrecer cuentas sin comisiones, siempre que se cumplan determinados requisitos, principalmente la domiciliación de la nómina o la pensión, y a veces también la domiciliación de un número mínimo de recibos, la contratación de tarjetas que han de usarse un número mínimo de veces o el mantenimiento de un saldo mínimo.

¿Hay cuentas gratuitas sin requisitos? Sí, si operas online

Si no tienes ingresos estables o no quieres estar atado al cumplimiento de requisitos, también puedes encontrar cuentas sin comisiones.

Pero en este caso, tendrás que buscar en la banca online o en las cuentas online de bancos tradicionales, siempre con el compromiso de utilizar exclusivamente los canales digitales.

Usa nuestro comparador para encontrar la cuenta que mejor se adapta a tus gustos y a tu situación, con o sin requisitos:

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¿Una cuenta gratuita lo es para siempre? No, podría cambiar

Aunque contrates una cuenta sin comisiones, la gratuidad no está garantizada para siempre.

  • En general, para cualquier tipo de cuenta, el banco es libre de cambiar las condiciones, con la única obligación de comunicarte los cambios de manera individualizada, con un mensaje en papel u otro soporte duradero y una antelación de al menos dos meses respecto de la fecha de su entrada en vigor.
  • Si has contratado una cuenta sujeta al cumplimiento de determinados requisitos y más adelante, de manera voluntaria o involuntaria, dejas de cumplir alguno de los requisitos exigidos , tu banco podrá dejar de aplicar el beneficio de manera inmediata. Por ejemplo, si te han exigido domiciliar la nómina y te quedas en el paro, el banco podrá empezar a cobrarte comisiones de manera inmediata sin necesidad de ninguna comunicación previa por su parte.

Si tu banco cambia las condiciones de tu cuenta y te hacen pagar comisiones, la mejor opción es buscar una nueva entidad que ofrezca mejores condiciones.

¿Qué operaciones pueden estar sujetas al pago de comisiones? 

Si tienes unos hábitos económicos muy sencillos, tener una cuenta gratuita no te costará ningún dinero. No obstante, si te sales de las operaciones más corrientes y le pides al banco que te preste algún otro servicio, lo normal es que tengas que pagar comisiones. Hablamos, por ejemplo, de la emisión de cheques bancarios o conformados, la devolución de cheques, las transferencias a países fuera de la zona euro, el cambio de moneda extranjera, la constitución de avales, etc.

En muchos casos las comisiones por estos servicios pueden ser muy elevadas y nunca se benefician de los programas de exención de comisiones.

Los bancos pueden establecerlas libremente, aunque la normativa también les impone obligaciones para poder cobrarlas:

  • Solo puede cobrarte por servicios que hayas solicitado en firme o aceptados expresamente.
  • Deben corresponder a servicios efectivamente prestados o gastos en los que haya incurrido la entidad.

En todo caso, la entidad deberá informarte personalmente y por anticipado del coste del servicio.

Para evitar sorpresas, sé cuidadoso y pregunta antes de realizar cualquier operación no habitual.

Redondea con una tarjeta de crédito gratuita, aunque sea de otro banco

Siempre que abras una cuenta bancaria, gratuita o no, te darán una tarjeta de débito para que puedas usar el saldo de tu cuenta; ambas cosas van aparejadas.

Sin embargo, disponer de una tarjeta de crédito es una opción voluntaria y las cuentas gratuitas no suelen exigir su contratación para librarte de las comisiones habituales.

Es más, puedes abrir una cuenta corriente en una entidad y contratar una tarjeta de crédito en otra entidad diferente.

Lo ideal, por lo tanto, es que combines una buena cuenta gratuita con una buena tarjeta de crédito, que además de no costarte comisiones de emisión, mantenimiento o renovación, te ofrezca algún tipo de ventaja por usarla, te permita sacar dinero en el extranjero o realizar compras en otras divisas sin pagar comisiones, etc.

En nuestro comparador de tarjetas de crédito podrás encontrar la tarjeta que mejor se adapte a tus necesidades.

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OCU

https://www.ocu.org/dinero/cuenta-bancaria/consejos/cuentas-corrientes-gratuitas

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