En el año 1931, las elecciones municipales supusieron un cambio de época y hasta de forma de Estado, de monarquía a república.

Poco se acuerdan del nombre de la mayoría de los alcaldes nominados entonces y lo que hicieron. Casi medio siglo después, en 1979, tuvieron lugar las primeras elecciones municipales de la actual democracia.

Las numerosas coaliciones de izquierda iniciaron la transformación de muchas ciudades españolas. De ahí salieron algunos de los nombres míticos de la Transición. Tierno, Serra, Maragall, etc. Más de 40 años desde entonces, otros comicios municipales y autonómicos, también están moviendo las cosas. Pendientes de que se cierre el mapa, ya hay dos conclusiones que serán estudiadas por los historiadores.

La primera, la total desaparición de los ‘ayuntamientos del cambio’ que surgieron del movimiento 15M, del ‘no nos representan’ y de los indignados. Los nombres de Carmena, Colau, Ribó, Riveiro, Kichi y otros forman parte ya de otro momento político. La segunda, la disparidad de criterios en el PP a la hora de pactar con la extrema derecha. Una cosa y la contraria. A veces el Partido Popular parece un partido confederal. Las explicaciones de Núñez Feijóo de por qué en unos sitios sí y en otros no, no tiene sentido razonable, sólo si son simples maniobras tácticas en la oscuridad para llegar al fin último.

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