Curiosidades ocultas en ‘El jardín de las delicias’ de El Bosco
El jardín de las delicias, la obra más enigmática y compleja de El Bosco, se encuentra en exposición en el Museo del Prado y cada día recibe miles de visitantes.
La obra de Jheronimus Bosch , más conocido como El Bosco, ha cautivado al público durante siglos. Aunque tiene creaciones muy famosas, como la Mesa de los pecados capitales o El carro de Heno, una de sus más populares es, sin duda, el enigmático tríptico ‘El jardín de las delicias‘ (1490-1510), que continúa intrigando a historiadores del arte, académicos y observadores curiosos por igual. Se trata de una obra fascinante que oculta un montón de ‘huevos de Pascua’, empezando por su llamativo uso de los colores. Hoy nos adentraremos en las curiosidades ocultas de El jardín de las delicias.
Este pintor holandés destaca por sus obras altamente simbólicas, repletas de detalles y de fantasía. Sus pinturas han sido ampliamente estudiadas por sus alegorías religiosas y morales, así como por sus vívidas representaciones de la experiencia humana y, entre ellas, ‘El jardín de las delicias’ es considerada una de sus creaciones más ambiciosas y enigmáticas.
Este tríptico se abre para revelar un paisaje complejo y poblado. La obra consta de tres paneles: el panel izquierdo representa el Jardín del Edén (el Paraíso), el panel central ilustra un mundo exuberante lleno de figuras desnudas y extrañas criaturas, y el panel derecho representa un paisaje infernal de pesadilla: el Infierno.
Detalles intrigantes ocultos
Uno de los aspectos más cautivadores de la obra es la multitud de fragmentos intrincados y curiosidades ocultas que El Bosco decidió introducir en la composición de esta obra inmortal. El panel central, en particular, está lleno de imágenes inusuales y simbolismo enigmático. La pintura revela numerosas rarezas, como figuras humanas encerradas en esferas transparentes, un hombre montado en una criatura parecida a un pez y una mujer agarrando una cabeza sin cuerpo.
Estos elementos surrealistas se yuxtaponen con aspectos más familiares de la naturaleza, como como flores, pájaros y árboles frutales. El resultado es un paisaje de ensueño que desafía la interpretación fácil. Puedes pasarte una gran parte del tiempo contemplando este cuadro y obteniendo nuevas piezas que en un primer vistazo no habías descubierto.
Algunos estudiosos han postulado que las imágenes fantásticas de El Bosco tienen sus raíces en las tradiciones de los bestiarios y el folclore medievales, mientras que otros han argumentado que refleja las ansiedades de su tiempo, incluido el miedo a la herejía y los peligros de la lujuria.
Independientemente del significado. la gran abundancia de detalles extraños y cautivadores en ‘El jardín de las delicias’ ha contribuido a su atractivo perdurable.
El uso del color
El llamativo uso del color es otro aspecto que diferencia este cuadro de otras obras de su época. El Bosco empleó una paleta rica y diversa, utilizando tonos vibrantes como el rosa, para dar vida a sus escenas detalladas. El panel de la izquierda, por ejemplo, muestra colores verdes intensos en el paisaje y los tonos azules que representan el agua, evocan la exuberancia y la serenidad del Jardín del Edén. Por el contrario, el panel de la derecha que simboliza el Infierno, utiliza un esquema de color más oscuro y amenazador, con tonos rojos y naranjas encendidos que dominan el paisaje infernal en el que predomina lo oscuro, grises y negros. El panel central sirve como puente entre estos dos extremos, presentando una variedad de colores vivos y brillantes que evocan tanto la belleza como el caos de los placeres terrenales. El uso del color, por tanto, no solo realza el impacto visual de la obra, sino que también contribuye a la atmósfera enigmática que la ha convertido en un tema de conversación fascinante e inmortal.
¿Dónde miramos cuando nos fijamos en el cuadro?
Ante la curiosidad que siempre suscita esta obra, un equipo de científicos de la Universidad Miguel Hernández (UMH – Elche), ha llevado a cabo un estudio denominado “¿Dónde miramos cuando miramos El Bosco?», que se encuentra en el Museo del Prado, concluyendo que el panel que representa el Infierno es el que más miradas obtiene de todos los que admiran la obra.
Referencia:
Belting, H. (2016). Hieronymus Bosch: Garden of Earthly Delights. Prestel Publishing.
Fraenger, W. (1975). The Millennium of Hieronymus Bosch. Hacker Art Books.
Koldeweij, J., Vandenbroeck, P., & Vermet, B. (2001). Hieronymus Bosch: The Complete Paintings and Drawings. Harry N. Abrams.
Bosing, W. (2000). Hieronymus Bosch, c. 1450-1516: Between Heaven and Hell. Taschen.
‘¿Dónde miramos cuando miramos El Bosco?’, Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y el Museo Nacional del Prado, 2023
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