Aviso de la Aemet porque los veranos en Granada y Andalucía se alargan «de manera alarmante»

Parece ya claro que la tendencia climatológica ha dado un vuelco más que considerable. Durante los últimos años está sucediendo lo mismo en Andalucía: el calor del verano cada vez llega antes y se marcha más tarde. Algo que ya ocurrió el año pasado con múltiples olas de calor y que también se ha repetido este 2023, con un mes de junio con varios episodios de temperaturas elevadas. Pero, ¿realmente es una tendencia o se trata de algo aislado? La Agencia Estatal de Meteorología ha realizado un análisis para comprobarlo.

A través de un artículo de Benito Fuentes López, meteorólogo de la Delegación de Aemet en Valencia, señalan que «durante décadas se viene registrando un número de récords de días cálidos superior al esperado y un aumento de las temperaturas máximas». Una situación que «concuerda» con las proyecciones establecidas en los diferentes escenarios del cambio climático.

En este sentido, una de las predicciones tenía que ver con la reducción de los inviernos y la extensión de los veranos, algo que gracias a un estudio de César Rodríguez pudo analizarse al detalle. El estudio en cuestión analizó las series de temperaturas de diferentes observatorios de España y arrojó un dato que lo confirma todo: los veranos se están alargando entre 4 y 15 días por década, dependiendo de la zona.

Así, la Aemet explica como desde la década de 1940 todo el territorio español detecta «un alargamiento evidente del periodo estival». Un Aumento que es menor en el suroeste peninsular y mayor en el este-noreste. En promedio, los veranos actuales «son un mes más extensos que en el pasado». Eso sí, esta tendencia ascendente no implica que cada verano sea más largo que el anterior, sino que lo más habitual es que cada vez los veranos sean más extensos.

El hecho de que los veranos se estén volviendo más largos implica que la primavera y el otoño cada vez son más cortos. Aunque no afecta a las dos estaciones por igual, ya que suele ‘robar’ más días a la primavera que al otoño, lo que da lugar al «primaverano». Por otra parte, la extensión del verano hacia el otoño, el «veroño», es menor y no se puede afirar con un 95% de certeza que exista una tendencia segura.

Como conclusión del análisis, Aemet señala que los veranos en España «se están alargando de manera alarmante», superando en algunos casos más de un mes y medio. Y no se trata de una percepción subjetiva, sino de «una realidad respaldada por evidencia científica». Esta prolongación del verano tiene «consecuencias devastadoras» para el equilibrio ecológico, la salud humana y la economía. Además de impactar negativamente en los ecosistemas, aumentar el riesgo de los incendios forestales y afectar la disponibilidad de recursos hídricos.