22 noviembre 2024

Jennifer Hermoso, tras el caso Rubiales: hablamos con 3 expertas sobre el coste personal y profesional para la campeona del mundo

Jennifer Hermoso está viviendo momentos muy delicados mientras se dirime el futuro del presidente de la Federación, Luis Rubiales, y el seleccionador, Jorge Vilda.

La prensa nacional e internacional sigue dedicando enormes espacios al caso Rubiales y al beso no consentido que dio a la jugadora Jennifer Hermoso después de que la futbolista y sus compañeras se alzaran como ganadoras del mundial de fútbol femenino. La última en hacer referencia al suceso ha sido la futbolista Aitana Bonmatí al recoger el premio a Mejor Jugadora de Año de la UEFA.

Es enorme la controversia generada al respecto, y las consecuencias laborales tanto para el presidente de la Federación como para el entrenador, Jorge Vilda, están aún por dirimirse. Para adentrarnos en las complejidades de este asunto hemos recurrido a tres referentes del feminismo que reflexionan con nosotros de lo que ha supuesto y supondrá este escándalo que ha removido los cimientos del deporte y de la sociedad.

Rebeca Cordero, profesora titular en Sociología Aplicada por la Universidad Europea de Madrid, subraya la trascendencia de este suceso que ha alcanzado una repercusión internacional al ser visto en directo por millones de espectadores: «La victoria de la Copa del Mundo por parte de las jugadoras de fútbol y el caso de Jennifer Hermoso ha supuesto un antes y un después. Ha remarcado a nivel social dónde están los límites. Cómo la desigualdad, en este caso de género, y todo lo que tiene que ver con los abusos sexuales, ya no están tan permitidos a nivel social».

La autora del libro Sociología de la desviación, pone el énfasis en ese tipo de gestos que antes contaban si no con el aplauso, al menos con la aceptación social generalizada: «Ese machismo recalcitrante, esos comportamientos a los que se les quitaba importancia, se han visto denunciados. Esto es algo importante. La sociedad ha ido cambiando paso a paso y las nuevas generaciones, aunque no todos, han ido vislumbrando otras relaciones entre los géneros, desde la igualdad y la equidad. Hay comportamientos machistas dominantes que se veían bien hace diez, quince, veinte años y que ahora llaman la atención. Aun así desde ciertos estamentos sociales siguen mofándose y haciendo gracia».

La desigualdad entre hombres y mujeres en la sociedad y en el deporte

Cordero tiene muy claro cómo debe denominarse y tipificarse el comportamiento entre Rubiales y Hermoso: «Por supuesto, ha sido un abuso sexual, sin ninguna duda, ha sido un abuso de poder de un jefe a una subordinada. No sabes cómo responder porque estás descolocada. Estás celebrando tu triunfo y de repente tu jefe tiene una actitud fuera de lugar. ¿Qué haces? Por un lado estás embriagada por tu victoria y por otro tienes a este señor que se te lanza encima. Ha dejado en evidencia, además de todo esto, que es grave, cómo la desigualdad en el trato entre hombres y mujeres en los entornos profesionales sigue siendo una realidad».

En cuanto al presidente de la Federación manifiesta que «no hay que perder tampoco de vista en el momento de la celebración esa falta de rigurosidad y de protocolo de ese señor que representa al establishment deportivo. Demuestra que las victorias y las conquistas de las mujeres en los ámbitos profesionales suelen estar acompañadas desde el gracejo y la condescendencia. A los señores futbolistas se les da la mano, se les pone una medalla, hay un rigor… A nosotras, en nuestros entornos profesionales, se nos dicen cosas como ‘qué maja’, ‘qué simpática’, ‘qué bonita’. El heteropatriarcado marca una relación de dominación y poder».

¿Hay mujeres machistas? Aunque la respuesta es muy obvia, pedimos a Cordero que nos analice este fenómeno: «Hay una línea conservadora recalcitrante en la que están presentes hombres y mujeres de la que, además, participa un partido político de extrema derecha. El machismo no es solo de hombres. Igual que hay hombres que defienden la equidad desde el feminismo hay mujeres muy machistas. El machismo está asentado en una sociedad heteropatriarcal que tiene que ver con los roles que la sociedad asume de cómo deben ser las mujeres y los hombres», explica.

«No me sorprende que haya gente a favor de Rubiales. Tenemos un porcentaje de población que apoya estas posturas rancias de señores tradicionalistas que nos llevan a una sociedad menos diversa y plural. Se ponen del lado del agresor y en muchos casos, por ejemplo, defienden que se suspenda los derechos de la comunidad LGTBI. Aquellos individuos que gozan de privilegios no están dispuestos a compartirlos con los demás. Los que los tienen no están dispuestos a cederlos y de ahí surge la necesidad de la justicia social», concluye.

La importancia del lenguaje, la tipificación de delitos y las penas aparejadas

Otra cuestión que le planteamos es el uso del lenguaje y el rechazo que puede generar en cierta parte de la sociedad que este incidente sea categorizado como violencia sexual: «Es el mismo término en distinta magnitud. Si tú hoy decides consumir una raya de cocaína eres un consumidor de drogas. Si mañana tienes una adicción severa, eres un consumidor de drogas. La diferencia está en el grado de consumo. Es lo mismo con la violencia sexual. Por supuesto no es lo mismo que te roben un beso a que te violen. Para eso hay un código penal que establece cuál sería la pena en función del grado de violencia sexual. ¡Lo sucedido, claro que es violencia sexual! Violencia es todo aquel acto que atenta contra la voluntad del individuo que tenemos enfrente. Ese acto violento le sobrepasa, no tiene capacidad de respuesta».

La futbolista Jennifer Hermoso y Luis Rubiales, durante la final del mundial femenino. (GTRES)

Nuestra siguiente interlocutora es Noemí Pastor, lingüista y traductora. Colaboradora en diferentes medios de comunicación, es también una estudiosa del lenguaje inclusivo y fundadora del grupo y blog feminista Doce Miradas. Su punto de vista también incide en lo disruptiva que ha sido esta situación para el feminismo.

«Va a ser una ayuda, va a ser algo parecido a lo sucedido con otro tipo de violencia sexual, con el caso de la manada. Es como un sopapo que nos han dado a todas y que nos ha recordado otras agresiones que hemos sufrido. En este caso, las redes sociales son de mucha utilidad porque nos sirven para comunicarnos. Cuando nos agreden también nos aíslan. Cuando hemos sufrido una agresión lo que han hecho ha sido aislarnos, acallarnos, hacer todo lo posible para que no habláramos, para que no se oyera el altavoz, porque molesta mucho a los agresores. Hasta ahora solo nos podíamos tomar sus actitudes como ellos decían. Como una broma, como un gesto de euforia… Ahora hablamos y decimos qué significa para nosotras».

Pastor nos pone un ejemplo completo de cómo, a su entender, el machismo impregna toda la sociedad: «Estaba viendo hace un rato en un programa de televisión cómo un alcalde de Granada en una fiesta del pueblo ha regalado a los hombres una botella de vino y a las mujeres una bayeta. Decía una periodista que no se podía hacer de esto una cuestión política y me he enfadado porque claro que es una cuestión política. El feminismo está en todas partes y también en la política, porque son las políticas feministas las que van a cambiar esta situación. Es secular que haya habido una relación de dominación de unos sobre otras. En todo lo humano está el feminismo y eso puede ser una forma de entenderlo».

La huelga de hambre de la madre de Luis Rubiales

Le recordamos a la lingüista la huelga de hambre, ya suspendida, que emprendió la madre de Rubiales y le planteamos que él posiblemente no era consciente de la repercusión que iba a tener su gesto. Esta es su respuesta: «De su madre no voy a decir absolutamente nada por solidaridad femenina, porque creo que, como en otros casos que desgraciadamente he conocido, son utilizadas. A veces también esto se malinterpreta y te dicen que ellas tienen su propio criterio. Por solidaridad y por sororidad no quiero criticar ni decir nada de las acciones de su madre. ¿Que tiene interiorizado el machismo? Por supuesto. Lo tiene Rubiales, lo tengo yo, lo tiene todo el mundo. Todas las personas hemos sido educadas en el sexismo y en el machismo. Hasta yo, que soy feminista militante, tengo interiorizadas muchas actitudes machistas. A Rubiales se le nota más que a mí, porque he hecho un ejercicio de analizarme y de corregirme».

A propósito del precio que puede pagar por su valentía Jennifer Herrero nos dice: «Está siendo muy alto. Las víctimas siempre lo pagan cuando se revuelven. Es terrible que se la ponga a ella en el disparadero. También que exista un sistema jurídico que exija que ella denuncie, porque se tiene que significar ella personalmente, cuando debería ser suficiente con que distintos agentes sociales denunciaran esas actitudes. Deberían darse las condiciones para que las víctimas no vieran mucho más difícil el camino de la denuncia que el camino del silencio. Estos hechos han sucedido delante de los ojos de todo el planeta y aun así se cuestiona la versión de la víctima. Qué no pasará cuando los hechos suceden en un sitio privado y sin testigos… Incluso con testimonios y con pruebas, la víctima se revictimiza y es acosada».

Hablamos también con Izaskun Porres García, de Syner Abogados, abogada y economista, que también ejerció de juez en los juzgados de Gipuzkoa, entre ellos el de violencia de género: «La pregunta que deberíamos hacernos la sociedad y los medios de comunicación es cómo podemos ayudar a la campeona del mundo a superar esta situación en la que de una manera inopinada se ha visto involucrada. Creo que la situación puede ayudar a la sociedad, no a la lucha feminista, a percatarse de que en el mundo laboral suceden con bastante asiduidad esta serie de hechos. Parto de que ella no ha denunciado, pero fiscalía sí ha abierto diligencias y se va a poner en contacto con ella para escucharla».

Una causa que va más allá del feminismo y que debería involucrar a toda la sociedad

A propósito del feminismo como movimiento en pos de la igualdad del hombre y la mujer, Porres García incide en que este tipo de cuestiones son aún más transversales: «No es una lucha del feminismo. Creo que la erradicación de la violencia de género, de la violencia machista, de las agresiones sexuales debería ser una lucha de toda la sociedad en su conjunto. El debate debe centrarse en cómo podemos ayudar a Jenny Herrero a superar esta situación. La víctima debe estar en el centro y la hemos movido de lugar».

Sobre cómo puede afectar a la carrera de Jennifer Herrero esta complicada situación mantiene que «el coste profesional que puede tener para ella es evidente. Es la campeona del mundo y ahora mismo no estamos hablando de sus cualidades como jugadora, de todo el esfuerzo que ha conllevado para ella conseguirlo. Desgraciadamente se está consiguiendo el efecto contrario, se habla de la mujer no por sus méritos profesionales sino por los deméritos profesionales de otra persona que han provocado esta situación. Espero y deseo que los medios de comunicación estén muy encima para ayudarla y para que no tenga ninguna represalia, que su carrera siga como ella quiera»

Por último, hablamos de cómo puede afectarle a la gran deportista a nivel humano:«El coste personal es indudable. Desde el minuto uno, que se produce esa situación no consentida por ella, se ha visto involucrada en un acto no deseado delante de millones de personas. No ha existido un respeto hacia los tiempos que necesita la víctima para saber las herramientas profesionales y psicológicas que puede necesitar. Una cosa es que la causa feminista quiera que todo suceda de forma rápida y otra si es compatible con las necesidades de la víctima».

JUANRA LÓPEZ

FOTO: El trinfo de Jennifer Hermoso y el resto de la selección de fútbol femenina se ha visto empañado por la polémica. / instagram

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