La edad dorada de las ‘apps’ en una sociedad adicta al móvil
El 85% del tiempo que una persona dedica a su teléfono usa aplicaciones, que acaparan la mitad de la inversión publicitaria digital mundial
Todo lo que uno pueda llegar a imaginar ya está al alcance del pulgar. Desde hacer la compra semanal hasta solicitar una hipoteca en pocos minutos. Las posibilidades que brindan los smartphones a día de hoy se han multiplicado de forma inimaginable en apenas un lustro. Y parece que han cuajado entre la mayor parte del público. El usuario digital tipo ya está una media de siete horas al día conectado a internet, según un estudio elaborado por Hootsuite y We Are Social. Eso se traduce en 48 horas semanales con la vista clavada en una pantalla. Al final del año, cerca de 2.500 horas. La mayor parte de este tiempo —tres horas y 45 minutos— lo hace frente al teléfono móvil. Tanto es así que la inversión digital en el sector de los celulares se ha disparado en todo el mundo en los últimos años, especialmente a partir del estallido de la pandemia. Según Rocket Lab, empresa en tecnología publicitaria de marketing móvil, en 2022 se invirtieron 339.000 millones de dólares en plataformas mobile en todo el mundo, y la previsión es que la cifra supere los 542.890 millones en 2026. En Europa el sector movió 88.000 millones de euros, mientras que en España el valor de las operaciones se situó en 12.000 millones.
Santiago Campos es el director de ventas de Rocket Lab en España, una empresa de adtech —anuncios en plataformas digitales y aplicaciones— nacida en México en 2019. Desde su despacho en Madrid, se apoya en datos y estadísticas cuando explica el crecimiento de este sector, especialmente en lo que respecta a los últimos tres años. “El 85% del tiempo que utilizamos el dispositivo móvil lo hacemos a través de aplicaciones. Ya acaparan el 50% de la inversión publicitaria digital a escala mundial, y se espera que supere el 60% en menos de cuatro años”. A pesar de que la incertidumbre causada por la guerra en Ucrania y la inflación han evidenciado un cierto descenso de la inversión en el último año, se espera que entre finales de este curso y 2024 desaparezca por fin el fantasma de la incertidumbre y haya un repunte sin precedentes. “Hemos experimentado una bajada de entre el 5% y el 7% entre 2021 y 2022, pero la tendencia de este año y las previsiones del que viene apuntan a una recuperación que superará con creces el ligero bache de los últimos meses”.
“Al examinar las tendencias, observamos que un 90,4% de los usuarios españoles acceden a internet a través del móvil. Esto demuestra la importancia de que las empresas españolas tengan una visión mobile first e inviertan en el ecosistema móvil”, cuenta Juan Echeverría, consejero delegado y cofundador de Rocket Lab. El 40% de las compras online ya se realizan a través de aplicaciones en smartphones. Según un estudio publicado por esta adtech, el año pasado el 76% de los usuarios españoles realizaron compras desde su teléfono móvil. Una cifra que en 2017 apenas llegaba al 56%, y que se desploma hasta el 25% si retrocedemos a 2014.
Algunos motores
Los tres sectores económicos con mayor crecimiento en los últimos meses han sido el de la movilidad, la entrega de comida a domicilio, la moda y los servicios financieros. “Las fintech están creciendo muchísimo. La banca tradicional está intentando subirse al carro, pero no puede competir con las empresas nativas digitales, que tienen unos ritmos de crecimiento nunca vistos”, cuenta Santiago Campos. Según los datos recabados por Adjust, consultora de análisis digital dedicada al crecimiento de aplicaciones, España se encuentra en el lugar 16 en la clasificación mundial en inversión de apps de marketing. “Estamos viendo cada vez más bancos, plataformas de ecommerce o empresas de distribución, que tradicionalmente habían estado enfocadas al comercio web, dando prioridad al mercado de las apps. En España, además, el mercado del gaming [juegos] está ganando muchísima fuerza. Probablemente, sea el sector donde hay más dinero en estos momentos”, cuenta Carmen Benito, responsable de Adjust para el sur de Europa. En 2022, las tres aplicaciones de videojuegos más descargadas del mundo —Subway Surfers, Stumble Guys y Roblox— sumaron un total de 696 millones de descargas.
La inversión en el sector textil también se ha disparado. “El uso de las aplicaciones de moda ha crecido un 27,6% en este último año comparado con el anterior”, indica Isabel G. Benayas, analista de Smartme Analytics, una plataforma de observación de clientes y medición de audiencias digitales. El año pasado, según el estudio Mobile app trends, de todas las aplicaciones de comercio electrónico del mundo —entre las que se encuentran Amazon, Shopee o Alibaba—, la más descargada fue Shein, del gigante chino de ropa a bajo precio, con 229 millones. La segunda fue Meesho, que ofrece productos de ropa y hogar de calidad a los precios mayoristas más bajos, con 209 millones de descargas. Los sectores más reacios, cuenta Benito, son el de salud y las aseguradoras. “Todavía no han encontrado la forma de que las aplicaciones sean realmente útiles para el servicio que ofrecen. En el sector médico, por ejemplo, hay un gran avance en desarrollo de tecnología en muchos ámbitos, pero no invierten en el mercado de las apps y no han encontrado la fórmula de poder hacer uso de ellas”.
Según Benito, las aplicaciones de pago tienen precios cada vez más bajos, y los métodos de suscripción están ganando terreno a los pagos únicos. “El usuario está cada vez más dispuesto a contratar servicios que no sean gratuitos. Esto se debe a que las empresas ofrecen aplicaciones con servicios de mayor calidad. Los planes de unos días sin pagar para enseñar el valor añadido que ofrecen funciona cada vez mejor”.
La proyección de los ingresos directos para este 2023 es de 200.000 millones de dólares en todo el mundo. “Como pasa con cualquier cuota mensual, si el usuario tiene un compromiso de pago recurrente por un buen servicio, lo acabará utilizando. De esta forma, las empresas se aseguran un público adepto que destina más tiempo y dinero que antes”.
Marc Solanes
