El 25 de septiembre se cumplieron 400 años de la edificación de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación de Atarfe.

Los atarfeños debemos sentirnos orgullosos de tal acontecimiento. Pero antes de este templo, hubo en Atarfe otros lugares dedicados al culto católico. Sin tener en cuenta el periodo tardoromano y califal, en donde se ha eviden-ciado la existencia de una comunidad cristiana en Medina Elvira, los cristianos que llegaron a Atarfe, tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos debían de rezar en algún lugar. Y eso es lo que vamos a relatar.
 
Sabemos que, con el fin de organizar el territorio eclesiástico, en 1501 se dictó la erección del arzobispado de Granada ejecutado por Don Diego Hurtado de Mendoza arzobispo de Sevilla, “(…) In ecclesia parrochiali SANCTE MARIE loci de Atarfe cum suis annexis de Elvira, Hotaya, Abulelbit et Diarcale locorum ipsius diócesis unum beneficum servitorium et una sacristiam (…)”. Nos encontramos por lo tanto con el lugar de Atarfe como iglesia prin-cipal con varios anejos asignados a ella, como son los de Miraholoya, Abulelbin y Diarcale.
 
Tras la creación de esta organización parroquial en un territorio que hasta hace poco había sido musulmán y en donde a partir de ahora, la población sería cristiana, había que dotar a esos lugares de medios y herramientas para difundir la fe católica. En el caso de Atarfe, para dar servicio a esta población se nombró un beneficiado y una sacristía.
 
El reino estaba cambiando, había que construir templos nuevos que simbolizaran la nueva religión dominante; había que dotar de retablos, imágenes, ornamentos y demás elementos para el nuevo culto que acaba de imponerse. Las mezquitas se van poco a poco transforman-do en iglesias y los antiguos minaretes en campanarios. La voz del muecín ha dejado paso a los bronces de las campanas, en una población que sigue siendo mayoritariamente morisca.
 
Las Capitulaciones de Granada, con las que se cerraba una larga guerra, venía a sentar las bases de futuro de gran parte del reino granadino. La renuncia de Boabdil al trono nazarí a favor de los monarcas cristianos se hizo siempre con el compromiso de estos de garantizar una serie de derechos a los musulmanes, incluida la tolerancia religiosa y su justo tratamiento en compensación por una rendición incondicional y la capitulación. Sin embargo, por variados motivos, esto no fue así y desde un primer momento se incumplieron los términos de la capi-tulación.
 
A mediados del siglo XVI, Pedro Guerrero, arzobispo de Granada estaba convencido de que los moriscos mientras mantuvieran sus costumbres y tradiciones no podrían llegar a ser ver-daderos cristianos. Se acordó cambiar la política de persuasión hacia los moriscos que hasta esa fecha se había llevado, por la de obligarles a que dejasen su modo de vida y costum-bres islámicas para convertirse realmente al catolicismo.
 
Esto provocó una serie de revueltas, la Rebelión de los moriscos que se inició en la navidad de 1568 y duró hasta 1570, fecha en la que se emitía la orden de expulsión de estos del reino de Granada. A la Orden le siguió una cédula real en la que se disponía la confiscación de los bienes de todos ellos, hubieran o no participado en la revuelta. Se pasó de la asimilación, al exterminio de una civilización mediante su expulsión.
 
Para paliar la despoblación causada por esta decisión de expulsar a los moriscos de sus luga-res de origen se produjo un periodo de repoblación de la zona con habitantes de otros luga-res del país. Para ello se inició un periodo administrativo previo de apeo, deslinde, amojona-miento y administración de los bienes confiscados a los moriscos.
El libro de Apeo de Atarfe comienza con una serie de acciones preparatorias; la primera de ellas tiene lugar en junio de 1572. Según este documento, el edificio principal del lugar fue la iglesia. En el momento de la posesión general de los bienes de los moriscos apeados, el 5 de julio de 1572, consta que estaba en perfecto estado de conservación; se habla de “una plaçeta que está frontero de la yglesia, como linde de una casa dada en repartimiento a Alonso Gallego, nuevo poblador; también se cita como linde de una casa de un cris-tiano viejo, antiguo poblador, un solar de la iglesia”. En el libro de Habices, entre los dife-rentes asientos dedicados a Atarfe, se alude a la mezquita de Xini o Xyny, sobre la que se edificaría la iglesia del lugar.
 
No existen noticias de que los moriscos de Atarfe se alzaran violentamente, como había ocu-rrido en otras zonas del reino granadino como las Alpujarras o el Albaicín. Esa actitud pacífica no determinó un trato diferencial respecto a los que se alzaron en armas; la iglesia del lugar no sufrió daño alguno, como se acredita en el momento de la posesión general de los bienes moriscos por el juez de la comisión, licenciado Herrera, que “fue a ver por vista de ojos la iglesia de este dicho lugar del Atarfe, la qual no está quemada ni tiene nada quema-do”.
En este viejo templo se concentraron los moriscos de Armilla, Belicena, Pinos Puente, Albolo-te y Atarfe para su conducción a Castilla.
 
Para conocer mejor la organización de la iglesia atarfeña en aquellos años iniciales, tras la conquista católica del antiguo reino nazarí debemos referirnos a los bienes Habices, institución musulmana a través de la cual los creyentes donaban bienes a las mezquitas. Estos, en un principio, debían ser utilizados como acto de caridad para ayudar a los más necesitados. Los Habices musulmanes fue una de las instituciones absorbida por los nuevos poderes cristianos tras la conquista de 1492. A partir de 1501 se encargan de numerar estos cuantiosos bienes, heredados de los moriscos para, algo después distribuirlos a las iglesias cristianas.
 
En Atarfe esto se produjo sobre mediados del siglo XVI. Los Libros de Habices constituyen una fuente importante para entender la vida real de los pueblos granadinos tras la conquista cristiana. En ellos se toma detallada cuenta de cada uno de los bienes para que la iglesia tenga una relación completa de las fincas, árboles, inmuebles y otros bienes que proceden de la época musulmana. Se especifi¬carán sobre todo las eras, molinos, tiendas, hornos, corra¬les, casas y árboles de las tierras de cultivo especificando el tamaño y el censo de cada uno de ellos.
 
El trabajo en cada lugar, lo realizaron dos personas «antiguas», es decir, entradas en años en cada uno de los lugares y estarán acompañadas del escribano y una persona nombrada por las iglesias que actuará de representante de los centros de culto. Antes de proceder a tomar nota de los bienes se realizará un pregón para que todos los que tienen bienes en la alquería puedan acudir si lo creen conveniente y exponer las razones que tengan para evitar problemas posteriores con estos bienes. El regidor de Atarfe era Juan de Monleón y designó a Alonso Camar y Lorenzo Abulefe para tal fin. Es una rica fuente de informa¬ción de la que se puede extraer algunas noticias sobre cómo era Atarfe.
Referente a los posibles lugares de culto existentes en la población, se nos reseña una casa junto al Pago de Handac Alpaterni, de 42 pies en largo por 38 pies de ancho. Esta casa había sido mezquita en tiempos pasados pues nos aclaran los conocedores de los bienes «y hera yglesia en tienpo pasado». En el momento del apeo vivía en ella Juan Valero. Tiene como linderos por una de las partes las casas de Miguel Ruiz, por otra una huerta de la iglesia, por otra un huerto de Miguel Ruiz y por delante la calle real de la localidad.
 
Los apeadores describen también el huerto de los habices junto a la casa anterior y nos dicen que allí estuvo la mezquita del lugar «que hera el sitio de la yglesia vieja del Atarfe que solia ser». El huerto tiene 44 pies en largo y 28 en ancho. Tiene como linderos el huerto de Miguel Ruiz y la calle que va a la noria o Añora.
 
El libro de Habices también nos proporciona información sobre los lugares de culto en época musulmana: mezquitas y rábitas. Así por ejemplo sabemos que en 1505 nos dicen los apeadores que había una mezquita llamada de Xini o Xyny que tiene varias fincas entre sus bienes. Se nos describe asimismo una haza para las limosnas del Ramadán.
Aunque faltan bastantes datos por conocer, entre 1501 y 1617 año en el que se iniciaron las obras del edificio que ahora cumple cuatro siglos, podemos afirmar que, en nuestro pueblo, además de la antigua mezquita Xini adaptada a templo cristiano hubo uno o dos edificios diferentes dedicados al culto católico.
 
Estos templos respondieron en un principio a los intereses de evangelización de los nuevos dirigentes del Reino de Granada. Sin embargo, en determinados lugares que fueron adquiriendo preponderancia económica y demográfica, como es el caso de Atarfe, estas iglesias se fueron quedando pequeñas por lo que se iniciaron las obras de un nuevo templo, de mayores arquitecturas acordes con su importancia urbana.
 
En el lugar del Atarfe jurisdición de Granada a diez y nuebe días del mes de junio de mil y seyscientos y diez y siete años se enpeço a hacer el cimiento de la yglesia nueba que en este dicho lugar se ba faciendo por el mandado del ylustrísimo señor don Felipe de Tarsis arçobispo de la ciudad de Granada de gloriosa memoria y para la primera piedra que en el dicho cimiento se auía de poner se repicaron las campanas y se juntaron algunos vecinos de dicho lugar y entre ellos don Miguel Abellán y Haro veynteyquatro de Granada y se fue en proçesion presidendo en ella el maestro Antonio de la Fuente Bergara beneficiado desde dicho lugar vestido con alba y capa y llegola dicha proçesión y andubo alrededor de las dichas çanjas cantando el yno vis beata y luego se llegó a donde se auía de poner la primera piedra la qual bendixo y puso de su mano el dicho señor maestro Antonio de la Fuente siendo cura de aqueste dicho lugar el señor maestro Pedro de Morales y sacristán Fernando Gonçalez Pasose el Santísimo Sacramento a la yglesia nueba domingo veynte y cinco de setienbre de 1623”.
 
Los 400 años de la construcción de la iglesia de Atarfe ha sido objeto de un interesante documental realizado por Jorge Rodríguez Puche (Aperos de Video) que será presentado el próximo 1 de octubre en el Centro Cultural Medina Elvira. Están todos invitados.
 
En la fotografía, obras en el templo realizadas hace ahora 20 años.
 
Gacetilla y curiosidades elvirenses
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