Una de las pocas sorpresas de este verano ha sido descubrir la pasarela de cristal de Torrenueva.

Imágenes espectaculares a 110 metros de altura de un espacio que llevaba viendo decenas de años desde otros ángulos, incluso desde la propia mar. Ahora proyecta prolongar ese recorrido y acabarlo con un mirador de cristal sobre los acantilados acercándose a la playa de la Joya. Es cuestión de poner lo diferente ante nosotros, aunque solo sea elevando para poder visualizar lo mismo con otros criterios que permitan mejorar y avanzar.

Y es lo que ocurre con frecuencia, que estamos mirando siempre la misma imagen desde el mismo ángulo del prisma, sin movernos un ápice, lo que nos impide avanzar. No le damos margen a la imaginación para intentar analizar aspectos que tal vez ya no funcionen acorde a estos tiempos como podrían hacerlo, que van parando como el tren que deja de recibir impulso y llanea. La imaginación para descubrir es tan fundamental como el trabajo para avanzar.

Tal vez solo se trata de buscar esa nueva perspectiva que te permita descubrir que las cosas pueden ser diferentes y mejores, que a lo mejor un cristal te permite ver más y mejor, que despegar los pies del suelo puede ayudarte a sentir cómo se puede volar sin desplegar las alas, cómo el mar siempre estuvo ahí, pero tú es posible que no supieras mirarlo con otros ojos o desde otra perspectiva. No se trata de mover las cosas de sitio, lo mismo solo es que seas tú el que te muevas y abras los ojos. Es cambiar para vivir, aunque solo sea de perspectiva.

A %d blogueros les gusta esto: