Los beneficios de que exista una red de apoyo formada por alumnos y profesores contra el acoso escolar
Los programas de mediación escolar son una vía para paliar el ‘bullying’ en las aulas. Este sistema requiere que tanto los docentes como los estudiantes implicados reciban una formación antes de su implementación en el colegio o instituto
“Te espero a la salida”. Cuantas veces habremos oído esa amenaza lo largo de nuestra trayectoria escolar… Si bien es cierto que los conflictos son inherentes a la vida y forman parte de las relaciones entre el alumnado, lejos de disminuir, aumentan cada día en las aulas. Tal y como afirma la pedagoga Romina Pérez Toldi, no podemos dar por respuesta a un niño o niña que está sufriendo de manera reiterada frases como “no le hagas caso” o “esto es cosa de niños” cuando se encuentran ante un conflicto. Si hacemos esto, negamos el apoyo y, además, transmitimos la idea de que se puede agredir o molestar a los demás sin consecuencias.
Una forma de afrontar estas situaciones por parte de los centros educativos ha sido incorporar programas preventivos para mejorar la convivencia en los colegios y en las aulas, permitiendo a los alumnos y alumnas optar por formas alternativas en la resolución de conflictos, lo cual implica una disminución del número de aplicaciones de medidas sancionadoras.
Por suerte, podemos afirmar que en estos últimos años se ha ido produciendo un aumento de conocimiento sobre el abordaje educativo de la convivencia y un acuerdo social cada vez mayor. Parece que “mejorar la convivencia incide directamente en la calidad educativa”, según el estudio Convivencia escolar y su relación con el rendimiento académico en alumnado de Educación Primaria de Gamal Cerda, doctor en Psicología, y colaboradores, de 2019. Según el Estudio Estatal para la Convivencia Escolar de este 2023, del Ministerio de Educación y Formación de España, la Educación Primaria cuenta con investigaciones y experiencias muy positivas que se han ido implementando en los centros. Entre ellos, los Programas de mediación escolar y proyectos en los que los propios alumnos son una parte integral de la solución a los problemas de convivencia escolar. Se trata de un sistema de ayuda entre iguales, con el que se crea una red de apoyo para la solución de conflictos y el desempeño de tareas de escucha y acompañamiento. El fin de la mediación es ofrecer una vía de comunicación y encuentro. Los alumnos ayudantes son agentes prosociales.
Algunas de sus funciones son: acoger a los alumnos nuevos durante sus primeros días, escuchar y prestar apoyo a aquellos niños que se sientan tristes o solos, mediar y prevenir conflictos o dotar de herramientas a los estudiantes para que superen sus propios conflictos. Este sistema requiere que tanto los profesores como los alumnos que forman parte del programa reciban una formación antes de su implementación en el centro. Los alumnos de cursos iniciales son Ayudantes y los de cursos superiores, Mediadores, los cuales son elegidos por los compañeros.
Ángela Escribano Ruiz, orientadora del instituto Francisco Ayala, recomienda su inserción en los centros educativos por diversas razones:
- La primera de ellas es que se ha demostrado que los alumnos tienen una visión mucho más completa de lo que ocurre a nivel de conflictividad social en sus centros. Los profesores y los padres no conocen muchos de estos problemas, ya que la mayoría se suelen dar en los espacios menos vigilados. De esta forma, los problemas se suelen detectar en el primer estadio, en el cual la situación es controlable.
- La segunda obedece a una razón social. En muchas ocasiones, es más importante la ayuda de un igual que la de un adulto.
- Y la tercera, y última, es que los alumnos aprenden a resolver de forma autónoma y pacífica los problemas entre compañeros, aunque siempre estén supervisados por un profesor de seguimiento.
Uno de los puntos clave de estos programas es aprender la necesidad e importancia de pedir ayuda, pero además proporciona al alumnado el desarrollo de habilidades sociales (empatía, asertividad), aprender a buscar soluciones donde todos ganan y asimilar formas efectivas y no violentas de resolver sus conflictos interpersonales.
A nivel de centro la implementación de estos programas obtiene muy buenos beneficios, como el hecho de potenciar la participación, el compromiso y la búsqueda del bien común. También previene el acoso escolar, disminuye el número de expedientes disciplinarios y crea canales de comunicación y conocimiento entre profesores y alumnos.
Ya lo dijo la psicóloga estadounidense Sally Koch: “Las grandes oportunidades para ayudar a los demás rara vez vienen, pero las pequeñas nos rodean todos los días”.