Estuvieron a ver las luces, a respirar la Navidad. Las personas mayores necesitadas de ayuda fueron acompañadas hasta la Plaza del Carmen por quienes se ocupan de que las cosas funcionen, con pocos medios, menos tiempo y mucha voluntad.

Y allí estaba Paqui, la alcaldesa nazarí dispuesta a hacerse las fotos pertinentes con estas personas. Nadie pareció fijarse en que no iban solas. Las habían llevado en taxi y las pasearon por la ciudad, pero pareciese que ellas mismas lograron realizar esa actividad. Nadie, y no quiero caer en la grosería de señalar a persona alguna, fuese su cargo el que fuese, felicitó también a estas miles de personas que dedican vida, trabajo, esfuerzo, voluntad a facilitar a quienes no pueden valerse por sí mismas una existencia más llevadera.

Quienes las levantan y acuestan, duchan y visten; quienes les hacen la compra y guisan; quienes les ayudan en las tareas domésticas para hacerlas sentir cómodas y felices en su día a día, para luego salir corriendo al siguiente domicilio…, y así cada día con esa sensación a veces de que falta algo, mucho por hacer; algo, mucho por reconocer; algo, mucho por facilitar más que una compañía, una conversación, una caricia, una sonrisa para los mayores, quienes tal vez la única persona que les aliente en ese día llegue durante una o dos horas y le falte incluso tiempo para escucharlos, para hacerlos sentir vivos, comprendidos, para darles cariño y conseguir arrancarles una sonrisa a diario en situaciones sin mucho aliciente.

Felices fiestas y gracias. Mi madre lleva mucho mejor cada día gracias a vosotras, a vuestro trabajo que es mucho más que un trabajo.

FOTO: GRANADA HOY

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