La brecha del estudio del CIS es ideológica: la mayoría de hombres de izquierdas están satisfechos con los avances del feminismo
Este lunes el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado el avance de un estudio sobre igualdad de género.
El titular que ha salido de los resultados de la encuesta en los medios ha sido casi unánime: el 44% de los hombres cree que «se ha llegado tan lejos en la promoción de la igualdad» que ahora se los está discriminando. Esta ha sido la conclusión que más se ha difundido, pero la realidad no es tan sencilla y el estudio del CIS tiene más capas.
Los entrevistadores del CIS leían a los encuestados una serie de afirmaciones y les pedían que se posicionaran según estuvieran más o menos de acuerdo con las mismas. Una de ellas es: «Se ha llegado tan lejos en la promoción de la igualdad de las mujeres que ahora se está discriminando a los hombres». El 44,1% de los hombres asegura estar «muy» o «bastante» de acuerdo con la frase. En el caso de las mujeres es el 32,5%. Pero la variación entre el tipo de respuestas crece al fijarse en la ideología de los encuestados.
Solo el 13,8% de los hombres de izquierdas —los que se ubican entre el 1 y el 3 en una escala en la que el 1 es «lo más a la izquierda» y el 10 «lo más a la derecha»— aseguran estar de acuerdo con la afirmación. El porcentaje es del 74,4% en el caso de los hombres de derechas —los que se sitúan entre el 8 y el 10 en esa misma escala de autoubicación ideológica—.
En la izquierda solo el 11% de las mujeres y el 14% de los hombres creen que la promoción de la igualdad ha llegado demasiado lejos
Lo mismo se repite entre las mujeres. El 11% de las de izquierdas aseguran estar «muy» o «bastante» de acuerdo con la afirmación. En el caso de las de derechas sube al 58,6%. Así, las mujeres con ideología de derechas están más de acuerdo con que la promoción de la igualdad ha llegado demasiado lejos que los hombres de izquierdas e, incluso, que los hombres en general.
«La gente cuando contesta a esto está diciendo ‘soy de derechas o ‘soy de izquierdas'»
Carolina Bescansa, profesora de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y doctora en Ciencia Política y Sociología, asegura a Público que esta pregunta del estudio del CIS «es uno de esos indicadores que indican algo pero no necesariamente lo que se expresa en la pregunta». «La gente cuando contesta a esto está diciendo ‘yo soy de derechas’ o ‘yo soy de izquierdas’. La variación en las respuestas se explica más por lo partidista que por el género«.
De hecho, también se observa una variación mucho mayor entre los votantes de los distintos partidos que entre hombres y mujeres. Así, el 87% de los encuestados que declaran haber votado a Vox el 23J aseguran estar de acuerdo con la afirmación —el 88,1% en el caso de los hombres y el 83,9% en el de las mujeres—.
Entre los votantes del PP el porcentaje que está de acuerdo con que la igualdad ha llegado demasiado lejos y que ahora se discrimina a los hombres es del 60,8%; entre los del PSOE, del 17,9%; y entre los de Sumar, del 8,3%.
«A día de hoy el feminismo es el principal elemento conflictivo en el eje izquierda-derecha»
«Esto sucede porque el feminismo se ha convertido en un elemento vertebrador en términos ideológicos. A día de hoy es el principal elemento conflictivo junto a la cuestión medioambiental en el eje izquierda-derecha. Igual que antes lo eran otros temas como la fiscalidad, de los que ya no se habla tanto. La gente cuando responde a una pregunta como esta lo que está haciendo es ubicarse a nivel partidista», valora Bescansa.
Silvia Claveria, politóloga y profesora de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), coincide: «Es normal que la ideología sea más importante que el género al responder a esta pregunta. PP y Vox han hecho parte fundamental de su programa e incluso de su ADN movilizar estas cuestiones y les funciona porque uno de los elementos principales de sus votantes es la reacción a la cuestión feminista«.
Aunque recuerda que «las mujeres son menos sexistas que los hombres y votan menos a la derecha». De hecho, esta es una de las causas por las que hay menos mujeres que están de acuerdo con la afirmación de la encuesta del CIS: la proporción de mujeres que se define como de izquierdas es mayor que la de hombres.
«Ha habido un retroceso en la transversalidad del feminismo»
Bescansa, que es experta en investigación y encuestas sociológicas —y también fue fundadora de Podemos— asegura que lo que muestra este resultado de la encuesta del CIS es «el papel central del feminismo en la reconfiguración de los contenidos de las identidades de la izquierda y la derecha». «Ha habido una ideologización y partidización de la cuestión feminista, que ha perdido transversalidad», resume.
«Pero este retroceso en la transversalidad tiene que ver con los propios avances del feminismo. Cuanto más avanza el feminismo, más resistencias crea. De las nuevas cuestiones ideológicas es la que más rechazos suscita. Nadie rechaza lo que es inocuo«. En la misma línea se expresa Claveria que detalla que «la cuestión feminista se ha polarizado mucho».
La profesora de la UC3M explica que «el nivel de sexismo de una persona es un factor determinante para votar a Vox». De hecho, la politóloga recuerda un estudio de Eva Anduiza y Guillem Rico, dos investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona, que, tras seguir y estudiar a una muestra de ciudadanos, concluye que en aquellas personas en las que se despierta un cambio reactivo contra el feminismo aumenta la posibilidad de votar a Vox.
El sexismo moderno es un factor más importante para votar a Vox que el rechazo a la inmigración
Este sexismo moderno, del que hablan los investigadores, es un factor mucho más determinante para acabar votando al partido de Santiago Abascal que otros como el rechazo a la inmigración o la posición sobre el conflicto territorial, según el propio estudio.
Pablo Simón, politólogo y también profesor de la UC3M, asegura que esa reacción contra el feminismo la protagonizan especialmente los hombres jóvenes. «Existe un cierto retroceso de las generaciones más jóvenes de hombres con el feminismo y se vehicula muy fuerte con el voto a la extrema derecha». De hecho, el 51,8% de los hombres entre 16 y 24 años asegura estar de acuerdo con la afirmación del CIS, más que en cualquier otro grupo de edad.
«Lo estamos viendo en toda Europa: el eje tradicional de izquierda y derecha se está solapando cada vez más con el eje cultural de nuevos derechos y libertades y se está reconfigurando a partir de todo lo que tiene que ver con el feminismo, el ecologismo y los derechos de las minorías sexuales«, detalla Simón.
«Hace 20 años el posicionamiento ante el libre mercado era un elemento constitutivo de las identidades de izquierda y derecha muy importante; hoy el posicionamiento ante el feminismo, ni siquiera ante la igualdad entre mujeres y hombres sino ante el feminismo etiquetado como tal, lo es mucho más», relata Bescansa.
Para los expertos la pregunta no está bien formulada
A pesar de toda la repercusión de la pregunta sobre una supuesta discriminación a los hombres, los expertos coinciden en que no está todo lo bien formulada que debería. Así se expresan Bescansa, Claveria y Simón ante las preguntas de Público. También lo ha explicado el politólogo Lluís Orriols, que en un hilo en X —antiguo Twitter— asegura que la afirmación mezcla dos cuestiones, cuando «las preguntas de una encuesta deben ser claras y unidimensionales (no pueden intentar medir dos cosas a la vez)».
La pregunta del CIS contenía dos afirmaciones y los expertos aseguran que en una encuesta las preguntas deben medir una única cosa
La cuestión, recordemos, es: «Se ha llegado tan lejos en la promoción de la igualdad de las mujeres que ahora se está discriminando a los hombres». Por tanto, contiene dos afirmaciones distintas. Por un lado, que se ha llegado demasiado lejos «en la promoción de la igualdad de las mujeres» y, por el otro, que «ahora se está discriminando a los hombres».
Orriols asegura que la clara relación entre la respuesta a esta pregunta y el recuerdo de voto del 23J evidencia que la pregunta está midiendo mejor la primera de las dos afirmaciones que contiene y, por tanto, muestra «el rechazo a las políticas feministas del Gobierno» más que «la percepción de que los hombres están ahora discriminados».
«La afirmación es confusa y está muy mal formulada»
El politólogo ha calificado la pregunta de «mala», «incorrecta» y «técnicamente errónea». En el mismo sentido se expresa Simón: «No es fácil preguntar sobre este tema, pero el CIS no ha hecho un gran trabajo. La afirmación es confusa y está muy mal formulada. A una pregunta de sensaciones se incorporan dos elementos que no necesariamente están relacionados. Tú puedes creer que los hombres están discriminados sin que eso suponga que estés en contra de la agenda feminista si, por ejemplo, defiendes la discriminación positiva. O que se ha ido demasiado lejos en el feminismo sin que los hombres estén discriminados».
Menos crítica es Bescansa, aunque reconoce que «no es la formulación más canónica de una frase». «Se podría haber hecho una redacción más limpia y preguntar simplemente si ‘a día de hoy los hombres están más discriminados’ porque una doble afirmación nunca es pertinente«. Claveria propone una oración alternativa muy similar: «Los hombres están discriminados actualmente». La profesora explica que eso hubiera permitido «captar la reacción contra el feminismo de forma más limpia sin incluir esa valoración de las políticas del Gobierno».
Aún así, las dos expertas aseguran que la pregunta es interesante al permitir ver que los hombres pueden percibir los avances feministas como una amenaza. La pregunta también ha recibido críticas por poner en el foco y en la agenda mediática esa reacción de los hombres en lugar de aspectos positivos de la igualdad de género. A ese respecto, Bescansa explica que «es buena en términos de investigación sociológica».
«Al hacer una encuesta una frase no es mejor o peor en función de que nos guste más o menos»
«Al hacer una encuesta una frase no es mejor o peor en función de que nos guste más o menos, sino de que reproduzca de manera adecuada un tipo de frase que se repite en la calle y que podemos escuchar con facilidad. Sinceramente, esta frase se puede escuchar en la calle. En ese sentido es buena. El cuestionario del CIS tiene otras cosas más cuestionables, incluso en esta frase».
Simón explica que la pregunta sirve para comprobar que existe el sexismo moderno, «que es la negación de las desigualdades entre hombres y mujeres», pero no para saber hasta dónde alcanza este fenómeno porque la respuesta también recopila «el rechazo a las políticas del Gobierno». «Por ejemplo, sabemos que entre hombres jóvenes esta dinámica se está dando, pero no podemos saber la magnitud porque la pregunta está mal hecha«, resume.
«Los resultados a esa pregunta no encajan con otras respuestas de la encuesta»
El politólogo, además, detalla que los resultados a esta pregunta no encajan «con otros elementos dentro de la encuesta en la que la mayoría de los hombres, por ejemplo, está de acuerdo con que hay que recriminar a alguien cuando tiene comportamientos sexistas y eso suscita cerca de un 90% de apoyo». El dato exacto entre la población española es del 87,8%, según la encuesta del CIS, y en este caso la diferencia entre los votantes de PP y PSOE es mínima.
Bescansa coincide: «La respuesta a la pregunta que ha copado los titulares varía según el voto a los partidos porque no se basa más que en lo discursivo. Porque esa misma gente en la mayoría de indicadores aparece respaldando y deseando posiciones de igualdad entre hombres y mujeres».
De hecho, la profesora asegura que la encuesta «tiene mucho más jugo» que ese supuesto 44% de hombres que cree que la igualdad ha llegado demasiado lejos, cifra que no considera realmente representativa. «Por ejemplo, el indicador sobre si el papel de las instituciones es importante en el reparto de las tareas y la conciliación es novedoso y muy interesante».
El CIS ha preguntado si se estaba de acuerdo o no con la frase «compaginar vida familiar y laboral es un asunto privado de organización doméstica entre hombres y mujeres y de poco sirve que intervengan las instituciones». La mayoría de hombres estaba de acuerdo. La mayoría de mujeres, no. Pero, de nuevo, la diferencia entre ambos géneros es menor que entre los votantes de izquierda y derecha, aunque la variación partidista no es tan abismal.
FOTO: Manifestación del 8M de 2023 en Madrid. — Carlos Luján / EUROPA PRESS