Bonilla pierde el “oremus” por Agustín Martínez

La expresión “perder el oremus” tiene su origen en la misa en latín anterior al Concilio Vaticano II y refleja ese momento de estupor que te atenazaba cuando el cura invitaba a la oración y te pillaba pensando en las musarañas, incapaz de cumplir con la liturgia.

El diccionario de lexicografía de la Real Academia la traduce como ‘perder el juicio o la cordura’, ‘empezar a hacer cosas raras’, o ‘volverse loco’. No sé a cual de estas acepciones acogerme, a la hora de afirmar, que con su mayoría absolutísima, el presidente de la Junta de Andalucía parece haber perdido el oremus.

No voy a adjudicarle a Bonilla esa pérdida de juicio por el desastre de su gestión sanitaria, que ya se ha llevado por delante a su viceconsejero de Salud y su gerente del SAS y continúa incrementando las kilométricas listas de espera en las ocho provincias; tampoco por el caos educativo con las universidades públicas andaluzas en pie de guerra, frente a la proliferación de chiringuitos universitarios privados con el beneplácito de Juanma; no se lo imputaré por su incompetencia en la gestión del bono de alquiler joven, cuyos 68 millones transferidos por el Gobierno de Pedro Sánchez a la Junta, siguen durmiendo el sueño de los justos en las cuentas autonómicas, sin llegar a los bolsillos de los jóvenes que siguen sin poder salir de la casa de sus padres; Y no lo haré tampoco, por el demoledor informe de la Cámara Cuentas, sobre las irregularidades de su Gobierno en la gestión de la valoración de las personas con discapacidad.

Aunque la desastrosa gestión de Juanma en los pilares del estado de bienestar, salud, dependencia, educación o vivienda accesible, merecería incluirle en esa categoría, no me refiero al caos de su gobierno en esas materias cuando escribo que Bonilla ha perdido el “oremus”, sino a otros episodios que podrían entrar en el mundo del esperpento puro y duro, algo que no ocurrió durante la pasada legislatura, pero que le ha “florecido” al presidente con la mayoría absoluta.

El primero de los despropósitos ha sido la circular dirigida por su consejería de Educación a todos los colegios andaluces, para que el próximo día 30, con motivo del Día Escolar de la No Violencia y la Paz, “reflexionen sobre ETA”, en plena ofensiva del PP contra el presidente del Gobierno y EH Bildu.

Parece cuando menos, bastante tendenciosa y altamente adoctrinadora semejante circular de la Junta y no por pedir una “reflexión” sobre una organización terrorista desaparecida hace más de una década, algo que a servidor le parece perfecto, sino por no pedir la misma “reflexión” sobre la masacre diaria y televisada de mujeres y niños palestinos a manos del ejército israelí; por no recomendar esa misma “reflexión” sobre las miles de víctimas del franquismo que aún siguen en fosas comunes, pozos y cunetas de toda Andalucía. También hubiera sido oportuno pedir a los colegios andaluces esa misma “reflexión” sobre la “Desbandá”, que se cobró centenares de víctimas, por los bombardeos de la aviación y marina franquistas, sobre la población civil que huía de Málaga hacia Almería, a través de la carretera de la muerte; también hubiera sido muy oportuno recomendar esa “reflexión” sobre la matanza de Atocha, de la que ayer miércoles se cumplieron 47 años, y en la que pistoleros ultraderechistas acabaron con la vida de cinco abogados laboralistas, en su despacho de la céntrica calle madrileña.

Cualquiera de las posibilidades anteriores hubieran merecido una “reflexión” de nuestros escolares, incluida la del terrorismo de ETA, pero eso hubiera sido actuar sin sectarismo y acorde con el espíritu que se le supone a un Día Escolar de la No Violencia y la Paz, pero parece que Bonilla no está por la labor de educar a niños libres de adoctrinamiento.

Paralelamente y en mitad de una de las peores sequías que recordamos, al tiempo que Juanma nos anuncia restricciones para este verano, su portavoz, Fernández-Pacheco, rechazaba limitar el riego a los 109 campos de golf de Andalucía, porque según él “no son el problema”. Aunque demos por bueno que todos los campos de golf de Andalucía se regaran con agua reciclada, cosa que es mucho suponer, no parece muy ejemplarizante seguir regando esos espacios para uso y disfrute de unos pocos privilegiados, mientras se anuncian restricciones para millones de andaluces.

No nos habíamos recuperado del soponcio, cuando el consejo de Gobierno que preside nuestro “moderado” presidente, acordaba crear el comisionado “Caminos del Rocío”, por el que los andaluces pagaremos con nuestros impuestos el chiringuito de manual ideado por José Manuel Soto, el coplero de cabecera de Vox, cuya “fundación” sigue sin justificar los 300.000 euros de dinero público que se le concedió como subvención.

Y ya puestos añadan ustedes los casi 800.000 euros que la administración Bonilla, ha librado para el circuito de velocidad privado de Carmona, cantidad concedida para la impresionante generación de DOS puestos de trabajo. Y como quien tiene un amigo tiene un tesoro, hace unos días sabíamos que la Junta de Juanma va a privatizar el acceso al río Chíllar, con una concesión a una empresa privada, que al parecer gestiona el Caminito del Rey, por lo que lo que ahora era gratis, nos va a costar entre seis y doce euros.

No es cosa menor, que diría M. Rajoy que el Consejo de Gobierno aprobara este martes el decreto que regula la Oficina de los expresidentes y expresidentas de la Junta de Andalucía, por el que se les asignará con carácter inmediato a su cese y hasta que cumplan del 75 años, “los medios personales y materiales necesarios para el sostenimiento de una oficina adecuada a las responsabilidades y funciones ejercidas, y la dotación presupuestaria para el funcionamiento ordinario de dicha oficina y para las atenciones protocolarias que correspondan”, o lo que es lo mismo, una jubilación de oro para Juanma, que solo compartirá con Susana Díaz, ya que el resto de expresidentes, Escuredo, Borbolla, Chaves y Griñán, ya han cumplido los 75 años. La “broma” nos va a salir por 223.843,78 euros al año.

Agotados por el recuento, casi “palmamos” cuando anoche supimos que con nocturnidad y alevosía, Bonilla se va a cepillar la red Guadalinfo, en cuyos centros, implantados en centenares de pueblos, miles de andaluces perdieron el miedo a la era digital y aprendieron a manejarse en internet, justo ahora cuando la tecnología va a dar un salto y un cambio de era.

No es por cansarles ¿Pero no creen que Bonilla ha perdido el “oremus”?

 

FOTO: Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía. EP 

A %d blogueros les gusta esto: