La propuesta de unificar el acceso a la universidad resucita una reivindicación que el PP nunca ejecuta cuando gobierna

El anuncio de que las 11 comunidades autónomas en las que gobierna el PP modificarán las pruebas de la EBAU (la antigua Selectividad) de 2025 para realizar un examen común en todas ellas es mucho más que una provocación política. Con esta iniciativa, más propagandística que real, Alberto Núñez Feijóo aprovecha el control que ejerce sobre los gobiernos autonómicos para condicionar la política educativa del Gobierno y del resto de autonomías. Y lo hace por la vía de los hechos consumados, en lugar de participar en el debate abierto a través de los cauces previstos. El Ministerio de Educación promovió la pasada legislatura una revisión de las pruebas de acceso a la universidad para adaptarlas al nuevo bachiller previsto en la Lomloe y consensuar criterios más homogéneos de evaluación, pero nunca para modificar los contenidos del examen, que son competencia autonómica.

La propuesta de Feijóo de un examen con contenidos, criterios de corrección y fechas comunes en esas 11 comunidades es en realidad inviable. La prueba de acceso a la universidad ha de evaluar los conocimientos de los alumnos de acuerdo con el currículo que han estudiado en el bachillerato y esos currículos son diferentes en cada comunidad. Las autonomías deciden el 40% de los contenidos y las que tienen lengua propia, el 50%. Para que la prueba fuera válida y justa deberían unificarse también los estudios, cosa que no está prevista en el actual marco legislativo.

Por otra parte, la nota de acceso a la universidad está formada en un 60% por la media del bachiller y en un 40% por la obtenida en la Selectividad. La unificación de esta última prueba tampoco serviría para asegurar la igualdad que el PP dice pretender. Según la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), no existen informes concluyentes que demuestren la existencia de grandes diferencias entre comunidades en la forma de evaluar la Selectividad. Donde sí se observan, en cambio, diferencias importantes es en la parte de la nota que depende de los centros. Hay indicios de que algunos colegios privados podrían inflar las calificaciones de bachillerato para subir la nota final de la Selectividad. En 2022, el porcentaje de alumnos que obtuvo sobresaliente en la media de bachillerato fue del 30,2% en los centros privados, del 27% en los concertados y del 21% en los públicos.

Implantar una única EBAU simultánea e idéntica para toda España es una vieja reivindicación del Partido Popular. Ya lo propuso hace una década, pero cuando ha gobernado no lo ha llevado a cabo. De hecho, el actual sistema de Selectividad emana de la Lomce, la última ley educativa aprobada por el PP. En 2012 el Tribunal Constitucional rechazó un intento de modificación por parte del Gobierno de Mariano Rajoy por considerar que usurpaba competencias autonómicas. Se puede plantear una mejora en el diseño y los criterios de corrección de la Selectividad —por ejemplo, cómo penalizan las faltas de ortografía—, pero ha de ser consensuado, nunca una decisión unilateral de una parte de las autonomías.

El País
FOTO: Examen de EBAU en la facultad de Farmacia, en la Universidad Complutense de Madrid el pasado julio. Samuel Sánchez
https://elpais.com/opinion/2024-01-27/la-ebau-inviable.html
 
 
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