EL CLUB SENDERISTA EL CASTILLEJO Y LA ASOCIACIÓN ILBIRA MOZÁRABE «CONQUISTARON» CASTRO DEL RÍO (CÓRDOBA)
El pasado domingo 4 de febrero de 2024 el club de senderistas «EL CASTILLEJO» y las Asociación Cultural «ILBIRA MOZÁRABE» llegaron a Castro del Rio (Córdoba)
La hazaña tuvo lugar con la decimoséptima etapa del Camino Mozárabe Almería-Santiago que discurrió desde Baena ( Córdoba) hasta Castro del Río , 20 Km de bajada por la campiña Cordobesa junto al Río Guadajoz, entre el verde claro de los cereales recién salidos y el verde oscuro de los centenarios olivos cordobeses.
Como etapas anteriores, y van 17, se salió en autobús desde Atarfe a las 8 h de la mañana, bien abrigados y pertrechados con mochilas, bastones, etc. para afrontar una nueva etapa del Camino Mozárabe, la antepenúltima etapa antes de llegar a Córdoba, son 320 km los que se han hecho ya desde que se inició este reto desde Almería pasando por Granada hace dos años y medio.
Hacia las 9, 20 h llegábamos a Baena y como soldados disciplinados iniciábamos la marcha a la voz de Rafa Burgos, con Antonio Costela en la retaguardia. Varias cuestas de inicio nos hicieron entrar en calor y quitarnos chaquetones y tapabocas, a continuación empezamos a bajar por caminos pedregosos, en un mar de olivos bajo la curiosa mirada de algún agricultor de la zona que andaba curando plantones de olivos.
La silueta del Río Guadajoz quedaba dibujada en el paisaje, por el tono marrón de los tarajes y álamos de rivera desnudos por el invierno, un bonito ecosistema, que en primavera se llenará de hojas plateadas con nidos de aves. Un merecido descanso a los 8 km tras el buen ritmo llevado en esta primera parte del camino, en la Venta de la Maturra, sobre el antiguo puente de la vieja carretera comarcal. Un momento de bromas mientras se reponen fuerzas y en el que alguien comparte chocolate, frutos secos… los hay que aprovechan para buscar alguna zona más íntima y liberar el líquido que ya no se necesita e incluso oprime.
-“¿ Quién quiere continuar en el autobús?” ,avisó nuestro guía, para quienes estuvieran cansados o lesionados , el resto seguimos andando en paralelo por el curso del río, bajo la mirada fija de aves rapaces que sobrevolaban. Un poco más adelante nos encontramos con dos peregrinos ingleses que venían desde Granada y se vieron sorprendidos por el número de caminantes que se les acercaba, hablamos más por gestos y chapurreo de palabras inglesas y españolas, nos hicimos una foto y los despedimos con la contraseña “ Buen Camino”.
Hacia las 13,30 h vimos la torre de la Iglesia y el Castillo-Fortaleza de Castro del Río, mucho ánimo subió en el batallón, unos por ver finalizada la etapa y otros por el deseo de una cerveza, aunque fuera sin tapa. No pudimos sellar la credencial porque la Iglesia estaba cerrada, pero volveremos para iniciar la penúltima antes de llegar a Córdoba capital.