«Medianoche Cero, fundación» por Juan de Dios Villanueva Roa

De una juventud insultante a veces, su obra refleja la inspiración proyectada hacia un futuro en el que esta ciudad los tendrá presentes, colocándose en una posición privilegiada para ser referente mundial del arte que hoy se está generando.

 

La creación actual que se exhibe en las salas de esta fundación, que aspira a crecer de forma significativa aquí en los próximos años, no tiene límites definidos en las materiales usados ni en la arquitectura alcanzada. Desde resina con espuma de alta densidad en la generación de figuras de cualquier tamaño, pasando por cerámica, carbón, óleo, cristal o fotografía, entre otros, nos trasladan al mundo actual con miradas sensuales o críticas, sensibles o despiadadas para que el espectador salga de su rutina y busque el mensaje que quienes son sus autores han lanzado a una sociedad que puede parecer adormecida o maleable. Las tecnologías intervienen a veces en las composiciones, en las creaciones, en el fondo de la obra que está siempre inspirada en una persona que puede evidenciar a sus semejantes cuando son movidos por la especulación, los intereses o sencillamente el instinto básico de cada cual.

 

Y así, entre nombres como Bunny Rogers, Nassar, Weaver, Humeau, Vivian Greven o Park Seobo, entre otros, nos invaden con caleidoscopios de carbón, pintura aerógrafa o el autoconsumo humano en una mesa en la que nuestros cuerpos reflejan la realidad de lo comestible en nuestra propia carne. Los avatares de los artistas recorren los metros cuadrados de estas salas en las que el mundo de arte contemporáneo comienza su andadura en Granada, ciudad también universal a la que han llegado aires nuevos y frescos.