LA CUEVA VIRUÉS-MARTÍNEZ (ATARFE, GRANADA)
Fruto de una labor de prospección por parte de miembros del Grupo Espeleológico Iliberis fue el hallazgo de esta cavidad dentro del término municipal de Atarfe,
Al entrar para explorarla, los espeleólogos descubrieron la existencia de numerosos restos arqueológicos diseminados por toda la cueva. Probablemente, debido a cuestiones geomorfológicas y edafológicas, la entrada de la cueva permaneció oculta hasta la actualidad.
La entrada a la cavidad presenta unas dimensiones reducidas y un desarrollo vertical con una serie de pozos que dan acceso a las distintas salas que la conforman.
El conjunto de materiales arqueológicos documentado en el interior de la Cueva de Virués-Martínez está compuesto por contenedores cerámicos, láminas de sílex y restos óseos humanos. Hay que destacar el hecho de que los objetos presentan una excepcional conservación. La mayoría de los vasos cerámicos se han encontrado intactos y en la posición en la que fueron depositados (i g. 1).
En lo que respecta al material cerámico, presenta un repertorio de formas que se puede agrupar en dos conjuntos (i g. 2).
En el primer grupo encontramos vasos globulares con el borde muy invasado, otros de paredes sensiblemente rectas y, por último, formas esféricas y peril convergente. El segundo grupo corresponde a formas que presentan una carena en la parte baja del recipiente e incluye formas abiertas como escudillas y cerradas como vasos de diferentes tamaños, algunos de ellos de dimensiones reducidas. Hay que des tacar el hecho de que en todo el conjunto cerámico es frecuente la aparición de elementos de aprensión en forma de mamelones.
El conjunto de artefactos líticos tallados está compuesto por un total de diez láminas de sílex. Todas presentan como rasgo común el ser muy homogéneas en sus características tecnotipológicas que las asocian con la técnica de talla mediante presión (fig. 3).
Si atendemos a la características de los materia les cerámicos y líticos podemos adscribir una cronología a este conjunto de finales del IV milenio a. C. Esta fase está caracterizada por la presencia de formas carenadas en una serie de contextos arqueológicos del sur de la península ibérica. Se trata de yacimientos que ponen en evidencia la progresiva ocupación de las zonas relacionadas con áreas fértiles de vega, con alto potencial agrícola, y donde entre los elementos cerámicos que los caracterizan están las formas carenadas. Asimismo, la tecnología laminar con las características ya descritas, se asocia también a este momento cronológico.
A esta cavidad, aunque de forma preliminar, y dada la presencia de restos óseos humanos, podemos atribuirle funciones sepulcrales.
David García González
José Morillas Villanueva
José Antonio Lozano Rodríguez
David Rodríguez Sáez
Antonio Morgado
Noelia García Hernández
Samuel Lahoz Morón
Sergio Fernández Martín
Publicado en la Sala de exposiciones Zaida de la Fundación Caja Rural Granada 6 de octubre – 6 de noviembre de 2016
Pagina 121-123 de la Granada Invisible