«La Junta tiene que rectificar» por Ignacio Henares
Espero que tras las alegaciones se revierta la decisión inicial negativa de la Junta a la implantación de los nuevos grados solicitados por la Universidad de Granada. Igual que el consejero demostró su flexibilidad al ser capaz de firmar como rector de la Universidad de Córdoba contra la implantación de las nuevas Universidades privadas “por su escasa calidad” y, pocos meses después, tras su entrada en el gobierno andaluz, convertirse en “su gran avalista”.
No creo que Moreno Bonilla haya hecho muchos (ni pocos) méritos, hasta la presente, para haber sido nombrado hijo adoptivo de Granada pero albergaba alguna esperanza en que la distinción recibida por parte de la Diputación de Granada, a iniciativa del presidente del Partido Popular de Granada, sirviera al menos para que su compromiso con esta provincia subiera un poco y se colocara, es un poner, al mismo nivel que el que mantiene con Málaga o con Sevilla, siquiera fuera porque ello le permitiera venir por aquí a pasearse con la cabeza alta y la soberbia que le caracteriza con algún fundamento.
Pero esta, exigua, esperanza se me difuminó con el anuncio de que la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta había denegado dos de los grados que la Universidad de Granada quiere incorporar a su oferta formativa: Ingeniería Eléctrica y Energética y Grado en Ciencias de Datos e Inteligencia Artificial.
El primero está promovido por la UGR como parte de su estrategia de fomento de la ciencia alrededor del acelerador de partículas. Tampoco ha recibido el plácet inicial del gobierno andaluz un máster en Ingeniería Industrial, también ligado al IFMIF Dones, en previsión de la necesidad de decenas de investigadores e ingenieros para su puesta en marcha y desarrollo. La Consejería, supongo que tras un análisis riguroso y detallado, ha alegado ‘falta de demanda’ (vaya ojo) para rechazar que se impartan estos títulos.
El otro grado al que ha puesto reparos la Administración es el de Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial. Esta formación resulta estratégica para Granada ya que con o AESIA o sin AESIA somos la capital de la Inteligencia Artificial y es muy importante seguir avanzando en iniciativas que alimenten el ecosistema académico y empresarial de la IA y den respaldo a iniciativas como el AdiaLab, AI Research and Innovation o AIR Andalusía. En este caso la excusa puesta es que las universidades andaluzas deben apostar por grados conjuntos. Aquí la Junta apuesta por un café para todos injusto para nuestra Universidad que tiene acreditado su liderazgo en esta materia.
De los otros másteres rechazados a mí me ha dolido especialmente la negativa al Máster en Desarrollo Sostenible y Gobernanza Ambiental. Conozco a los promotores y sé que han hecho un buen trabajo y nadie puede dudar de la necesidad de estos estudios de posgrado y la de contar con profesionales formados en estos aspectos tan importantes para la Transición Ecológica y la llamada ‘Revolución Verde’ de la que tanto alardea el gobierno andaluz pero que vuelve a convertirse en palabras huecas.
En mi opinión la respuesta de la sociedad granadina ha sido ‘tímida’ por decirlo de manera suave
En mi opinión la respuesta de la sociedad granadina ha sido ‘tímida’ por decirlo de manera suave. Pendientes de otras ‘folletás’, quizás no seamos conscientes de la importancia de contar con una puntera oferta formativa de grado y posgrado en materias como las que se están planteando por parte de nuestra Universidad después de un trabajo serio y riguroso. Tan importantes como las necesarias inversiones en infraestructuras que se reclaman es la apuesta por estas “autovías de la innovación” para avanzar en la transición hacia un nuevo modelo productivo.
Es hora de estar con la Universidad de Granada. Afortunadamente nuestra Universidad, con el rector Pedro Mercado y su equipo a la cabeza, se está mostrando muy competente cumpliendo con sus obligaciones, preparando y documentando sus propuestas, si cabe, mejor para que las entiendan incluso los que probablemente no las hayan valorado correctamente o tuvieran prejuicios. En respuesta a la Consejería, desde la UGR se ha aclarado que la oferta de nuevos títulos hecha es coherente con la apuesta tecnológica que ha hecho nuestra Universidad, y que está más que justificada.
Puestos a albergar esperanzas yo espero que las alegaciones que planteará nuestra Universidad reviertan esta decisión inicial de la Junta. Al fin y al cabo, el consejero parece un hombre flexble, como demostró al ser capaz de firmar como rector de la UCO contra la implantación de nuevas universidades privadas y, pocos meses después, convertirse en su gran avalista
La reacción de la Junta, capitaneada por el consejero de Universidad, Investigación e Innovación, ha sido penosa, e incluso un tanto chusca. Por un lado han argumentado que “nos han dado muchas titulaciones de las que habíamos pedido”, como si fuera un reparto de pasteles. A esta idea se ha sumado también nuestra alcaldesa que ha dicho que era una buena noticia lo que nos habían ‘dado’, como si fuera gratuita y arbitraria la decisión y no ganada por la UGR en base a los criterios técnicos recogidos en el propio procedimiento. Me parece poco académica esta respuesta, por utilizar un adjetivo suave y apropiado. Por otra parte han querido justificar la negativa en que la UGR no había preparado bien los papeles y no se adecuaba a lo establecido en la regulación de las nuevas titulaciones. ¡Me imagino la cara que se les habrá quedado a las numerosas personas que han trabajado denodadamente para preparar el expediente y se les haya tratado como si hubieran echado una quiniela!
Pero puestos a albergar esperanzas yo espero que las alegaciones que planteará nuestra Universidad reviertan esta decisión inicial de la Junta. Al fin y al cabo, el consejero José Carlos Gómez Villamandos, parece un hombre flexible, como demostró al ser capaz de firmar como rector de la Universidad de Córdoba contra la implantación de las nuevas Universidades privadas, “por su escasa calidad” y, pocos meses después, tras su entrada en el gobierno andaluz, verlo de manera muy diferente y convertirse en su gran avalista. Esperemos que ahora sea también igual de voluble y donde ha dicho que no hay demanda lo reconsidere y donde ha dicho que no estamos preparados que rectifique.
Me ha resultado curiosa la reacción de la alcaldesa María La Anunciadora, que ha dicho que va a influir en la decisión y según su portavoz ya está mediando
Me ha resultado curiosa la reacción de la alcaldesa María La Anunciadora, que ha dicho que va a influir en la decisión y según su portavoz ya está mediando. Me parece bien que se preocupe del asunto, que se interese por el estado de la cuestión pero que medie, que quiera influir de esta manera en el gobierno andaluz me parece que es o un brindis al sol o una puya al gobierno andaluz. Porque, ¿no estamos ante una cuestión de criterios académicos? ¿Es que las decisiones se toman en el gobierno andaluz en función de las mayores o menores influencias y no basadas en informes y en baremos establecidos en la normativa?
Estamos ante dos supuestos: si rectifica la Consejería habrá demostrado que su trabajo no había sido serio, que no habían analizado correctamente y que la influencer Carazo le ha torcido el brazo. Si no rectifican habrán dejado a la alcaldesa como que pinta menos que follatabiques.
En cualquiera de los casos se han metido en un fregado y están mostrando que la toma de decisiones en cuestiones tan importantes no se realiza de manera seria ni adecuada como requiere el propio decreto de ordenación de enseñanzas de Andalucía, en el que se indica que la decisión estará basada en “la idoneidad y viabilidad de las enseñanzas y en la evaluación de la demanda social, empresarial y del alumnado, velando porque existan complementariedad y equilibrio territorial en la oferta con el objetivo de garantizar su sostenibilidad y evitar duplicidades y carencias significativas”. Están tratando este párrafo como si fuera un texto para rellenar una decisión arbitraria, tomada fuera del ámbito de la ordenación académica.
Si la alcaldesa es tan influyente con el gobierno andaluz como pregona y si el presidente Bonilla quiere de verdad que lo adoptemos todos los granadinos, les sugiero que aprovechen la ocasión para ir eliminando agravios
Si la alcaldesa es tan influyente con el gobierno andaluz como pregona y si el presidente Bonilla quiere de verdad que lo adoptemos todos los granadinos, les sugiero que aprovechen la ocasión para ir eliminando agravios. Pueden empezar con un par de cuestiones: que se equipare la aportación de la Junta a la Orquesta Sinfónica de Sevilla y a la Orquesta Ciudad de Granada; que se dote al Teatro Isabel la Católica con una subvención nominativa igual a la que Málaga recibe para el Teatro Cervantes. Eso sí que sería una demostración de influencia y de méritos por Granada y un gran y verdadero impulso a la capitalidad cultural de 2031. Y cuando cumplan con estas les voy dando más ideas.
FOTO: El consejero de Universidades y la de Fomento, en una visita a las obras de UGR-DONES en Escúzar.