La sangrante brecha de las pensiones: «No podemos tener a tantas pensionistas por debajo del umbral de la pobreza»
La Comisión de la Mujer de Coespe convoca este fin de semana en Madrid el primer encuentro estatal de pensionistas para reivindicar una mejora de las prestaciones que palíe la desigualdad de género en ese ámbito y que sitúe la mínima en el SMI
«Una pensión para vivir dignamente no pueden ser 800 euros, el mínimo debería ser el SMI [Salario Mínimo Interprofesional], 1.134 euros mensuales, que podría ser aunque es una cifra que se ha quedado muy atrás con lo que ha subido el coste de la vida», defiende Paqui López, responsable de la Comisión de la Mujer de Coespe (Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones), que este fin de semana celebra su primer encuentro en Madrid.
«El esfuerzo que van a hacer muchas compañeras para venir es enorme, porque cuando hablamos de una pensión media sale que la mujer cobra más de mil euros, pero hay tres millones y medio que no llegan a esa cifra, y más de uno cuya pensión no alcanza los 550″, señala.
«¿Quién puede sobrevivir con esas cifras? Es imposible. Pero aun así van a venir compañeras de Murcia de València, de Andalucía, de Castilla y León, entre otros lugares y además de Madrid», explica. Paqui López.
El encuentro incluye una concentración el viernes a las doce del mediodía del viernes ante el Congreso, donde entregarán las firmas de apoyo a sus reivindicaciones que han ido recogiendo de manera presencial y online en esta plataforma, antes de acometer, la tarde del viernes y todo el sábado, dos jornadas de debate y de trabajo.
Esas reclamaciones, que las representantes de Coespe expusieron a lo largo del jueves a varias diputadas de Sumar y del PSOE que accedieron a reunirse con, consisten, básicamente, en la erradicación de la brecha de género de las pensiones públicas, la equiparación de la prestación mínima con el SMI, la aplicación del 100% de la base del fallecido en las de viudedad y la extensión del complemento de brecha de género a todas las pensionistas, «incluidas las jubiladas anteriores a febrero del 2021».
La plataforma se completa con la recuperación de condiciones de jubilación como la edad obligatoria a los 65 años –ahora son 66 y medio– y el periodo mínimo de diez años de cotización, frente a los quince actuales, para acceder a la prestación.
«Hay una diferencia del 32%, de 486 euros, entre las pensiones de hombres y mujeres», destaca López, que llama la atención sobre lo escaso de las prestaciones de las que disponen la mayoría de las mujeres. «No podemos tener a tantos pensionistas por debajo del umbral de la pobreza», añade.
Así, y según los datos de la Seguridad Social, 2,93 de los 4,18 millones de pensionistas que no alcanzan los 846 euros en 14 pagas en los que está fijado el umbral de la pobreza para un hogar individual, tres de cada cuatro, son mujeres, en una situación que se da para el 55% de estas. Y otras 619.051, lo que eleva la tasa a dos tercios, no alcanza el SMI.
En este sentido, resulta revelador que la pensión media de los hombres sea superior cuando se calcula sobre la base de cotización del trabajador, como ocurre con las de incapacidad y jubilación, pero no en las que dependen de la del fallecido, como las de viudedad y las de apoyo familiar.
«Esperamos que venga mucha gente. Es necesario llevar a cabo alguna acción porque la situación es más que preocupante. Ha habido subida de las pensiones, pero es insuficiente ante lo que ha subido el coste de la vida«, augura López sobre el encuentro de este fin de semana.
Buen parte de esas diferencias entre las pensiones de hombres y de mujeres vienen de las diferencias entre las carreras laborales de ambos géneros, históricamente más precarizadas en el caso de ellas aunque esa situación va revirtiendo conforme la mujer va ganando presencia en el mercado laboral.
«Ha habido subida de las pensiones, pero es insuficiente ante lo que ha subido el coste de la vida»
No obstante, también las hay derivadas de decisiones políticas, como ocurre con los pluses de maternidad y de reducción de la brecha de género, que aportan 30,40 euros mensuales (425,60 anuales) por hijo criado, con un límite de cuatro, pero que solo se aplican a las mujeres que se han ido jubilando, respectivamente, desde 2016 y 2021.
«Las que se jubilaron a partir de 2016 y de 2021 no han parido ahora. ¿Por qué no tienen las demás derecho a uno de esos complementos?», concluye Paqui López.
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