Uno de cada cuatro españoles no tiene pareja

La vida en pareja es uno de los pilares de las relaciones humanas tal y como las conocemos. En las sociedades occidentales la institución de la pareja, sin haber llegado a entrar en crisis, sí que se ha visto sometida a un proceso de revisión relacionado con la evolución de los distintos roles de los miembros de la pareja y su encaje en una realidad social donde las mujeres forman parte activa del tejido laboral y, por tanto, ya no pueden llevar en exclusiva el peso del hogar.
En el Club Opinamos hemos solicitado a 1000 españoles de distintas edades, procedencias y clases sociales que nos hablaran con sinceridad sobre sus relaciones de pareja. A lo largo de los próximos días os iremos desgranando los distintos aspectos que hemos podido descubrir, pero hoy queremos centrarnos en el número de personas que viven en pareja para dar una dimensión correcta a todo el proyecto.
Ante la pregunta directa: ¿tiene usted actualmente una pareja?, un mayoritario 50’5 % de los encuestados afirma tener pareja y convivir con ella, en tanto que un considerable 23’9 % de los participantes manifiesta que a pesar de tener pareja, no convive con ella.
Sorprende el volumen del grupo de españoles que reconoce no tener pareja, nada menos que un cuantioso 25’6 % del total.

Parece interesante acudir a nuestra segmentación por edad para ver el enfoque de las relaciones de pareja en los distintos estadios de nuestra vida. Entre los jóvenes de 16 a 29 años, la opción más escogida, un notable 38’6 %, es la de tener pareja pero no convivir con ella. Algo relativamente lógico, porque en esta etapa de la vida es cuando se conforman las relaciones y no siempre todas fructifican, además, el factor económico es algo primordial cuando se decide dar el paso de la convivencia y con los altos índices de paro entre los jóvenes, la independencia económica de los padres es un asunto realmente complejo.
En el resto de las franjas de edad la alternativa donde se encuadran mayor número de encuestados es la de la convivencia en pareja con porcentajes superiores al 60 %.
Es curiosa la evolución de la opción no vivo en pareja, con un alto y muy comprensible 32’2 % entre los más jóvenes, que cae hasta un escaso 18’8 % entre los españoles de 30 a 44 años. A partir de los 45 años este porcentaje vuelve a subir alcanzando de nuevo el 32 % entre los mayores de 60 años, entendemos que en estas franjas de edad inciden mucho las defunciones, pero sin duda y, sobre todo, las rupturas y separaciones de las parejas.